En alguna ocasión asistí a un seminario de ventas y una de las muchas premisas del capacitador era “De 100 personas allá afuera, hay 92 a las que no les interesas en absoluto, 6 a las que podrías convencer y 2 que en definitiva sí te comprarían… el dilema es que están revueltos siempre, por ello debes tocar la puerta a los 100”. Suena lógico, ¿no?… pues ¡sonaba!
¿Cómo piensan?, ¿qué valores los rigen?, ¿cuáles son las necesidades y rasgos de personalidad de tus clientes? ¿qué probabilidad existe de que sean afines a tu marca o les interese una promoción? Las métricas de Social Media han llegado muy lejos, no es novedad que podamos rastrear ciertos patrones de comportamiento online. Ahora gracias a la Computación Cognitiva (a mí no me engañan, es un nombre elegante y menos agresivo para “inteligencia artificial”) podemos definir la personalidad y valores de los usuarios, catalogarlos y buscar similares como si de un anaquel gigante se tratara.
Funciona de la siguiente manera. Un software analiza comportamientos y actitudes a partir de lo que publican tus clientes en redes sociales y los perfila en cinco modelos básicos de personalidad y 47 rasgos de necesidades y valores que son analizados y clasificados, lo que se traduce en una gran cantidad de información que supone una gran ventaja: conocer a tu público y establecer un paradigma general en el que encajan la gran mayoría de ellos.
Una vez establecido dicho perfil, ingresas a una plataforma que te permite buscar entre millones de usuarios a aquellos que sean más afines con las características planteadas y, por ende, con tu marca. Puedes además combinarlo con otros parámetros para asegurar criterios aún más precisos.
Entonces, si en el primer paso detectamos que la mayoría de mis seguidores son, por decir, positivos y ordenados; podemos hacer una campaña digital enfocada y localizada hacia personas con dicho perfil, sean o no mis followers; impactando de manera positiva a la mayor parte de mi comunidad y llegando a aquellos que no me conocen o no son mis clientes pero que cuentan con una gran probabilidad estadística de serlo.
Retomando el seminario de ventas que les platicaba. Esto significa que ya no necesito gastar recursos ni energías en tocar las 100 puertas; exclusivamente me estaría dirigiendo a esos 8 de cada 100 a quienes de cierta forma les intereso y que me garantizan al menos 2 impactos efectivos mediante la segmentación por personalidad. ¡Magia!
Evidentemente saltan muchas preguntas al aire; en la opinión de un servidor, en esta profesión no podemos dar nada por sentado.
Los resultados de estos perfiles de personalidad, si bien nos dan un muy buen norte para direccionar campañas, pueden resultar tan confiables como lo que cada usuario decide publicar en sus redes; por ejemplo, no necesariamente alguien que esté pasando por una depresión profunda lo comparte en sus redes o se expresa al respecto; he conocido gente realmente amargada y negativa que sólo comparte positivismo en sus redes. Será cuestión de analizar los resultados en un futuro cercano. He de confesar que en los estudios de prueba que se realizan desde el año pasado, la efectividad ha sido gratamente sorprendente.
¿Alguien de ustedes ya ha contratado o contrataría el servicio para una de sus campañas?
Platiquemos en @FerFamania