¿Alguna vez has escuchado el concepto de “ Rat Race ”? La traducción literal es “Carrera de Ratas”. Hace referencia a las ratas de laboratorio que corren sin parar en un cilindro tras un pedazo de queso. En la vida laboral de hoy este concepto se aplica a las personas que trabajan y compiten entre ellas; en una carrera sin fin, por obtener poder y dinero. La búsqueda de “crecimiento” en el campo profesional es muy normal pero se desvirtúa cuando las personas se enfocan en obtener algo aún a costa de todo, incluyendo personas. Y en muchos casos este enfoque cambia de lograr una meta, a mantener el estatus quo evitando que alguien más lo logre. Esto es triste pero muy común.
Alguna vez surgió el tema en una de mis clases a estudiantes universitarios de negocios y marketing. Les comenté algunos puntos alrededor de este concepto de la vida moderna en el campo de trabajo y surgieron varias dudas y opiniones al respecto. Aquí comento algunos puntos que una buena amiga me dio cuando estaba a punto de salir al campo laboral; algunos no los comprendí al 100% en ese momento-, y otros los aprendí directamente a través de la experiencia. Espero que puedan ayudarte a ti a no tener sorpresas o manejarte lo mejor posible. Sin cruzar al lado oscuro, en el mundo corporativo:
Al trabajo no vas a hacer amigos.
Es extraño que alguien te diga algo tan “tajante” cuando aún no tienes experiencia laboral o tienes poca; sin embargo, es verdad. En mi experiencia he hecho grandes amigos en mis trabajos; sin embargo, la amistad se ha consolidado cuando ya no trabajamos de forma directa o incluso trabajando en diferentes organizaciones. Esto nos lleva al segundo punto.
Sé desconfiado(a).
¿Por qué? Y ¿A qué me refiero con esto? Hay un dicho que dice “piensa mal y acertarás”. Todo mundo quisiéramos que toda las personas a nuestro alrededor fueran íntegros, éticos y confiables; pero la realidad es que no tenemos certeza de ello hasta que se demuestre lo contrario. Esto sólo puede saberse con el tiempo y conociendo y reconociendo a las personas. Por tal motivo sé prudente, discreto y sí: desconfiado.
Siempre se dice que las mujeres tenemos un sexto sentido y por más que alguien tenga dudas al respecto, es verdad que somos más perceptivas. Sin embargo todos: hombres y mujeres tenemos lo que se llama intuición, la cual es una buena herramienta así que es importante que le hagamos caso. No se trata de crear paranoía, pero cuando percibas algo “extraño” no lo pases por alto ya seas hombre o mujer. No está de más estar alerta. Si yo les contara cada situación de la que me he percatado en ambientes laborales no lo creerían. Uno no siempre puede cambiarlo o resolverlo todo siempre, y a veces no nos corresponde, pero sí podemos saber si ese tipo de empresa es en la que nos sentimos cómodos para trabajar y crecer profesionalmente.
Establecer límites.
Cuando el ambiente laboral empieza a distorsionarse generalmente es resultado de mala comunicación y/o mala organización. En el momento en el que esto sea evidente debe tomarse acción, de otra manera los problemas se harán cada vez más grandes.
Crea equipos efectivos de trabajo.
En las empresas que he trabajado y me he sentido feliz por llegar cada mañana hay un factor común: trabajo en equipo y efectividad. Un buen equipo tiene claro el objetivo y da soporte al resto de los miembros, así llegar a los resultados se vuelve un círculo virtuoso que inspira. Tratemos de crear este enfoque, en verdad funciona. Y aceptemos que sí hay algunos tiburones y ratas allá afuera. No seamos ingenuos, aceptarlo es el primer paso para no convertirnos en uno de ellos, manejarlo y crear un ambiente de trabajo satisfactorio.