Históricas discrepancias
La figura de Napoleón Bonaparte proyectó una enorme sombra sobre la historia universal. Hasta la fecha el emperador sigue siendo tema de controversia y más si un director de la talla de Ridley Scott se avienta una de sus superproducciones para intentar retratar a quien fue todo un fenómeno histórico.
Resalto la palabra “intentar” porque tratar de meter toda una vida, y sobre todo si esa vida fue la de uno de los personajes más relevantes entre los siglos XVIII y XIX, es muy difícil llegar a un producto que agrade a todos.
A veces me considero “muy mamón” para el tema de las películas históricas. No me gusta que incluyan anacronismos o que, en aras del guion, alteren eventos y hechos, sin embargo, no puedo negar el gran esfuerzo de algunos por retratar épocas históricas.
De hecho, en el caso de Scott, puedo hacer una larga lista de lo que no me gustó de “Gladiador”, cosa que de ninguna manera demerita una producción que fue lograda de manera magnífica. Ha ocurrido, ocurre y ocurrirá siempre: es muy difícil quedar bien con todos.
Una afrenta al orgullo nacional
Resulta que el film ya ha sido presentado ante diferentes audiencias y, mientras en la Gran Bretaña y otros países fue recibida con un gran entusiasmo, los críticos franceses se tiraron al piso y se rasgaron las vestiduras.
Sin empacho alguno el diario Le Figaro renombró a la cinta como “Ken y Barbie bajo el imperio” mientras que la biógrafa de Napoleón, Patrice Gueniffey, dijo que la película reescribía la historia con una temática pro-británica y anti-francesa.
Hay que decirlo, los franceses son muy susceptibles cuando se trata del tema del emperador y no les gusta que sus archirrivales, lo británicos, se pongan a manosear una figura tan reverenciada en tierras francesas.
¿Te parecen muy sangrones?
Acuérdate lo que pasó cuando estrenaron “Apocalypto”, dirigida por Mel Gibson…
…a algunos les siguen ardiendo las patas.
Ni solos se aguantan
El caso es que Scott ha dado algunas entrevistas en donde deja ver su enojo, argumenta que existen miles de versiones de la historia del emperador y que, en lo que a él respecta, cuando presentó el filme en película en París, la gente la amó.
También aprovecha para lanzar un pequeño estoque al decir que “los franceses, no se gustan ni ellos mismos”. Algo habrá visto.
El caso es que el director está muy orgulloso de una obra que, además de las grandes batallas, retrata la vida íntima de Napoleón. Scott llegó a trabajar con once cámaras y el resultado le dio material para realizar un primer corte ¡de más de cuatro horas! mismo que tuvo que reducir para quedar “nada más” de unas dos horas con 38 minutos de duración. Esta versión será exhibida en cines y de ahí pasará al catálogo de Apple TV.
Tengo la absoluta seguridad que, dentro de algunos años, nos van a vender la “versión original” de cuatro horas para revivir de alguna manera lo que ya se perfila como un éxito en taquillas y el consiguiente tour dentro del ciclo de premios.
El sombrero del emperador
Y como siempre ocurre, el tema de Napoleón ya es moda. La casa francesa de subastas Osenat acaba de vender por la friolera de dos millones de dólares, un sombrero con el clásico perfil, que perteneció al emperador.
Hecho de fieltro de pelo de castor y con una escarapela tricolor (el circulito de listones azul, blanco y rojo), el sombrero fue parte de una colección de 120 que el emperador tuvo a lo largo de su vida. En la actualidad sobreviven unos 16, la mayoría pertenecientes a colecciones de museos. Esta prenda en particular perteneció a un rico industrial francés.
Cambiando de tema…
La gran intriga
Impresionante la gran cantidad de Expertos Tuiteros en el tema de las elecciones argentinas. Todo mundo en nuestro México aguacatero tiene una opinión y una razón que exponer sobre el futuro de aquel país sudamericano, ya sea en la gloria o en el desastre.
Pero lo peor: la forma en que la gran mayoría —el presidente incluido—trata de extrapolar los acontecimientos a la realidad política mexicana.
Un animal completamente distinto, si me lo preguntan.