Tu temperamento te delata; ¿cuánto sabes sobre él?

Recientemente, al estudiar un Diplomado en Marketing, asocié de inmediato el tema de los arquetipos, utilizados en mercadotecnia para definir las personalidades no solo de los productos, sino también del público al cual serán dirigidas las campañas, con el tema de los Temperamentos, que es sin duda uno de los talleres que conduzco y que tienen mayor impacto en  quienes participan, debido a que les abre los ojos sobre su personalidad, y que impacta positiva o negativamente, en muchos aspectos de su vida.

¿QUÉ ES EL TEMPERAMENTO?

Generalmente la gente dice: “vaya temperamento de este tipo”, refiriéndose a alguien que explota, muchas veces ofendiendo, gritando, pataleando, brincando y más.

Mas nunca he escuchado que digan lo mismo, de alguien que abraza a su pareja, que cuida a sus hijos, que se preocupa por el medio ambiente, que se embelesa cuando ve una ecuación integral o derivada, que aplaude cuando un proyecto, grande o pequeño, se cierra con éxito o que disfruta de la naturaleza, o de alguien que llora ante una obra de arte.

Sin embargo, todas esas acciones, son manifestaciones del Temperamento de una persona.

Las empresas lo saben, por eso llevan a cabo campañas que de pronto te cautivan y te hacen gritar, reír, llorar. Lo mismo lo saben las grandes empresas de mercadotecnia, que son quienes llevan a cabo las estrategias para presentar cualquier producto ante el mercado. Ambas, saben de la importancia que tiene llegarte al corazón, o a la cabeza, para motivarte a escucharlos. Y por ello, los arquetipos han resultado una herramienta de lo más valiosa, porque se enfoca en descubrir, mediante entrevistas y/ o encuestas, lo que motiva de cada producto, a las personas que tienen el potencial de convertirse en consumidores.

Ambos temas, los Arquetipos y el Temperamento, están basados en los trabajos de Carl Jung, uno de los psicólogos más destacados de la historia. Y nuestro amigo Jung, no fue el primero en observar el impacto del temperamento en la conducta humana. Mucho antes que el, Hipócrates ya lo había estudiado 400 años antes de Cristo, y los asoció con los fluidos corporales. Jung los relacionó con el Cuerpo, Intelecto, Sentimiento e Intuición. Después de Jung, vinieron Adickes, Spranger, Fromm y Myers que llegaron a conclusiones muy similares, aunque utilizando, cada uno, diferentes términos.

Con base en esos estudios y pensamientos, se ha definido que 

El temperamento es la forma en que cada uno, recibimos la información, cómo la procesamos y la digerimos internamente, para después actuar.

Todos procesamos la información de forma diferente, dependiendo de nuestro temperamento, y lo único que ven los demás es la forma en la que actuamos. Nuestro proceso interno, muchas veces, ni nosotros lo comprendemos.

Un ejemplo sencillo lo puedes observar en una empresa, donde se da la misma instrucción a 50 colaboradores, y sin embargo, cada uno la procesa y la entiende de forma diferente, sin que alguno esté intentando hacer algo mal. Simplemente procesó la información de forma diferente y en consecuencia, actuó diferente.

Muy pocos nos detenemos a pensar en el “porqué” de nuestro comportamiento. No es algo que tengamos integrado en nuestro proceso diario. Generalmente, simplemente actuamos. Y en el camino, dejamos algunas personas encantadas con lo que hicimos, otras sorprendidas, otras ofendidas y algunas indiferentes. Rara vez revisamos el impacto de nuestras acciones en los demás.

Además del temperamento, hay factores externos muy poderosos, que también influyen en nuestro comportamiento, como: el medio en el que nos desarrollamos, la educación que recibimos, los ejemplos de nuestros padres, maestros, los valores que nos fueron inculcados en la familia y los que adoptamos a través del tiempo. Todos esos factores, también influyen en nuestro comportamiento. 

Pero el temperamento, tiene una influencia enorme en nuestras acciones, en la forma en que tomamos decisiones y sobre todo, en la forma en que nos relacionamos con los demás. De ahí la importancia de conocerlo, para mejorar el impacto en nuestros clientes, colegas, amigos, familia, estudiantes. 

Un líder, muchas veces sin saberlo, es alguien que ha logrado comprender que, frente a ella o frente a el, hay un grupo de personas que no necesariamente son motivadas por las mismas palabras; ni por sus mismos gestos o acciones.

En algunos de los talleres que conduzco, hay personas que, al descubrir que ellos y sus parejas tienen temperamentos totalmente diferentes, han soltado el llanto, pues esas diferencias fueron el motivo de su rompimiento y, de haberlo comprendido a tiempo, ambos pudieron haber hecho algo para seguir unidos.

Lo mismo con jefes, que perdieron colaboradores valiosísimos, simplemente por no comprender la diferencia en estilos de comunicación.

Y vendedores que han perdido clientes importantes, solo porque no supieron responder con la información que el cliente pedía, en el momento y en el formato que la necesitaban.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE CONOCER MI TEMPERAMENTO?

Una vez que descubres tu temperamento, podrás tener una mejor idea de cosas tan importantes como:

  • ¿Cómo me perciben los demás?
  • ¿Cómo puedo mejorar mi comunicación con las personas importantes en mi vida? (Pareja, jefe, colaboradores, amigos, clientes)
  • ¿Qué tipo de comunicación tendrá mas impacto?
  • ¿Cómo me comunico normalmente?

BUENO, PERO YA DIME, ¿CÓMO DESCUBRO MI TEMPERAMENTO?

Aunque el proceso de determinar tu temperamento no es difícil, requiere en la mayoría de las veces la intervención de alguien con conocimiento del tema y quizá la aplicación de algún estudio breve. Sin embargo, te voy a dar algunas guías que estoy seguro te ayudarán a definir en qué grupo te encuentras, con base en tus características personales, para que después explores lo que debes hacer para mejorar tu impacto.

La metodología para la definición de los temperamentos, está basada en los mismos principios definidos por Carl Jung, utilizando 4 grupos, cada uno con características muy particulares. Vamos a llamarlas:

  • V
  • A
  • N
  • D

Son solo letras sin un significado particular, para evitar darles una etiqueta que ponga imágenes en tu mente. 

Conforme leas las descripciones, escribe con cual te identificas más. Cual es esa que, al leerla, dices: Esa soy yo!!! Y márcala con un numero 1, la siguiente márcala con un número 2 y así hasta el 4 a la que menos te define.

ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE LOS TEMPERAMENTOS

Antes que nada, esto no es una “biblia”. Es el resultado de observaciones y de la aplicación y estudio de cientos de cuestionarios en talleres, llevados a cabo en todo el mundo.  Existen diversas empresas e instituciones que, después de mucho análisis, han llegado a validar estas teorías y tu mismo lo puedes hacer, realizando el ejercicio.

Siempre es importante participar en vivo con tu equipo de trabajo o con aquellos que convives mucho tiempo. Este ejercicio es un gran acercamiento que te permitirá conocer un poco de ti, y sobre todo, ser consciente de cómo es que los demás te están observando.

¡Veamos a cada grupo!

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El Grupo V

Son personas que disfrutan pensar, son intuitivos. El tiempo para ellos no tiene mucho sentido y es solo como una herramienta para lograr lo que quieren. Les encanta investigar y adoran poseer información. Guardan TODO lo que les parece importante y piensan que les puede servir en el futuro. En aquellos tiempos en los que existía el papel, tenían cajas y cajas y cajas llenas de documentos de hace 5, 10, 20, 30 años… por si los necesitan. Hoy, tienen discos externos de teras y teras, todos llenos y guardados en algún orden que para ellos tiene sentido.

Algo que los limita, es que piensan tanto, que a veces se les dificulta llegar a la acción. Viven en su mundo y en ocasiones, las necesidades de las personas a su alrededor y que dependen de ellos, no se cubren en su totalidad, sobre todo las afectivas. Son excelentes técnicamente en su trabajo, pero se les dificulta relacionarse con los demás, pues no les es fácil ponerse en los zapatos de otros y por lo tanto no empatan con las agendas de los demás.

Si hablas con ellos, háblales directo y sin rollo. No toques sus espacios de trabajo ni los interrumpas cuando están en estado contemplativo. Tampoco los toques, si ellos no dan un primer paso. Les encantan los números, las cifras, todo lo que sirva para comprobar que algo es cierto. Quizá son los que entran a internet más para investigar sobre diversos temas, que para diversión. Y el investigar, ¡es para ellos diversión!

Si les das información escrita, asegúrate de que está bien fundamentada. Añade bibliografía cuando sea necesario, dales fechas, y los harás felices.

El Grupo A

Es un grupo de personas muy sensibles. Les es muy fácil conectar con la gente y brindarles todo el tiempo y el espacio que necesitan, pues parecería que su objetivo es ayudar a todos los demás a cubrir y cumplir sus necesidades. Son personas que parecería que tienen un sexto sentido, pues pueden detectar tu estado de ánimo apenas con mirarte. Son capaces de observar los pequeños cambios en tu forma de expresarte, de actuar. Les molesta mucho que haya tensión a su alrededor. Siempre están listos para ayudar a solucionar los conflictos entre personas o grupos. También listos hasta para decir una pequeña mentira, con el fin de que alguien más no sea perjudicado.

Su problema principal, es que no saben decir “no”. Si llegan a decirlo, se sentirán culpables el resto del día, pues sienten que te fallaron. Son capaces de dejar de comer o dormir, para apoyar a otros y generalmente, se encuentran en la búsqueda de si mismos. Aman a su familia, amigos, su mascota, la naturaleza.

Cuando hables con ellos, no levantes la voz. Se consciente de que en la forma de pedir, está el dar. Solicita las cosas con tranquilidad, con respeto y en el momento adecuado. Sobre todo, pregúntales siempre cómo se encuentran. No les des números. Mejor háblales de sentimientos.

El Grupo D

Son un grupo de personas entre sensibles y duros. Son excelentes administradores de tiempo. Les puedes encargar que coordinen cualquier agenda y la llevarán a cabo tal como se planificó. Son realistas. No siempre te dirán que si, cuando tienen dudas respecto a si tu propuesta, es algo alcanzable o no. Prefieren protegerse con la verdad realista que darte falsas esperanzas. Cuando algo no sirve, les es fácil desecharlo. Puede tratarse de cosas, de herramientas, incluso de personas. Son sensatos y viven en la realidad.

Pero son en ocasiones, demasiado rígidos. Pueden dejar morir una relación, “porque mis responsabilidades me exigen que les dedique más tiempo personal”. ¿Descansar? Para qué; ya descansaré cuando termine este proyecto. Ah, y por favor, no los hagas esperar.

Si hablas con ellos, habla directo, en el momento adecuado y cuando no estén coordinando algo importante. No les hables de sueños, háblales de realidades, dales cifras. No les digas que habrá muchas flores en el jardín, diles cuántas flores les puedes asegurar que habrá… y porqué y cuánto van a costar y… quien las va a llevar.

No les hables en imágenes, mejor háblales con gráficas, números bien ordenados.

El Grupo N

Está formado por personas que son sensibles y son a la vez muy perceptivas y aventureras. Nunca te van a decir que no. Aunque no sepan qué hacer ni tengan una solución en ese momento. Te dirán que sí y de inmediato buscarán una solución, generalmente muy acertada para cualquier problema. Son sumamente flexibles y se pueden adaptar a cualquier estilo de liderazgo. Conviven con todos en la organización, y no se molestan con los cambios, que pueden ser de dirección, de estilo, de objetivos. Ellos se adaptan y siguen adelante. Generalmente llevan la delantera en los proyectos, en ocasiones sin tener toda la información, pero su intuición es muy acertada. En este afán de ir adelante en busca de la emoción, en muchas ocasiones dejan personas y amistades dañadas a su paso.

Su problema radica en que son muy dispersos. Dicen “si” a tanta cosa, que de pronto no tienen tiempo suficiente para cada compromiso, con lo que dan la imagen de no tener suficiente interés en nada. Dan la impresión de que están cambiando continuamente de dirección, cuando en realidad están tratando de cumplir, ligeramente, con todo aquello con lo que se comprometieron. 

Si hablas con ellos, que sea sin rollo. Asegúrate de mirarlos a los ojos, para que tengas la seguridad de que te están poniendo atención. De otra forma, te estarán escuchando, pero su mente estará, generalmente, en los 201 compromisos que tienen que atender… y muchas veces sin saber cómo.

¿Y ahora?

Espero que hayas llegado hasta aquí, y más aún, que hayas logrado identificar en que grupo te encuentras respecto al temperamento. También, estoy seguro, ya pensaste en que tu pareja es V, o tu mejor amiga es A. Está bien, eso lo hace más divertido.

Vas a descubrir que tienes características de varios grupos. Es mas, de todos los grupos. Somos una combinación de todos los temperamentos. Sin embargo, siempre hay alguno que domina.

Todos tenemos algunas características sobre las que tenemos poco control, pero que, al conocerlas, tenemos la posibilidad de manejarlas, controlarlas y tener un mejor impacto con quienes convivimos.

No es una biblia, ni la verdad absoluta. Sin embargo, como dije antes, esta teoría ha probado ser de gran valor cuando se lleva a la práctica.

¿A qué grupo pertenece ese cliente importantísimo con el que no has logrado cerrar?

¿Le estás hablando de la forma correcta? ¿Le estás brindando el tipo de información que va a tener sentido para el?

Es muy probable que si tu eres “V”, le estés brindando demasiados número a alguien que es “A” y que solo quiere saber cómo es que tu producto (casa, alimento, producto de limpieza, servicio) va a hacer su vida más feliz.

Espero te sirva de algo, un tema que a mi, me apasiona.

Espero tus comentarios y también tus dudas. 

JL

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