En la etapa post electoral, a la que estamos entrando en México, la necesidad de ajustar el lenguaje político se vuelve aún más crucial.
Durante la campaña, los discursos suelen estar cargados de retórica polarizante y promesas grandiosas diseñadas para captar la atención y simpatía de los votantes y movilizar a las bases.
Sin embargo, una vez que se han celebrado las elecciones, es fundamental cambiar el tono y el enfoque del discurso político para fomentar la unidad, la colaboración y la construcción de consensos.
Acordemos que política es la ciencia y arte de gobernar, que trata de la organización y administración de un Estado en sus asuntos e intereses de comunicación pública, entre otras cosas.
Ajustar el lenguaje político
Implica, en primer término, dejar de lado la retórica divisiva que puede haber caracterizado la campaña electoral.
En lugar de enfocarse en resaltar las diferencias y polarizar a la población, en esta nueva etapa los líderes políticos deben trabajar en encontrar puntos en común y promover un diálogo constructivo entre todas las partes involucradas.
Esto significa evitar el lenguaje incendiario y las acusaciones infundadas y, en su lugar, buscar formas de alcanzar compromisos y soluciones que beneficien a toda la sociedad.
Además, en la etapa post electoral que estamos viviendo, es importante que los políticos sean transparentes y honestos en su comunicación con toda la población.
Esto implica ser claros sobre las limitaciones y desafíos que enfrenta el gobierno; así como también sobre los planes y estrategias que se están implementando para abordarlos.
La confianza pública en las instituciones democráticas se ve fortalecida cuando los líderes políticos se comunican de manera abierta y honesta, incluso cuando las noticias no son necesariamente positivas (la experiencia del temblor del ´85 en México fue una gran muestra de ello).
Por otro lado, ajustar el lenguaje político también implica reconocer y abordar las preocupaciones y necesidades reales de la población.
En lugar de centrarse únicamente en agendas partidistas o en satisfacer los intereses de determinados grupos de presión, los líderes políticos deben estar atentos a las demandas y aspiraciones de todos los ciudadanos, especialmente de aquellos que se sienten marginados o excluidos del proceso político y del progreso social.
En resumen, en la etapa post electoral, el ajuste del lenguaje político es fundamental para promover la unidad, la transparencia y el compromiso democrático.
Al dejar de lado la retórica divisiva, ser transparentes y honestos en la comunicación con el público, y centrarse en las preocupaciones y necesidades reales de la población, los líderes políticos pueden contribuir a fortalecer la democracia y construir una sociedad más justa y equitativa para todos.
Es un tema que va más allá del Marketing Político, del interés partidista o del estilo personal del orador. Es de interés para la unidad nacional.
Voto por que esto sea posible. En México verdaderamente lo necesitamos.
