Para iniciar, ¿me regalarías el número de tu tarjeta de crédito, la vigencia, tu nip de seguridad y los tres números que vienen al reverso?
Seguramente tu respuesta fue un rotundo ¡NO!. Yo tampoco te los facilitaría; sin embargo esos datos no son los únicos que estamos exponiendo a través de nuestros dispositivos electrónicos como computadoras, celulares o tabletas.
Sí, estos dispositivos son una especie de ente al que le estamos permitiendo acceder a nuestra intimidad para conocer más sobre nosotros. ¿En qué momento se los permitimos? Al aceptar los términos y condiciones que seguramente no leimos.
12 datos que nuestros dispositivos saben sobre nosotros:
Recientemente, en LinkedIn, encontré una infografía que llamó de inmediato mi atención, pues compartía 12 datos que nuestros dispositivos saben sobre nosotros a continuación enlistados:
– Contraseñas
– Números de tarjetas de crédito
– Números de seguridad social
– Mensajes de texto
– Llamadas
– Nombre y dirección
– Sitios web visitados
– Ubicaciones recientes
– Ubicación actual
– Contactos
– Archivo reciente
– Información bancaria
– Archivos eliminados
Seguramente no es todo. Incluso, me atrevo a decir que tienen más información sobre nosotros que la que nostros mismos comprendemos. En el documental The Great Hack (Netflix) hablan sobre los datapoints, cada variable que Facebook sabe sobre nosotros,y cómo lograron influir en los votos electorales con el caso de Cambridge Analytica.
Otro ejemplo, es Connected (Netflix) donde uno de los capítulos muestra cómo una chica decidió reclamar a Tinder toda la información que estaba almacenando sobre ella recibiendo a cambio más de 800 páginas llenas de datos que la app tenía.
¿Y si no quiero regalar mis datos?
Parece que la única opción, para no regalar nuestros datos, es convertirnos en ermitaños a irnos a vivir a una montaña donde estemos alejados de cualquier dispositvo tecnológico. ¿Pero es realmente una opción?
Lo mejor es crear conciencia sobre los datos y la información que le estamos brindando a las tecnologías de la información y la comunicación; es decir, leer los términos y condiciones para aceptar o no el uso de las mismas. Y aquí está la clave: el uso.
Como usuarios, debemos saber que cada una de las acciones que ejecutamos con estas tecnologías serán un datapoint más a nuestra huella digital. Así que la decisión está en ti, ¿qué datos son los que quieres regalar?
Saber pensar, para saber hacer.