Los medios y las redes nos bombardean de noticias sobre los ‘ ricos y famosos ’. Y volteamos a ver nuestras vidas y nos sentimos fracasados.
La realidad es que es un error compararse con los que tienen más, que de entrada son los menos en el mundo. El simple hecho de tener acceso 24/7 a internet, desde nuestros propios dispositivos, y tener una profesión que nos permite darnos nuestros lujitos de cuando en cuando, como una buena comida, una buena fiesta o un viaje de fin de semana.
Sin embargo, hay algunos hábitos que podríamos perfectamente adoptar de esos ‘ ricos y famosos ’ que a veces nos deprimen, para seguir creciendo hacia una vida exitosa y feliz.
1. Confía en ti.
Lo peor que puedes hacer es desanimarte a ti mismo. Tenemos la mala costumbre de darle vueltas a ideas negativas hacia nuestro potencial. Hay que descartar esa línea de pensamientos en cuanto las detectemos. Piensa que sí puedes y pon manos a la obra a hacerlo, sea lo que sea lo que quieres hacer.
2. Ármate de valor.
En los 90s, la cantante Fey dijo ‘el miedo es un ladrón’ lo cual es totalmente cierto. El miedo paraliza y te impide tomar oportunidades que te llevarán a dimensiones inimaginables. Claro que tu zona de confort es deliciosa y acojinadita, pero no te va a sacar de donde estás ahora.
3. Por lo tanto, toma riesgos.
Son lo único que nos lleva a crecer y a construir. Cada reto trae sabiduría y aprendizaje. Si no lo sorteas, se convirtió en experiencia; si sales adelante, ya avanzaste un paso más. Lo desconocido no necesariamente es peligroso y los cambios no son como los imaginamos. Si siques haciendo lo mismo, lo único que lograrás obtener es más de lo mismo.
4. Dedícate a lo que te gusta.
Hay personas que piensan que el trabajo es tan malo que hasta te tienen que pagar por hacerlo, en lugar de pensar, como lo dijo Confucio, que si te dedicas a algo que te gusta jamás tendrás que trabajar. Lo que te gusta lo haces con pasión y no cansa, no tiene límites, puedes fracasar y repetir las cosas una y otra vez hasta perfeccionar. Así son las pasiones. Así se logra vivir con éxito de forma cotidiana.
5. Establece tus propias metas.
Los demás podrán decirte lo que tú quieras: dedícate a esto, lo que haces no te llevará a ninguna parte, eso no es productivo… lo que sea. Todos somos rebuenos para opinarle a los demás porque no estamos en sus zapatos. Tú sabes lo que quieres. Ahora deja de soñar, porque el ‘algún día’ no te va a sacar de donde estás hoy. Muévete, ponle fecha y lugar a lo que quieres, y da el primer paso. Muévete.
6. Jerarquización y priorización son puntos clave.
Piensa qué tanto te atoras en cosas que te quitan tiempo. Cuando tienes que resolver varias cosas al mismo tiempo, resuelve de una en una, en forma ordenada. No te dediques a lo que tienes que entregar al final porque lo que urge se va a atrasar. Piensa de atrás para adelante: lo de mañana lo hago hoy, sigo con lo de pasado mañana, y así consecutivamente.
7. Bien y a la primera.
No hagas las cosas al aventón, sólo por cumplir. Lo tendrás que repetir o sencillamente no tendrás recompra. Además de lograr fechas de entrega, haz las cosas con calidad. Te ahorras el reclamo, el hacerlo una vez más y el tiempo perdido. Y así sacas lo que sigue y lo que sigue, incrementando tu productividad.
8. Usa tus recursos: inventa atajos.
Bill Gates está convencido de que debe buscar a personas flojas para encargarles una tarea complicada. ¿Por qué? porque ese tipo de personas van a encontrar la forma más fácil de hacer una tarea. Mira a tu alrededor y observa cómo puedes hacer lo que estás haciendo en menor tiempo sin sacrificar calidad. Piensa cómo facilitarte la vida, para abarcar más y, a la vez, para tener más tiempo de hacer otras cosas en tu vida personal. Eso te dará equilibrio entre los ricos y famosos.
9. Gente, gente, gente…
Rodéate de personas inteligentes y positivas. La toxicidad y la estupidez son contagiosas. Záfate, escápate, cambia de aires… evita enfermarte de negativismo.
10. Haz lo mejor por ti.
Ponte la metas pequeñas y enriquecedoras en tu vida cotidiana: lee 10 páginas al día, camina 5 minutos, agradece todo lo que tienes y todo lo que te dan, come algo delicioso… y, como los italianos, de cuando en cuando date permiso de no hacer nada y disfrútalo “dolce far niente”.
Ricos y famosos
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