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Liberados del estrés

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En mi columna anterior te contaba un poco acerca de la norma 035 establecida en México, y cómo las empresas podrían ayudarse a no incurrir en faltas por no evitar el estrés en su entorno laboral.

Pero debemos de reconocer que nosotros mismos somos los responsables de nuestro propio estrés

Para empezar, aceptamos puestos o condiciones de trabajo que no van con nuestras preferencias. Si te dedicas a algo que no te gusta, por supuesto que vas a vivir en el estrés.

Lo mismo sucede con los jefes. Cuando uno no está a gusto en una empresa no es por la empresa en sí, sino por la relación con el jefe. Puedes pedir cambio de área o buscar otro trabajo. Nada es a fuerza.

También está en nuestras manos el control de las largas horas de trabajo. Está comprobado que la gente en México no pone límites, ni a sí mismo ni a los demás. Éste es un punto complejo… 

estrés

¿Cómo se puede controlar un poco el estrés?

Para empezar, hay que tratar de concentrarnos en nuestra productividad por la mañana, cuando se supone que nuestra máquina interna está al 100%. Nos encanta andar en la chacota y nos distraemos mucho. Evítalo. Así las tardes podrán servir para cerrar temas e ir preparando para el día siguiente.

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La disciplina tiene mucho que ver en esto. No sabemos poner límites. No nos desconectamos, nos llevamos trabajo a casa, contestamos whatsapps y correos en horas y días no hábiles. Obviamente eso contribuye a nuestro estrés. Si te acuerdas de un correo que tienes que mandar el lunes, escríbelo y prográmalo. No hagas evidente tu disponibilidad 24/7 porque abres la puerta a la intrusión en tu vida personal.

La otra es que nos la vivimos corriendo. Si vamos a viajar, por ejemplo, nos encanta llegar al aeropuerto en el último momento, peleándonos con el Uber todo el trayecto porque por su culpa vamos a perder el avión… ¿neta? El tema es que dejamos todo al final y lo queremos acabar antes de tomar el Uber, cuando podríamos reacomodar la agenda muy fácilmente: ¿por qué no llegar al aeropuerto súper temprano y desde ahí terminar lo que tienes que dejar listo y subirte al avión en paz?

No nos merecemos vivir estresados. Es enfermo. Nuestra familia, nuestra pareja, nuestros amigos merecen lo mejor de nosotros, no lo que sobra.

Nos dejamos llevar por la vorágine de los demás en lugar de organizar nuestros propios tiempos. No es gratis que haya tantas enfermedades gastrointestinales ni que estemos haciendo millonarios a los fabricantes de medicamentos para la gastritis. Es más fácil tomarte una pastillita que disciplinarte. Pero es más sano simplemente desconectarse cuando nuestro cuerpecito lo merece, antes de que lo demande #ProblemasSiglo21

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