¿Por qué a los especialistas en marketing digital, esos que ayudan a las empresas o figuras públicas a impulsar sus negocios, les cuesta tanto trabajo conseguir miles de seguidores?
¿De plano son tan malos o sólo son un producto sin “chispa”?
Una de las variables que consideran los dueños de negocio, emprendedores o responsables de los departamentos de comercialización o ventas, al de contratar los servicios de un especialista en mercadotecnia o agencia de publicidad, en la actualidad, es el número de seguidores que “ostenta” el “profesional”.
Es decir, ¿cómo me ofreces mejorar mi negocio si tus redes no tienen ni 50,000 seguidores? Estas fueron algunas de las preguntas con las que cuatro especialistas en marketing digital, miembros de la comunidad “Soy.Marketing”, sostuvieron un encuentro con tres clientes en los rubros de gobierno, iniciativa privada y periodismo.
Aquí el primer compilado de ideas.
Lo primero que sugiere uno de los especialistas; a la solicitud expresa del cliente de querer tener miles de seguidores, es hacerle la pregunta: ¿Para qué los quieres?
Quizá la pregunta suene un poco obvia dentro de un entorno comercial. Sin embargo, la pregunta establece una posición de inicio para cualquier estrategia, esto a partir de la modificación que han hecho la gran mayoría de plataformas de contenido en donde debes ocuparte de todos y cada uno de los seguidores y buscar que interactúen, tanto con la cuenta, cómo entre ellos a partir de lo que se publica. Ya no digamos si son cuentas que en su momento “adquirieron seguidores (Bots) o likes a publicaciones” se vuelve imperativo limpiar dicha cuenta.
Otro punto que hay que aclarar antes de partir, es el tamaño del cliente, ya que la premisa propuesta toma diferentes matices tratándose de PyME o de grandes marcas.
Un cliente nacional, preferirá agencias calificadas dentro del medio en donde la variable a considerar sea el talento creativo de la agencia y no tanto del número de seguidores con que cuenta. Aquí los datos sí cuentan y se privilegian los resultados.
Es evidente suponer, que cualquier dueño de negocio espera, que a cambio de un nuevo seguidor, se concrete una venta y ese es el primer mito que se debe eliminar.
Si las redes sociales hoy día son un ente viva, cualquier emprendedor deberá comenzar a tratar a su comunidad como tal y no sólo como una serie de interruptores que se encienden y apagan a voluntad cuando las ventas del negocio van mal.
Si ahora hablamos de audiencias o públicos, con mayor razón debiéramos ocuparnos de los contenidos, no como sustituto de las actividades propias de venta, sino como complemento; aunque a estas alturas y después de siete años dedicado al marketing digital, mucho me temo que el contenido de valor (ese que a todos los dueños de negocio, les da flojera hacer) se ha convertido en la punta de lanza de las estrategias, sobre todo si el negocio carece de un website que verdaderamente opere como herramienta de comunicación y de venta, que sea un punto de entrada al negocio y no sólo un compilado de fotos y párrafos soporíferos colgadas de un dominio.
Regresando al planteamiento inicial, otro de los especialistas fue más categórico al indicar que la falta de seguidores, sí se debe a una falta de contenido y a una falta de atención a la herramienta de promoción.
Si las redes, como ya dijimos, son un ente viva; entonces también es necesario que el profesional en la materia dedique tiempo a su comunidad digital.
¿Y a qué hora si tengo que atender las cuentas de los clientes? se preguntarán muchos.
Ese es el otro problema que padecen muchos de los profesionales en marketing digital, sobre todo los independientes; la falta de planeación y el subsecuente crecimiento de su negocio.
Y aquí cabría una reflexión; Si eres el estratega digital, tú no ganas dinero programando cada publicación y revisando estadísticas de rendimiento, menos haciendo los diseños. El especialista, como muchos me darán la razón, gana diseñando la estrategia y haciendo que su cliente crezca; además de la venta. Para todo lo demás, se entiende que en un inicio la tengamos que hacer de hombre orquesta, pero tarde o temprano se vuelve necesario contratar ayuda para poder crecer. Ley del tope que le llaman.
Hasta aquí ¿Qué te ha parecido?
Nos queda todavía el tema de “influencers” y la opinión de los tres clientes, pero te lo cuento en la siguiente entrega.
Si estás interesado en el audio de la charla (90 min) por favor envíame un mensaje a cualquiera de mis redes, requiero tu gmail para darte acceso al archivo.
Soy Juan Pablo Altamirano, gracias por leerme.
Nos leemos en 15 días.