Quizá una de las historias con mayor mención y trascendencia en el ideario universal es la de la Torre de Babel. Es probablemente la más contada para explicar a los niños el origen de las lenguas. Y por si aquí hubiese algún despistado, la leyenda abreviada habla sobre la existencia de un solo idioma universal. Hasta que cierto grupo étnico decidió edificar una ciudad con una torre que llegara hasta el mismo cielo, despertando la ira de su dios que decidió crear la confusión entre ellos, asignándoles varias lenguas para dificultar su comunicación y dispersarlos por la tierra; dejando así, la labor de construcción de la torre inconclusa.
Pues bueno, eso fue muy al principio de los tiempos. Hasta ahora, lo más parecido a un idioma universal que conocíamos era el inglés. Por supuesto debido mucho más a un asunto de trascendencia económica y hasta cierto punto cultural. Sin embargo, la era digital y las redes sociales han modificado la manera de comunicarnos, y el idioma ha tenido que mantenerse en evolución continua. Tan sólo refiriéndonos a la RAE, se agregaron alrededor de 5,000 palabras en el año 2014. Esta evolución atañe no sólo a lingüistas sino a todos aquellos que de una u otra forma nos ganamos la vida tratando de dirigir mensajes acertados al público. Y por supuesto el mundo de marketing debe no sólo actualizarse y adoptar éstas modificaciones al lenguaje hablado y escrito, sino acoplarse a aquellas formas de comunicación que no son gramaticales.
¿Les ha pasado que hay cosas que no pueden describir mejor que con determinado emoji?
En un mundo en el que lo importante es comunicarse de manera eficaz, y sobre todo rápidamente, las imágenes cobran un sentido primordial para la comunicación entre las personas. ¿Para qué decir en 10 palabras lo que puede ser dicho en un meme?
Para que una marca logre establecer comunicación eficiente con el mercado (sobre todo una marca dirigida al público millennial), es necesario que se desenvuelva en un tono que no parezca anticuado sino relajado y coloquial. Que desarrolle un tono suave que incorpore las formas de comunicación que comprenden y gustan a sus consumidores.
Dejemos de tener miedo a las nuevas herramientas.
Hagamos un cambio que puede ser de forma más no de fondo para que nuestra audiencia logre sentirse identifacada con nosotros. Que no sientan que quién les habla es un colega de trabajo de su tío Ismael. Para ello hay 3 consejos que me gustaría compartir:
- Si tu marca no está acostumbrada a dirigirse al público de tal forma, tus clientes tampoco están acostumbrados a recibir de tu parte ese tipo de mensajes. Hazlo de forma gradual, probando la reacción y aceptación del consumidor. Familiarízalo con tu nuevo lenguaje. Por el contrario, parecerá que hiciste un cambio abrupto en tu equipo de marketing. O que despertaste un día con la crisis de los 40 y estás tratando de parecer más “en onda”.
- Mantente al día. Aunque no lo creas, hay empresas de talla internacional que han tenido éxito mediante la ejecución de programas internos diseñados para familiarizar a su equipo con el empleo de la jerga actual (y sí, esto incluye a los memes).
- Elimina el tabú de que la seriedad es credibilidad; esto depende del tipo de industria a la que tu marca pertenece. Pero a estas alturas son muy pocas las personas que no gustan del sentido del humor; o que dudarán de tu profesionalismo por incluir un emoji en tus redes sociales.
Parece que nos encaminamos nuevamente hacia la dominación de un idioma universal. Y no sé qué les parezca a ustedes. En lo particular, me emociona ver que los avances tecnológicos nos ayudan a dar pasos agigantados hacia la comprensión y distribución de mensajes que van más allá de la lengua materna de cada uno. ¿les parece así también? Platiquemos @FerFamania
