Soy milusos, y qué

Hace algunos meses, cuando Chabelo se retiró (o lo retiraron), encontrábamos en la tele infinidad de entrevistas que le habían hecho a lo largo de su carrera. Muy chambeador y visionario, en una de ésas dijo “en este país te tienes que dedicar a muchas cosas para no morirte de hambre”… Y vaya que si tenía razón.

Cuando me aventuré en el mundo del freelance, pensé que lo correcto era especializarse. Estuve 20 años de haber godineado felizmente en las más importantes agencias de publicidad, en un par de medios y en una empresa anunciante. Aterrada pero independiente, me inicié dedicando todo mi esfuerzo a promoverme como especialista en planeación estratégica y comunicación.

Oh, error. Nada pasaba.

Un día alguien me invitó a escribir en un medio especializado en nuestra industria y eso me permitió tener un poco de escaparate. Pero aun así, el negocio no levantaba.

Restricciones y Cultura Publicitaria | Enrique R & Francisco G & Sharahí Z & Monserrat R & Hans H

Para entonces, mis amigos me hablaban “oye, tú que no estás haciendo nada, ayúdame a hacer esto”. Y de ayudar mientras no hacía nada me di cuenta que toda la gente sabía que podía hacer muchas cosas, menos yo.

Así fue cómo mi negocio se empezó a diversificar. La planeación estratégica quedó en un segundo plano. Podía organizar eventos, escribir guiones y hacer documentos para presentaciones. Me invitaron a dar clases y a hacer traducciones. Y alguien me aventó, literal, a una sala Gesel porque el moderador no llegaba y había que correr unas sesiones de grupo. Todo esto me obligó, además, a mantenerme actualizada, estudiando todo lo que iba emergiendo en el terreno digital.

Ahí se acomodó todo. Y eso me ha servido para darme cuenta de varias cosas.
  1. Confirmo que hay que dedicarse a muchas cosas para vivir bien.
  2. Te abres puertas en negocios que no te imaginabas que podrías conocer / especializarte.
  3. Si se te va un cliente, no hay motivo para llorar. Ahí están todos los demás.
  4. Si un cliente se atrasa en pagos o abusa administrativamente, le das las gracias (o simplemente irte) sin miedo.
  5. Siempre hay alguien recomendándote para hacer algo.
  6. Sigues teniendo tiempo para ti.
  7. No dejas de aprender y siempre estás vigente ¡y activo!

¿La clave? Especializarse “en todo” lo que sabes hacer bien. Y eso: hacerlo bien, y a tiempo. #PutAttention

Cuando me aventure en el mundo del Freelance

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