Se ha desatado una polémica muy grande en relación a la aplicación del plan Zero Rating por varias de las empresas tecnológicas más grandes del mundo. Y la vertiente tiene las dos aristas clásicas; los que están a favor vs los que están en contra.
Primero aclaremos que es al Zero Rating
Es una práctica comercial que los operadores de telefonía ofrecen a sus usuarios para el uso “ilimitado” de las redes sociales; Facebook, Twitter y Whatsapp. Entrecomillo “ilimitado” pues sólo puedes accesar a ellas pero… y ahí es donde esta el problema, si interactúas con tus contactos cargarán los costos a lo megas que tengas contratados. Telmex por ejemplo, ofreció el Zero Rating por algún tiempo. Quizá se dieron cuenta de las protestas o inconvenientes de esta política. Ahora los planes te incluyen esas redes, pero ya te establecen en volumen de megas que incluyen para ello.
¿Porqué la polémica?
Defensores de los derechos de la neutralidad en Internet, establecen que el Zero Rating monopoliza el acceso a redes sociales. Solo incluyen las tres mencionadas y dejan a las demás fuera. También se argumenta que las telefónicas fomentan el negocio de Facebook, Twitter y WhatsApp. Y lo hacen “enganchando” a sus usuarios en sólo esas tres redes. La práctica de ofrecer a los usuarios el acceso gratuito a algunos servicios de Internet -pero no a todos- resulta desigual y sienta un peligroso precedente a la hora de segmentar los contenidos según el consumidor. Esta práctica da a las compañías un poder excesivo de determinar dónde navegar y qué hacer en la red.
¿Peligra realmente la neutralidad en la red?
Hay países como la India y Colombia que han legislado sobre el tema y cancelado este tipo de planes. Sin embargo, en Estado unidos por ejemplo, existen planes de AT&T y Verizon, que sólo ofrecen a sus usuarios, bajo la modalidad Zero Rating, datos de aquellos proveedores de contenidos que pagan a las telefónicas para hacerlo. Tales acuerdos del tipo “pagar para usar” (pay to play en inglés) favorecen a los grandes proveedores de contenidos que sí pueden permitirse el lujo de pagar para estar a la vista de los usuarios. Y marginan a los que no pueden, como las proveedoras de contenido sin fines lucrativos, pequeñas empresas y otros usuarios.
Para expertos como Josh Levy, director de promoción de la organización pro derechos en Internet Access Now, el Zero Rating es un intercambio injusto (de Internet) para los pobres del mundo; es un “Internet pobre para gente pobre”.