Vivimos una época en la que los consumidores son una fuente inagotable de información. Recopilamos y sabemos cada vez más de ellos y se nos olvida que son receptores de toneladas de mensajes publicitarios. Debido a la alta oferta de productos similares al nuestro, creemos que la receta es; a más información e impactos, mayor posibilidad de compra y engagement. Cuándo la realidad es que muchos de ellos se encuentran más que abrumados de recibir mensajes no deseados.
Con tantas y tantas ideas surgiendo y ejecutándose a cada instante, podríamos pasarnos la vida entera buscando la manera de destacar entre millones de productos, marcas y campañas sin lograr salir del triste anonimato y más si somos una start-up.
Bien empleado, el marketing de guerriIIa puede ser un excelente recurso para empresas de todos los tamaños y puede llevar a una marca pequeña competir con aquellas que cuentan con una cartera mucho menos ajustada.
El término “Marketing de Guerrilla” fue acuñado por Jay Conrad Levinson en los años 80. Su concepto versa sobre la siguiente premisa; “El Marketing de GuerriIIa se diferencia del Marketing tradicional del mismo modo que la guerrilla de la guerra tradicional. Más que trabajar con el presupuesto como una división de infantería, el Marketing de GuerriIIa contraataca con todos sus recursos para obtener el máximo impacto”. En pocas palabras, se basa en la idea de dejar a un lado las grandes inversiones de dinero para centrar los esfuerzos de la campaña en una ejecución por medios no usuales y así captar la atención del público objetivo mediante la creatividad.
Distintos estudios muestran que, en promedio, una campaña en medios convencionales tiene una efectividad del 40% en cuánto a recuerdo de las impresiones, mientras que, pese a la dificultad de medirlo, en el marketing de guerrilla, es mucho más probable lograr un 100% de recordación ante quienes lo presencian; esto sin contar las posibilidades de que una buena ejecución se vuelva viral (por ello la importancia de contemplar de la mano una estrategia de Social Media). Pongamos un ejemplo, si usted va por la calle y se topa con un fashmob (de la magnitud que sea) es mucho más probable que lo recuerde y comente que si escucha en la radio un comercial, así se tratara del mismo producto.
Existen muchos tipos de marketing de guerrilla y el punto es que no exista un límite en cuánto a creatividad. Por lo que no es necesario que tu campaña se encasille o encaje justo en uno de ellos; pero no está de más recordar los más comunes:
- Ambient Marketing. Consiste en emplear y alterar los elementos de cierto espacio utilizando el factor sorpresa para comunicar nuestro mensaje, cualquiera que éste sea.
- Ambush Marketing. Es el lado “sucio del marketing” consiste en “colgarse” de un evento para promocionarse sin tener un permiso previo.
- Experiential marketing. Es el tipo de marketing de guerrilla más interactivo, consiste en conectar al consumidor con la marca a través de una experiencia compartida; en la mayoría de los casos suele registrarse en fotografía o video para posteriormente compartir los resultados en redes sociales
- La viralización es una de las tácticas más recurridas y aunque no es tan fácil precisar el elemento en común para su éxito, podríamos definir algunos de ellos: explotar motivaciones comunes, ofrecer productos o servicios gratuitos, pero sobre todo ser fácilmente transmisible (imágenes o videos).
A mi consideración, hay 3 objetivos que no debes perder de vista si vas a ejecutar una campaña que incluya marketing de guerrilla:
- Debe ser memorable: construye vivencias que duren por largo tiempo en la mente del público.
- Que sea planeada: si ya lo decidiste, tómate el tiempo adecuado para planear cada detalle antes de salir a la calle a ejecutar; de lo contrario te arriesgas a que el efecto contraproducente en el público
- Debe ser medible: Monitorea el impacto que tiene en medios, en redes sociales, las visitas a tu sitio web, etc.
Para concluir; el marketing de guerrilla se trata de romper la rutina. De crear nuevos vínculos con los consumidores y cambiar esquemas en los que la imaginación sea el límite. Pero no puedo dejar de plantearme una pregunta; ¿las campañas de este tipo dejarán de tener efectividad conforme avance el tiempo y el consumidor se habitúe a ellas tal como sucedió con los medios convencionales?
Me gustaría saber su opinión @FerFamania