¿Qué negocio pongo?
A lo largo de mis años como consultor para pequeños negocios, una de las preguntas más recurrentes por emprendedores, ha sido y sigue siendo la que atenta y pone a prueba mis habilidades como adivinador.
-Juan Pablo, ¿qué negocio me recomiendas poner?-
Quizás esperan, o anhelan, que de mi boca salgan palabras mesiánicas que señalen el camino del éxito a partir de un simple “pon esto o aquello” o a lo mejor un “mira, si fuera tú pondría este…”. Si eso fuera posible, ¡Uf! ¿Te imaginas?
Si bien existen tendencias en el mercado, aún en medio de la pandemia, éstas no son garantía de que el negocio vaya a prosperar por el simple hecho de abrir las puertas y esperar a que los clientes lleguen. Depende también de la operación de las personas que la conforman, así como de una multitud de factores, entre ellos la economía de la región.
A un año de vivir en medio de una pandemia que parece no terminar, al menos no en este 2021, la pregunta adquiere nuevas dimensiones. No sólo se centra en el tipo de negocio idóneo, sino que además las personas dan por hecho que el rubro recomendado, debe ser “rápido” (lo que sea que eso signifique) y poderse monetizar tanto como sea posible para tener el estilo de vida que muchos presumen en redes sociales.
Como mencioné en la edición anterior, la gente tiene prisa pero no constancia; si algo no funciona en 30 días, el desgano, desilusión y demás emociones negativas se apoderan de las personas haciéndolas, en la gran mayoría de los casos, claudicar en sus intentos.
Si bien no es algo anormal, dadas las circunstancias actuales, si es algo que merece un análisis un poco más sesudo antes de brindar una recomendación, por lo que me permitiré responder con otra pregunta y el desarrollo de la misma.
¿Si el dinero no fuese un problema, que negocio te gustaría poner?
La respuesta, estimado lector encierra mucho más de lo que imaginas. Más allá de tus creencias o anhelos, en ella -quizás sin darte cuenta- se encierre una pasión escondida de la que quizás no te has percatado y que, de prestarle la debida atención, representará el motor para ponerse en marcha; por lo que sugiero que tomes un momento para verdaderamente pensar en tu respuesta.
Aunque suene trillado pero muy trillado, quiero que consideres esto: ¿Qué es aquello que tanto amas hacer que estarías dispuesto a hacerlo gratis?
Las pasiones representan un importante punto de partida cuando de emprender se trata; ya que los grandes negocios surgen a partir de aquello que amamos hacer o realizar, incluso esas mismas pasiones, visto desde otro ángulo, se convierten en variables de segmentación o catalizadores durante el proceso de venta.
Dicho lo anterior para responder de una mejor manera a tu pregunta ¿qué negocio pongo? Revisemos algunas cuestiones que te ayudarán a definir justamente eso.
1. Define que te gusta hacer, cuáles son tus pasiones; cocinar, enseñar, asesorar, vender, hacer música, construir, proyectar, dibujar, tejer, etc…
2. ¿Para que eres bueno? Cuáles son tus capacidades y habilidades.
3. Tras vivir casi 12 meses en medio de la pandemia; que problemas o necesidades has detectado en tu comunidad (colonia, coto, ciudad, estado, etc…)
5. De los servicios o productos adquiridos durante los últimos 6 meses, ¿qué sugerencias de mejora podrías hacerles a los dueños?
6. ¿Las necesidades o problemas que has detectado afectan a muchas personas o sólo eres tú? Pregunto porque en caso de ser muchas las personas que opinan como tú, ahí hay una veta de negocio que merece ser explorada y en su caso explotada.
7. Una vez detectado el problema o necesidad, imperativo es que pongas a prueba esa idea que tienes, comienza en pequeño.
8. Promociónate pero sin vender, transmite el valor de lo que haces, debes enganchar a las personas para que volteen a verte y hacer que deseen eso ofreces y que mejorará sus vidas en alguna de sus dimensiones.
9. Equivócate y corrige de inmediato, alerta a las opiniones o propuestas de mejora.
10. Ayuda a alguien con su emprendimiento.
A diferencia de otros tiempos, hoy puedes iniciar tu negocio desde la comodidad de tu casa sin una gran inversión. Lo más difícil, será creer que puedes lograrlo. Ponerte en marcha hará que dejes de dudar de tus capacidades.