Tenemos una percepción determinada respecto a toda persona con la que interactuamos, por muy superficial o profunda, breve o longeva que sea nuestra relación con ellos; luego entonces, cada persona tiene una percepción respecto a nosotros, pero… ¿Estamos seguros que es la correcta?
No importa el medio en el que te desenvuelvas, labores, te diviertas; lo que los demás perciben de ti influye (y mucho más de lo que creemos) en tus relaciones, tu vida personal, el rumbo de tu carrera; no exagero si digo que influye en toda tu vida.
El Personal Branding consiste en hacer de tu persona una marca y cómo poseedor de cualquier marca, destacar las fortalezas y valores para poder venderla de la mejor manera posible. Existen orígenes del término y de los profesionistas dedicado al mismo, sin embargo, es tan antiguo como nuestra existencia como ser social, el problema es que la mayor parte del tiempo no estamos conscientes de cómo explotarlo para que las cartas jueguen a nuestro favor. Su base radica en dos premisas fundamentales:
- Conocimiento de uno mismo
- Proyección de la imagen correcta en nuestra interacción con los demás
La tarea empieza por respondernos preguntas como
- ¿quién soy?
- ¿qué es lo que sé hacer y qué lo que hago mejor?
- ¿cuáles son mis principales valores?
- ¿cómo quiero comunicar todo lo anterior a mis interlocutores?
- ¿lo estoy comunicando de manera adecuada actualmente?
Por muy sencillo que parezca, merece un trabajo de introspección muy profundo además de honesto. Como dice el dicho “es más fácil mirar la paja en el ojo ajeno”. Y de verdad resulta complicado mirarnos al espejo con total franqueza sin estar supeditados a lo que nuestros demonios nos cuentan de nosotros mismos. Me queda claro que esa es la razón por la que existen profesionales encargados de guiarnos por el correcto camino, pero aún en el caso de que no quieras o puedas acercarte a uno de ellos, tu marca personal está ahí, construida y construyéndose a cada momento desde hace años, impactando tu mundo y el de aquellos que te rodean, constantemente estás creando Personal Branding, con todas tus acciones, reacciones, actitudes, expresiones, con tu lenguaje y tu simple presencia.
No encuentro mejor ejemplo que el siguiente: casi todos tenemos ese amigo del que la gente opina que es insoportable (por las razones y del modo que sea), sin embargo, nosotros que lo conocemos a profundidad sabemos que es un ser extraordinario y que no hay nada más alejado de la realidad que la percepción que tiene el común denominador de la gente sobre su personalidad; ¿qué es lo que falla entonces? La respuesta puede obedecer a factores tan complejos como su comportamiento ante un público o tan burdos cómo la forma en que viste; pero podemos resumirlo a tú Personal Branding.
Crear tu marca personal no consiste en ir por la vida con una careta.
Sino a la definición de quién eres, lo mejor que tienes o haces y demostrarlo en cada movimiento que realizas; cómo dije, no es un trabajo sencillo y probablemente te tome mucho tiempo. Sin embargo, valen las pena los esfuerzos si tenemos presente que un correcto Personal Branding puede ser el detonante que proporcione más medios para lograr nuestras metas en cualquier ámbito de la vida.
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