Infoxicación es lo que define el flujo de información que recibimos en exceso en nuestro tiempo. Información que nos ataca desde todos los frentes y de manera más evidente, la que llega a través de redes sociales. Mucho de ese exceso de información es solamente ruido, información que satura nuestras redes y las redes del usuario. Esta situación no es exclusiva de individuos en su manejo personal de redes sociales. También lo es de las empresas en la búsqueda de aumento de clientes. Bien es cierto que las empresas y nosotros mismos como marca, consideramos lógico hablar de nuestro producto o nuestro nombre pero ¿qué tanto podemos hablar de nosotros mismos? ¿cuántas veces nuestro usuario está dispuesto a escuchar o leer algo recurrente?
Los millennials principalmente. Pero en general todas las personas con acceso a internet, invierten muchas horas de su día en las redes sociales. Con lo que una responsabilidad social importante que tenemos las personas que participamos activamente en el marketing digital y en social media, es aportar valor. Es también educar al usuario a compartir aquello que aporta algo y no sólo lo malo o lo muy divertido. No hablo de aburrir al usuario común de redes, sino de que debemos abstraernos nosotros como usuarios y así observar nuestro contenido y modelar un comportamiento que esté en línea con la imagen que deseamos transmitir. Pero que siempre tenga alguna aportación, puede ser educar, ayudar a lograr objetivos. Pero también puede ser divertir, recomendar, o distraer un poco.
Escribí anteriormente un artículo con ideas para entregar valor al usuario. La intención es complementar el artículo anterior a manera de evitar el ruido que entregamos a través de redes sociales.
Las redes tienen una implicación social negativa que muchas veces olvidamos. Es la de hacernos menos sociales para convertirnos en virtuales. Además, así como en su momento fue la televisión quien a través de programas y comerciales educó a gran parte de la población de México, hoy las redes sociales tienen ese cometido. Y podemos hacer algo mejor a través de ellas. Y en el proceso de encontrar los contenidos adecuados para nuestra audiencia. Tal vez debemos empezar por evitar algunos desaciertos que he observado en un gran número de usuarios y también de personas que se dedican al uso de redes sociales. Hay muchas cosas que mencionar, pero luego de un análisis he considerado 4 que son más frecuentes e importantes:
- Quejas. Twitter nos da la oportunidad sin precedentes de poder dirigirnos directamente con las marcas y empresas. No sólo eso, también de obtener respuestas y así entablar una conversación. Eso es benéfico para ambas partes, pero una cuenta de Twitter no es exclusivamente para quejarse con todas las marcas cuando algo sale mal. Una cuenta que sólo tiene eso, carece de credibilidad para usuarios y para empresas. Facebook por otro lado, se convierte muchas veces en un cúmulo de quejas que van desde las ofensas recibidas en la oficina, hasta la inconformidad de que faltan 5 días para el fin de semana.
- Gramática incorrecta. Es ya demasiado común que la gente en Facebook comparta cosas de manera ligeramente inadecuada. Esto se está convirtiendo en una costumbre generalizada. Cuando usamos Facebook es para comunicar algo a nuestros seguidores. En ocasiones lo que queremos decir es que nos sentimos en necesidad de un poco de atención, cosa que es válida aunque discutible a través de redes sociales. El problema es que el usuario no se atreve a decirlo de una manera adecuada y prefiere escribir directamente a Dios o a personas que ya no están vivas. También a bebés o mascotas para llamar la atención de sus seguidores, es a ellos con quien realmente quiere comunicarse. El usuario olvida quién es la audiencia y en función de eso poder redactar un mensaje con mucho más sentido.
- Falta de conocimiento de algoritmos. Facebook se ha convertido en la panacea. La solución a todos los problemas de los usuarios. La forma de avisar sobre eventos importantes a sus familiares y amigos. La vía para realizar consultas importantes sobre médicos, doctores, abogados, restaurantes, hoteles, etc. Pero olvidan o desconocen un pequeño detalle, lo que escriben no lo ve la totalidad de sus amigos o seguidores. Lo ve sólo un puñado de ellos; de un 6 al 20% o en el mejor de los casos, sólo los 50 últimos con los que ha interactuado. Esto implica entre otras cosas, no sólo que muchos amigos o fans podrían no enterarse de tu evento o comunicado, sino que las recomendaciones o búsqueda de información que se haga a través de ellas podría ser de dudosa calidad. No es el medio adecuado para ello.
- Etiquetado y RT. Es común que con la intención de generar un RT, se etiquete en cada publicación a las cuentas de las que se espera un RT. Una práctica correcta si se hace con decoro, pero una molestia terrible cuando abusamos de ello. Sobre todo porque incluso para etiquetar, debemos elegir correctamente a aquellas cuentas o personas que tengan interés en el tema del que estamos hablando.
Estar conscientes de estos detalles nos ayuda a usar los medios adecuados para cada cosa. Nos podría ayudar a vencer las desventajas sociales del social media y así utilizar el teléfono para llamar a amigos o familia. A tener reuniones reales (no virtuales) con las personas que queremos. Nos ayuda también a aprovechar la potencia de las redes sociales para aportar contenido que deje algo en nuestros lectores, ya sea de las cuentas personales o de las cuentas empresariales.
Al final se trata de no ser ruido sino de aportar y sobre todo, de compartir aquello que tenga valor.
Me gustaría saber su opinión al respecto.