Nada de que lo vemos en enero, guarden el bronceador

Nada de que lo vemos en enero, guarden el bronceador

04:04 23 Dic, 2025

El cierre del año para las empresas implica prácticamente dejar todo para enero con la esperanza que nada raro pase en la última semana del año. Es como si se guardara todo debajo de la alfombra y cualquier inconveniente ya tendrá su resolución en algún momento del 2026, sin embargo, algunas empresas que actúan con seriedad saben que, justamente, son en los primeros meses del año en que se deben dejar claras algunas cosas que tienen que ver con el cumplimiento normativo.

Y es que el famoso “compliance” es una palabra bastante rimbombante para todo el trabajo que tiene detrás, ya que todo ello implica cumplimiento normativo que no podemos dejar de lado, máxime cuando en los últimos meses nos han dejado ir una serie de reformas legales que hasta parece se crean con tal de presionar más a los pequeños y medianos empresarios.

Tranquilidad en el festejo

Para empezar, antes de irnos a lo impredecible que puede ser el 2026, aún estamos en la parte final de las fiestas y convivencias de fin de año dentro de las empresas, por lo que es necesario recordarles que este tipo de eventos siguen formando parte de la relación laboral, por lo que las conductas ahí desarrolladas pueden tener consecuencias jurídicas importantes, sobre todo en lo concerniente a la rescisión de la relación laboral. De ahí que es importante hacer llegar una circular recomendando la moderación de comportamientos y evitar a toda costa la comisión de conductas que pueden constituir acoso laboral o sexual, por ejemplo.

Asambleas olvidadas

Una de las tareas completamente soslayadas en las empresas, sobre todo en aquellas de dimensiones pequeñas, tiene que ver con las asambleas ordinarias. Si bien se constituyen de manera formal, se olvida que tienen que realizar una asamblea general ordinaria año con año con la intención de rendir cuentas sobre los estados financieros.

Pero no sólo eso, ya que este tipo de ejercicios pueden ser el pretexto para revisar muchas otras cosas que en algún momento se tienen que hacer y, para evitar un gasto extraordinario, ahí se deben tratar. Por ejemplo, hacer una revisión contable para determinar la existencia o no de las utilidades a entregarse en la parte final del primer semestre del año. Pero aún más relevante, es revisar las designaciones de administradores, comisarios y representantes legales, ya que en ocasiones, las empresas tienen estos cambios operativos y por no hacerlo en este momento tienen que emitir actas de asamblea extraordinaria generando un gasto innecesario, por lo que es en este instante en que tenemos que revocar y autorizar nuevos apoderados.

SAT fortalecido

Ello aparejado con las obligaciones ante el SAT que a partir de 2026 estará más fuerte que nunca. Por ejemplo, el informe de cambio de accionistas si es que llega a haberlo, informar de las inversiones extranjeras que tengamos y, desde luego, determinar muy claramente al beneficiario controlador, ya que en materia fiscal este será un punto sensible para las empresas.

Desde luego, muchos de estos últimos temas aplican más para las empresas de mayor tamaño, sin embargo, hay otros aspectos que las pequeñas y medianas empresas deben tener muy claras. Como consejo, las empresas deben contar con un calendario de contratación con proveedores a fin de que sepan cuándo van a vencer exactamente los contratos y tener aviso, por lo menos con un mes de anticipación para, en su caso renovarlos o, dependiendo el análisis, dejarlos cumplir su vigencia y dejar que terminen o, en casos de excelencia, establecer convenios de terminación.

En ese mismo sentido, deben estar muy pendientes del vencimiento de sus marcas, patentes y modelos de utilidad, por lo que será fundamental tener presentes las fechas de terminación para renovar a tiempo y evitarse dolores de cabeza.

El mal necesario

También se debe hacer, unto con su abogado de cabecera, una revisión de las nuevas disposiciones legales que entrarán en vigor a partir de 2026 para dar cumplimiento a todas y cada una de ellas para evitar sanciones, multas y consecuencias funestas ahora que tenemos a una administración pública desesperada por obtener más recursos ante el enorme gasto que tiene.

Y la recomendación que hacemos permanentemente en este espacio: contar con un abogado o despacho jurídico de cabecera para que les revisen el cumplimiento normativo y los asesores de forma preventiva y evitarles gastos innecesarios que ponen en riesgo su patrimonio.