En México, el panorama mediático es más complejo y competitivo que nunca. Al igual que en países como Estados Unidos y España, los periodistas mexicanos enfrentan una carga de trabajo abrumadora: reciben en promedio entre 200 y 300 correos electrónicos al día, pero solo el 10% de esos “pitches” son relevantes para sus audiencias. Esta saturación hace que un periodista dedique apenas unos segundos a escanear un correo electrónico antes de decidir si lo abre o lo elimina.
Por ello, para que un mensaje de relaciones públicas destaque, debe ofrecer algo que realmente importe. Las historias con datos, estadísticas y noticias que se alinean con la línea editorial de un medio no solo tienen más posibilidades de ser consideradas, sino que, según un estudio de la empresa de relaciones públicas Muck Rack, los pitches que incluyen cifras y datos relevantes son 3 veces más propensos a ser publicados.
Además, el éxito no solo radica en lo que decimos, sino en cómo lo decimos. En una era en que las audiencias están más fragmentadas que nunca, escuchar es una herramienta invaluable. De acuerdo con estudios recientes, las campañas que se construyen a partir de un análisis de las conversaciones en redes sociales y que abordan temas de interés para el público mexicano logran una tasa de engagement un 50% mayor que las que solo se centran en la promoción de un producto.
Las relaciones públicas deben ir más allá de la promoción de una marca para convertirse en un puente entre una empresa y su público. Si un publirrelacionista se toma el tiempo de investigar el medio, analizar su audiencia y escuchar sus necesidades, puede generar una historia que no solo sea noticiosa, sino que también resuene con el público y fortalezca la credibilidad de la marca.
La investigación como base
Para realmente conectar, no basta con la escucha pasiva. Es vital que los profesionales de las relaciones públicas se conviertan en consumidores activos de medios. Esccuchar e investigar a quién le estás hablando es la clave. Antes de enviar un solo correo, es indispensable sumergirse en el trabajo del periodista al que te diriges. ¿Qué tipo de notas cubre? ¿Qué temas le apasionan? ¿Qué ha escrito en los últimos meses? Esta labor de detective te permitirá identificar qué historias le funcionan y cuáles no, y te ayudará a crear un pitch hecho a la medida, que demuestre que valoras su tiempo y su trabajo.
La investigación también debe ser la base de nuestras historias. En lugar de limitarnos a redactar un comunicado, debemos buscar datos interesantes, estadísticas sorprendentes y ángulos originales. Cuando un pitch está respaldado por cifras relevantes y un relato bien construido, el periodista no solo tiene una noticia, sino una herramienta para informar a su audiencia. En un mercado tan saturado como el mexicano, el éxito de una estrategia de relaciones públicas no se mide por la cantidad de comunicados que se envían, sino por la calidad de las conversaciones que se inician. Por ello, es esencial dejar de hablar y empezar a escuchar.
Por: Virginia Vega, Directora Ejecutiva y socia de Plural








