“Join the conversation”, ese es el slogan que define a Twitter. Y lo define muy bien, porque es justamente la razón por la que mucha gente no entiende su funcionamiento de forma adecuada. Esperan tener conversaciones cerradas como en Facebook o no se atreven a hablar a quien no conocen. Hablar del funcionamiento de Twitter y de la magia de hacer de esta red una fiesta privada llena de los invitados que tú has querido tener es tal vez tema de otro artículo. Pero la esencia de esa conversación, es lo que quiero rescatar. Es entrar a un lugar en el que están todas las personas que nos interesan; los más cultos, los más divertidos, los más guapos, los más exitosos, los más famosos, los mejores en lo que sea que nosotros admiramos. Y al llegar a ese lugar, lo que tenemos que hacer es simple: hablar con todos.
¿Con qué finalidad?
Evidentemente algún beneficio deberá suponer ese esfuerzo más allá de intercambiar algunas líneas. Pensemos por ejemplo en una situación de empresa. Cuando hacemos un plan de marketing en redes sociales tenemos que considerar tener un plan conversacional. Y la razón para ello es también muy simple, aunque no necesariamente las marcas la tienen clara; pasar de lo virtual a lo real.
Ya sea porque estamos en las redes a título personal o por cuestiones de empresa, tenemos que hacer que todo pase de lo virtual a lo real, es la única forma de que, con fines empresariales, saquemos provecho y de que, con fines personales, logremos superar los inconvenientes sociales (valga la redundancia) que tienen las redes sociales. Y ¿a qué me refiero con eso? Bueno, de nada nos sirve coleccionar contactos en LinkedIn si no empezamos a interactuar de manera inteligente, generando conversaciones interesantes y aportando elementos que sean de utilidad para nuestro interlocutor virtual, que puede ser un buen prospecto, un excelente contacto para conocer clientes o una persona que admiramos.
De igual manera ocurre en twitter. Podemos acercarnos a quien queremos conocer, a alguien con quien queremos conversar y eventualmente nos aportará algo. Pero debemos tener mucho cuidado, porque así como en nuestra vida real, no podemos abrir la boca sin pensar, debemos ser asertivos en nuestra forma de interactuar, debemos ser interesantes, divertidos o relevantes. De esa manera lograremos que esa persona nos mire, nos hable y podamos pasar al plano real.
Pero ¿cómo podemos lograr pasar de lo virtual a lo real?
Es simple. Cuando haces un plan de marketing en redes sociales (si lo haces de forma adecuada) tendrás ciertos KPI’s, habrá números que revisar, con los que mides tu desempeño. Números que se componen de datos que ya están calculados para ti (como las métricas que dan cada herramienta). Pero también se componen de datos ad–hoc, que nosotros diseñamos para nuestros fines particulares. Como bien podría ser: el porcentaje de crecimiento versus nuestro competidor más cercano. Uno de esos números a medir, podría ser: una venta cerrada a través de los contactos de LinkedIn al mes. Una persona que llevemos de conversación de Twitter a conversación de café o comida. Un contacto que llevemos de Facebook a una copa para hacer nuevos planes de expansión de negocio.
Una vez que tienes esa medición clara, que bien puede iniciar con un número conservador e irlo creciendo poco a poco, entonces podrás definir tu target y las personas a las que te gustaría contactar para iniciar un plan conversacional debidamente pensado en cuanto a temas y formas, no en cuanto a un guión que resulte en una conversación artificial. El resultado vendrá sólo. Notarás que poco a poco estás en una conversación tan natural que lo natural será quedar para tomar algo frente a frente.
Las posibilidades son enormes, hablo por experiencia. Y definitivamente podríamos como sociedad y para fines de marketing y personales, lograr vencer las terribles barreras que podrían suponer las redes sociales si nos dejamos llevar por ellas.
Me gustaría saber qué piensas de lo que has leído ¿lo practicas o te gustaría hacerlo?