Ya es sabido que la pandemia vino a acelerar los cambios tecnológicos que ya de por sí eran bólidos, y que no hay industria o ámbito que esté exento de integrarlos en su forma de hacer. Otra cosa sabida es que el sector salud se ha vuelto prioritario. Lo novedoso es que, en medio de esta primera etapa de vacunación en varios países, firmas tecnológicas y de salud estadounidenses han decidido aliarse para tener una especie de “cartilla digital de vacunación”, vía smartphone. 

Se trata de un registro de las vacunas recibidas contra el COVID-19 que estará disponible en el teléfono celular de cada persona y que, según los argumentos de los aliados empresariales para esta iniciativa, tendría la cualidad de ofrecer datos “confiables, rastreables, verificables y universalmente reconocidos” sobre el estatus de vacunación de cada individuo.

¿Por qué la necesidad de tener este registro digital disponible y universal? La iniciativa parte del hecho de que por ahora los sistemas de registro de vacunación no cuentan con el control necesario, el soporte de acceso conveniente, ni un modo efectivo de intercambio de datos. Por ello, la coalición empresarial trabajaría en facilitar el acceso digital al registro de vacunación personal.

El argumento dado es que esta cartilla digital garantizaría un regreso seguro de las personas a los ámbitos más afectados de su ser económico y social: trabajo, escuela, eventos y viajes. 

Entre las firmas socias se hallan Safe Health, Salesforce, Oracle, Microsoft, CARIN Alliance, Cerner, Change Healthcare, The Commons Project Foundation, Epic, Evernorth, Mayo Clinic y MITRE. 

Para los usuarios, el tener una credencial digital de vacunación de Covid-19, daría acceso rápido y seguro para viajar, regresar a la escuela y al trabajo con la garantía y confianza de que ya se posee la vacuna y que no se pone en riesgo la salud de otros. Aunque nadie puede garantizar todavía la inmunidad de las personas ya vacunadas. 

Por otro lado, la digitalización personalizada de los registros de vacunación sí facilitaría el intercambio de datos y ayudaría a los pacientes a tener acceso y compartir de manera sencilla la información a través de su dispositivo móvil, sobre todo, en situaciones en las que fuera necesaria una prueba de vacuna. 

En México, los objetivos de digitalizar los datos del sistema de salud siempre han aparecido lejanos, a pesar de que se ha hablado de los grandes beneficios que tendría el contar con un expediente digital único por paciente, disponible en cualquier centro de salud: eficiencia en el ingreso, atención y tratamiento de los pacientes.

El actual IMSS asegura que lleva un 78% de trámites digitalizados relacionados con los derechohabientes y recaudación de cuotas obrero-patronales. Pero si bien algunos de los tantos trámites pueden gestionarse de manera online, lo cierto es que aún debemos cargar con nuestra cartilla física para poder ser atendidos.

Sin esa cartilla, donde se registran de manera manual, a pluma y lápiz, las atenciones recibidas en salud preventiva, consultas y vacunas, no hay modo de recibir atención médica, así se haya aportado al seguro social durante toda la vida laboral. Antes, se tendrá que pasar por algunas ventanillas para contar con este documento fácilmente alterable.

Si se concreta, la iniciativa de la cartilla digital de vacunación COVID-19, obligaría a muchas naciones a subirse a un tren que han estado posponiendo por las razones que se quiera.

La llamada Iniciativa de Credenciales de Vacunación Covid se realizaría con “Tarjetas de salud SMART basadas en las credenciales verificables W3C y los estándares HL7 FHIR (“Tarjetas de salud SMART”), a las que tendrían acceso los interesados.

La iniciativa abrió el sitio vacinationcredential.org por si te interesa tener mayor información.