Revista de Marketing y Negocios

Las ventajas de estudiar y trabajar en un mundo pos-COVID-19

La vida está llena de sorpresas, es lo bonito de ella, nos hace permanecer en un infinito carrusel de emociones, y de no ser así, seguro todo sería muy aburrido. Aunque a veces no pareciera, en las situaciones que percibimos como malas, también hay cosas buenas. Para bien o para mal nos tocó vivir en una época de muchos cambios en diferentes ámbitos, y probablemente no estábamos preparados para recibirlos. La realidad es que el mundo sigue girando y debemos girar con él. Inevitablemente la llegada del coronavirus hizo que el planeta sufriera una serie de cambios, y trabajar y estudiar una licenciatura en publicidad desde casa sin duda fue uno de los más significativos.

En estos momentos que convivimos con el COVID-19, resulta imposible no odiar tanto encierro. Todos los universitarios estamos ansiosos por salir a la calle y gritar el viento: “¡soy libre!”, pero tendremos que esperar un poco más en lo que la luz al final del túnel se vuelve un poco más fuerte. Y aunque la cuarentena también se ha tratado mucho de cómo veamos el vaso, medio lleno o medio vacío, podemos estar tranquilos al saber que, una vez que toda esta época pseudoapocalíptica termine, habrá algunas cosas que cambien a nuestro favor.

Imaginemos un mundo post COVID-19, donde ya no hay temor por ver a otras personas sin su cubrebocas, los tapetes sanitizantes (en su mayoría secos) y la sana distancia son parte del pasado. Gracias al #BenditoInternet nos hemos dado cuenta que hay muchas cosas que podemos hacer desde casa, y que a veces un e-mail vale más que mil reuniones presenciales. Dependiendo de las actividades de cada persona, el home office y las clases en línea serán o no el pan de cada día, sin embargo, me atrevo a adelantarme y a decirle adiós a esas horas desperdiciadas en el traslado entre la casa, el trabajo y la universidad, y que sólo nos quitan horas de vida.

Arrivederci a esas comidas de pie en el puesto de tacos o al miedo a que se te salga del tupper la comida y se riegue sobre tus libretas, y ni se diga del temor a que te roben la comida en la oficina. Si utilizabas el transporte público para llegar al trabajo o a la universidad, puedes despedirte de esos viajes en la combi donde ya no cabía ni un alma y sufrías cada que escuchabas “cómo no mi joven, pásele, todavía hay lugar”. También es hora de olvidarse de pedirle a Dios para que la persona que recién se suba al camión no se siente junto a ti.

Acá te dejo una lista de otras situaciones que ya no vives ni vivirás con la nueva era del home office y las clases en línea post COVID-2019:

  • Correr tras el camión para que no te deje.
  • Llegar tarde al trabajo o a la universidad por una circunstancia como la anterior.
  • Las pláticas de pasillo que tanto odias.
  • Despertarte horas antes de tu hora de trabajo/universidad.
  • Vestirte formal de pies a cabeza.
  • Usar zapatos.
  • Sufrir con el extremo frío de la mañana.
  • Sufrir con la fuerte lluvia de la tarde.
  • Dar saltos de ballet para brincar charcos en la calle.

Viéndolo así, el home office y las clases en línea no parecen tan malos, ¿cierto? Incluso existe la posibilidad de poder viajar y seguir trabajando y estudiando. No me molestaría tomar mi junta de los viernes desde Puerto Vallarta o mi clase de las siete de la mañana desde Acapulco. Además, con la nueva reforma del trabajo en casa, las empresas están obligadas a pagar cierta parte de tu recibo de luz y/o Internet, lo que se traduce a un porcentaje menos que tú tendrás que pagar, y la oportunidad de tener un Internet de mejor calidad en casa.

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Antes de concluir, es oportuno señalar la relevancia de la salud mental, un tema que ha tomado fuerza desde hace unos años, y que hoy más que nunca nos hemos dado cuenta que no es ningún tipo de exageración o un tema de las nuevas generaciones. Estar sano mentalmente tiene un impacto gigantesco en la productividad de las personas, y las marcas que estén conscientes de ello y tomen cartas en el asunto serán las que obtendrán sus mejores resultados. 

Bien dicen por ahí “trata bien a tus empleados para que ellos traten bien a tus clientes”. Creo que poco a poco nos vamos librando de prácticas arcaicas y entendiendo que no se trata de un número más, sino de personas, y que tienen derechos y necesidades, sueños y problemas. Ser empáticos no debería resultar un aspecto a aplaudir, sino un asunto de cotidianidad.

Por último, claro que podrá tener sus desventajas trabajar y estudiar desde casa, sin embargo, parece prometedora la idea de no estar anclado a un espacio físico específico, y que no nos sorprenda si se emplea una modalidad híbrida en las universidades y trabajos, lo cual podría equilibrar la balanza y derivar en un estilo de vida más cómodo para todos.

¿Qué otras ventajas encuentras al trabajar y/o estudiar en modalidad de home office?

Por: Efraín Montalvo – estudiante del 9° semestre en la Licenciatura en Diseño y Producción Publicitaria de UPAEP – Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla.

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