La publicidad engañosa: el cuento que sigue y sigue
¡Ojo! No he querido usar las palabras “estafa” o “fraude” para definir este tipo de
¡Ojo! No he querido usar las palabras “estafa” o “fraude” para definir este tipo de
Todos se separaron hacia sus autos “tradicionales” y fue cuando Adolfo extendió su comentario al cuarto observador que no había dicho una palabra durante todo el trayecto, -¡Bueno! No podía decir otra cosa, es que Benjamín siempre sueña y, a veces es ¡TAN desesperante! ¿Cuántas cosas de lo que dice que hará, ha hecho? Como la mitad, a veces me da un poco de pena, ¿Sabes? El acompañante sólo sonrió y finalmente dijo –¡No te preocupes!
Hay productos tan básicos que sencillamente no pueden convertirse en artículos de lujo, y eso no quiere decir que estén mal, de tal forma que no corramos riesgos en su posicionamiento o incluso su supervivencia en el mercado por la necedad de querer venderlos como “exclusivos”.