Estoy segura de que más de una vez habrás escuchado o leído por algún lado las palabras mágicas “marketing de contenidos” y “copywriting”, que tan fácil son de mezclarse entre sí. Ambos conceptos, son fuente de confusión inclusive para los expertos en marketing digital, porque a pesar de no ser lo mismo, suelen ir de la mano.

Ahora bien, ¿por qué se confunden tan fácilmente? Pues, porque ambas tienen como fin la fidelización del usuario y la venta persuasiva. Pero si bien parten del mismo elemento (el texto) cambian en su forma y su esencia, mira:

1) Discurso
Copywriter: persuasión y apuntado a la conversión.
Contenidista: educar, entretener, reforzar marca y fidelizar.

2) Formato
Copywriter: emails, apps, páginas de la web (home, sobre mí, landings, etc), anuncios publicitarios, piezas gráficas, posters, banners, etc.
Contenidista: posts, brochures, ebooks, videos, notas de prensa, piezas gráficas especiales, etc.

De todas maneras, las funciones de ambos perfiles se complementan y muchas veces ambos roles suelen ser ocupados por la misma persona.

La realidad, es que la mayoría de textos y publicaciones en la web tienen un objetivo común: la conversión. Ya sea conseguir un comentario, que un seguir comparta un contenido en su perfil, ganar un suscriptor a un newsletter o vender un producto o servicio a través del copy, todo apunta a lo mismo: atraer, retener y fidelizar. En fin, convertir.

En las publicaciones de las marcas más grandes, podemos ver con frecuencia técnicas correspondientes tanto a la redacción de contenidos como a la redacción persuasiva y publicitaria.
Un buen redactor de contenidos, necesita conocer a su audiencia y tener conocimientos de copywriting. Y como digo siempre, también debe usar tono y voz específico de la marca para transmitir un mensaje de forma que el usuario se sienta identificado.
Por eso, se dice que ambos benefician a la marca y buscan captar la atención, fidelizar a la audiencia y vender más.

El marketing de contenidos por lo general se hace presente en todas aquellas comunicaciones cuyo gancho sea educar, entretener, lograr engagement, como son:

• Planificaciones de redes sociales: con post educativos, de valor, de venta, etc.
• Ebooks y brochures
• Blog de empresa
• Newsletter
• Sitio web y sección de descargables gratuitos
• Infografías
  

Si tenemos en cuenta que el 80% de la atención del lector se sostiene con un buen titular, se entiende que es lo que va a determinar que siga leyendo una pieza (independientemente de que se trate de un post de redes, de un anuncio publicitario, etc.); entonces la importancia del copywriting es vital para una estrategia de contenidos exitosa.

Esto estará determinado por:

– Conocer al cliente ideal: tiene una necesidad que vienes a resolverle y por ende te ve como una inversión y no como un gasto. Por ejemplo, si una empresa necesita una app personalizada y tú ofreces ese servicio, te verá como su aliado. Conocerlo, te ayudará a seleccionar las palabras clave de tu página, enfocar el lenguaje hacia él y tendrás más inspiración para escribir ya que sabrás sus puntos fuertes y débiles.

– Conocer bien tu alcance: Debes tener muy claro tu propuesta de valor y así ofrecer una definición clara de lo que haces para que el público sepa de manera inmediata qué tienes para ofrecerle. Esto hará que puedas enfocar tus palabras de manera adecuada para darte a conocer. Aquí te recomiendo una columna que escribí hace unos meses de cómo elaborar un elevator pitch.

– Elegir bien los titulares: Es importante que el titular que elijas, independientemente de la pieza y su extensión, responda a lo siguiente: ¿te hace querer seguir leyendo más con ese título? ¿Si lo uniese junto a una llamada a la acción me darían ganas de clickear en el CTA?

Mi recomendación es que, si te estás planteando entrar en este mundillo con tu marca, contrates a una persona que sepa de ambos, al menos al principio. Y si además quisieras potenciar tus comunicaciones de cara a este nuevo año que comienza, te recomiendo la nota Tendencias del marketing digital que conquistarán 2023, de Héctor M. Meza Curiel.

Cuéntame, ¿estás de acuerdo con estas diferencias entre los dos conceptos? ¿qué piensas de esto? ¡déjame tu comentario!