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¿Qué hacer cuando llega la dichosa procrastinación?

“Tu puedes retrasarte pero el tiempo, no lo hará Benjamin Franklin-

¿De qué va la Procrastinación?

“Diferir o aplazar”, así es como lo define la Real Academia de la Lengua Española, RAE, psicológicamente hablando; se refiere al hecho de retrasar las tareas hasta el último minuto, una vez vencida la fecha límite.  Este retraso irracional, aún a pesar de las consecuencias evidentemente negativas que ello acarrea, parece no preocuparnos del todo a quienes hemos caído en esta práctica en alguna etapa de nuestras vidas.

Mucho se habla al respecto de este concepto, o quizás debiera decir; mal que aqueja a un sector de la población económicamente activa.

¿Por qué un mal? Por la sencilla razón de que; la raíz en muchos casos, tiene que ver con una baja autoestima de la persona.  Razón por la cual, es algo que puede corregirse con el debido tratamiento.

Quienes tienden a procrastinar de manera regular, es probable que sean personas que viven preocupadas de lo que piensen los demás, las opiniones sobre sí mismos los afecten de sobremanera, sobre todo los negativos.  Quizás sean personas que además, no se consideran lo suficientemente capaces para desempeñar tal o cual actividad o para acercarse a cierto tipo de personas, por miedo a ser rechazados o humillados.

La buena noticia, es que de acuerdo con especialistas; la procrastinación, no es un trastorno psicológico pero sí un problema de conducta que debe atenderse.  Es un vicio (mal hábito) que puede y debe corregirse.  La razón es simple, de no atenderse a tiempo, además de afectar nuestra cotidianeidad, puede alterar y perjudicar nuestro desarrollo personal, impedirnos el crecimiento profesional y la consecusión de metas.

Procrastinación

Algunas consecuencias de la procrastinación

Casi como cualquier vicio en la vida, la procrastinación tiene consecuencias en el corto, pero también a largo plazo.  Por ello es importante encontrar la inspiración, o al menos la motivación, para movernos hacia adelante y salir de ese estado en que nos encontramos.  Nada bueno va a salir si seguimos aplazando las cosas, pero vayamos con la lista.

1. Perderás grandes oportunidades.
 

“En la vida debes estar siempre listo, maleta en mano en el andén correcto a la hora precisa en que las puertas del tren se abran. Subir depende de ti.”

Este consejo me lo dio, quien fuera mi suegro hace algunos años.

Refiriéndome al caso específico de la procrastinación; dejar las cosas para otro día, “patear el bote” para cuando estemos de mejor ánimos, nos va a meter en aprietos cuando la vida nos exija cierto nivel o cuando peor aún, no podamos reaccionar a una buena oportunidad, simplemente por no haber estado listos, sin razón alguna.

2. No cumplir objetivos.
 

Después de procrastinar y aplazar por meses las actividades que dijiste que querías o debías hacer; estarás imposibilitado anímica y emocionalmente para dar el paso que te eleve al siguiente nivel, tanto en tu vida personal como en la profesional.  Eso, sin dejar de mencionar la ansiedad y posible depresión que habrán de presentarse cuando te des cuenta que el tiempo ha pasado y continúas exactamente donde mismo, sin saber el por qué.

3. Tomar malas decisiones
 

Sigue procrastinando y será cada vez más dificil tomar decisiones “sobre las rodillas” (frase que utilizamos en México, cuando debes tomar una decisión entre dos malas opciones, sin el tiempo suficiente de evaluar nada)

El recurso más importante que tiene el ser humano en la actualidad y al que menos caso hace es el tiempo.  Las decisiones importantes en la vida, requieren análisis y evaluación, para poder ejecutarlos, requieres tiempo, eso que dilapidamos en la procrastinación, porque tampoco es como que por no hacer algo, estamos haciendo algo más importante, seamos honestos.

4. Baja Autoestima
 

Procrastinar de manera indiscriminada; por no sentirnos suficientes, por estar de malas contra el mundo, por “la calor” o por la razón que tu gustes y mandes, a quienes viven con ansiedad o depresión les puede agravar un tema de autoestima previo, si no paceden alguna condición, el aplazar de manera indiscriminada, por aparente desinterés es ya de por sí, una alerta.

Lo mejor es que si detectan algunos síntomas de desinterés busquen a un especialista de la salud mental

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¿Cómo dejo de procrastinar?


Lo primero es reconocer que lo hacemos, ser conscientes de como invertimos o desperdiciamos nuestro tiempo.  El estar “ultraocupados” durante el día, es también una forma de procrastinación de actividades en alguna otra etapa de nuestra vida.  Además de motivación y fuerza de voluntad hay algunas cosas que a mi me han funcionado en diferentes etapas de vida, con gusto se las comparto:


1. Organízate
 

En otra columna ya les había comentado sobre la necesidad de dividir y organizar tu semana de domingo a sábado, de tal forma que coloques en ella, primero las actividades esenciales; (llevar hijos a la escuela o ir al trabajo, dormir, comer) y después tu pasión (gimnasio, yoga, futbol, club de tobi, etc) tus horas productivas y así con el resto de tus actividades.

Apégate al horario.


2. Deja de ver la cima, enfócate en el siguiente escalón
 

Uno de los problemas que tenemos quienes solemos procrastinar es preocuparnos al grado de autoinflingirnos una crisis de ansiedad o un ataque de pánico por algo que sabemos o queremos hacer pero nos da miedo todo cuanto puede salir mal, es decir, sucumbimos al pensamiento futuro y lejos de ver el siguiente escalón para no irnos de bruces, vemos la cúpula y sólo decimos:

“No manches, falta un ch…”

La vida y las metas importantes son una carrera de resistencia, no de velocidad.

3. Abandona los pensamientos negativos
 

Deja de pensar en los “porqué no” y en los “y que tal si” y comienza a buscar los cómo sí se puede lograr en pequeñas etapas o pasos.

4. Aprende a descansar
 

Como ya procrastinaste mucho, ahora te da sentimiento de culpa descansar, sobre todo si ya estás enrachado con un par de semanas, en la dieta, el proyecto o la relación laboral.

Sin embargo, hay algo que en el mundo laboral se conoce como “burnout” y una persona que tiende a procrastinar puede caer fácilmente en este.

Prende las alertas, hay que aprender a descansar.

5. Comienza de una buena vez.
 

“Demasiado análisis, produce parálisis”

Deja de analizar y comienza de una buena vez, corriges sobre el camino y a partir de la experiencia con el usuario.

6. Mantén tu meta a la vista.
 

Debes estar convencido del para qué estás haciendo todo este esfuerzo, carga contigo eso que deseas lograr, leelo, míralo, obsérvalo, visualízalo y siéntelo todos los días, de ahí vendrá tu motivación.

Dejar de procrastinar exige trabajo y ganas de mejorar, de otro modo no será posible


Gracias por leerme

J.Pablo Altamirano

Ventas / Marketing Digital / Imagen Pública


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