Desde inicios del año 2019 el Banco de México y las instituciones bancarias lanzaron la iniciativa CoDi para que la gente pudiera realizar pagos y cobros desde su celular en tiendas físicas. Sin embargo, este proyecto no ha alcanzado el potencial que se esperaba.

El número de personas que cuentan con una tarjeta de crédito o débito en México apenas llega al 36.9%, lo que imposibilita que las transacciones con CoDi se realicen, pues se requiere que tanto el comprador como el vendedor tengan una cuenta bancaria que, además, esté asociada a un smartphone.

Por otra parte, la pandemia y el confinamiento han provocado que muchas personas prefieran realizar compras en línea con base en otros métodos de pago, como el pago en una tienda de conveniencia (Oxxo, principalmente). Incluso en el uso de aplicaciones para solicitar productos o alimentos, el pedido se hace en el sitio web o en la app de la tienda, pero el pago puede hacerse en efectivo contra entrega.

Las compras digitales han tenido un gran aumento y cada vez existen más terminales punto de venta (TPV) en lugares que antes no existían, como en un mercado, la tienda de la esquina, o hasta con vendedores ambulantes. Ante la necesidad de los clientes de tener otras opciones de pago, los pequeños locales se han ido adaptando para ofrecer alternativas.

Este año el mundo digital ha permeado en casi todos los aspectos de nuestra vida: desde la forma en la que interactuamos con amigos y familiares, cómo nos educamos y entretenemos y sobre todo, en cómo compramos.

No todas las personas de la sociedad están adaptadas a estos cambios, pero ha habido un gran avance. Aunque existe una gran brecha económica, educativa y tecnológica, y la población económicamente activa ha crecido sustancialmente, los de menor acceso a los bancos se han ido adaptado para no quedarse atrás

Te dejamos 4 predicciones de cómo podrían ser los pagos en los próximos meses:

Pagos desde el móvil:

Ya hemos visto aumentar las terminales para realizar pagos a través de sistemas NFC (near field communication) o contactless. Los modelos más recientes de teléfonos Apple y Samsung ya cuentan con este sistema integrado. La pandemia seguirá impulsando las opciones de contacto limitado, por lo que en la medida que los consumidores se den cuenta de lo fácil que es adoptar los pagos a través del móvil, las tarjetas de plástico se podrían convertir en un artículo de colección.

Tarjetas sin número y tokenización: 

Las tarjetas de crédito han comenzado a cambiar. Bancos como Santander y HSBC están modificando sus tarjetas físicas y eliminando el número de ellas para hacerlas más seguras. Por otro lado, cada vez será más común la generación de tokens como sustituto de los datos reales de la tarjeta para así garantizar la seguridad de los datos en todo el proceso de compra.

Sistemas biométricos sin contacto:

Los servicios que utilizan biometría (huella digital o lectura de retina, por ejemplo) como método de seguridad son cada vez más habituales. En la industria de pagos, la biometría se ha desarrollado como un método de autenticación con alta seguridad, que previsiblemente sustituirán al pago con el móvil o los wearables.

Adiós dinero en efectivo: 

En algunas sociedades, el uso de dinero en efectivo ya estaba disminuyendo antes de la pandemia. De acuerdo a un estudio en Reino Unido, la predicción es que solamente uno de cada 10 pagos que se hagan durante 2021 involucrará dinero físico, ante la preocupación de que pueda ser una forma de transmisión del virus y, por tanto, los consumidores buscarán alternativas donde puedan pagar digitalmente.

Adoptemos o no estos cambios como individuos, lo que es una realidad es que los pagos digitales irán permeando en cada vez más sectores de la sociedad.

¿Realizas pagos con tu celular? ¿Adoptarías alguna de estas alternativas que brinda la tecnología?