Revista de Marketing y Negocios

No venderse barato… NUNCA

Con mucha frecuencia, más de la que uno quisiera -mucho más- hemos aceptado alguna oferta de trabajo que no nos convenía, pero que las circunstancias nos orillan a tomarla, sobre todo ahora que la pandemia nos ha pegado tan fuerte y, como dicen por ahí y es cierto, peor es nada.

Muchas empresas lo saben y sacan ventaja de ello. Increíble pero cierto, a veces mientras más grande es el negocio, más explotan a la gente. Quizá por eso son grandes.

Existen empresas que se saben altamente deseables y abusan de esa característica para imponer condiciones que no son nada convenientes para quien desea pertenecer a su corporativo.

Y no sólo para en contrataciones, sino ya en lo cotidiano. La relación puede ser sumamente tóxica o abrumadora en lo cotidiano. Las prácticas abusivas se dan a cada paso dentro de la relación, aunque uno como empleado quiere pensar que en algún momento eso va a mejorar, pero, lejos de eso, sólo empeora.

Por ejemplo, hace algunos años Televisa abrió un área para fortalecer la comercialización de una de sus divisiones y contrató a todo un equipo de trabajo -yo incluida- para hacernos cargo de una misión que fue muy divertida mientras duró, y las condiciones de contratación fueron en verdad sobresalientes. Al poco tiempo, el creador de ese proyecto desvió su camino hacia sus propios intereses y hasta de país se mudó, dejándonos a la merced de personas que no tenían ni idea de lo que estábamos haciendo. 

El resultado fue que decidieron despedirnos a todos y de repente vino la propuesta que nos hizo sentir amenazados. Si no firmabas tu carta de renuncia sin la liquidación de ley, nunca volverías a trabajar en Televisa. Hubo quienes aceptaron muy sumisamente, no sé si por miedo o por la esperanza de regresar a tan atractiva nómina, no sólo por lo jugosa sino por el pedigrí que te da tal pertenencia, según ellos.

Me acuerdo de todo esto, porque en el fin de semana me encontré con una preciosa publicación (y denuncia pública) en Facebook de una chica que decidió rechazar una propuesta indigna de Pujol quien, con el pretexto de estar entre los mejores restaurantes del mundo, ofrece unas condiciones deplorables.

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No te pierdas este relato. Es digno de una gran reflexión personal. A 72 horas de haberse publicado, la publicación llevaba 32 mil likes, 10 mil comentarios y 22 mil shares.

Bravo por Ximena.

#MePongoDePie

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Liliana Bretón

Publicista e investigadora

Publicista e investigadora; maestra y estudiante; amante del cine, los libros y el buen sentido del humor; no cambio por nada una tarde de vino con una buena plática. Beatlefan y chocohólica. Socialmente analfabeta. Vivo en Cholula.

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