Audio columnas: En esta sección podrás escuchar la columna ⬇“El poder de tu mente, determina el potencial de tu vida”.
– John C. Maxwell –
Somos criaturas mentales
Somos criaturas mentales, lo que nos diferencia de los animales, es nuestra mente.
Y dado que nuestra mente es la que nos ayuda a hacer realidad aquello con lo que soñamos, anhelamos o deseamos; es por eso que se vuelve imperativo no sólo conocer estas 7 leyes mentales, sino aprender a estar en armonía con ellas y usarlas a nuestro favor.
Estas leyes son tan inexorables como la ley de la gravedad, es decir si te avientas desde el piso 15 de un edificio, irremediablemente caerás al suelo. Y a pesar de que muchos individuos pueden creer que son pavadas, jaladas mentales, charlatanería o simplemente una pérdida de tiempo (yo solía ser uno de ellos) el conocimiento, comprensión y aplicación de las mismas, ahorra mucho tiempo en la consecución de la vida que queremos.
Dicho de otro modo, estas leyes mentales determinan todo cuanto sucede en nuestras vidas, queramos aceptarlo o no; si vivimos en armonía con ellas, todo fluye, los retos se superan más rápido y las oportunidades comienzan a aparecer en el camino.
En cambio, si no vivimos en armonía con éstas, los problemas, dificultades y frustraciones son la constante en la vida.
Estas son las 7 leyes mentales
1.Ley del Control
Uno se siente bien consigo mismo, en la medida en que se siente que está en control de su vida y sus circunstancias.
Si esto no sucede, nos sentimos y consideramos unas víctimas de las consecuencias, que nada sale como deseamos y el negativismo y frustración se apoderan de nosotros mismos.
Dicho de otro modo, si sientes que no estás en control de tu vida, entonces la vida pesa.
Con base en las cinco dimensiones del ser humano, vale la pena revisar aquellas aéreas en las que te sientes mejor contigo mismo y aquellas en las que no.
Estas áreas son:
1. Espiritual
2. Social
3. Emocional
4. Intelecto
5. Cuerpo físico
Aquellas áreas en que te sientes más satisfecho son las que te aportan más felicidad, satisfacción, gozo, dicha; te hacen sentir que estás en control de tu propia vida, te sientes en paz.
Por el contrario, aquellas áreas que evitas atender o te generan una emoción negativa, son las que sientes o consideras que escapan a tu control. La causa de unas y otras es sólo una, tus pensamientos.
Aquello que pensamos y cómo lo pensamos determina nuestros valores y todo cuánto ocurre dentro de nosotros.
Ahora bien, la forma en cómo pensamos, acerca de nosotros mismos, influye o dictamina nuestros sentimientos y éstos a su vez, determinan nuestras acciones. Estar en control significa, pensar y sentir que somos los arquitectos de nuestra propia existencia, que somos los capitanes de ese barco llamado vida y por consiguiente, podemos dirigirlo hacia donde queramos.
Aprender a controlar nuestros pensamientos, nos permitirá tener mejores sentimientos, estos generarán acciones positivas y encaminadas al logro de nuestras metas y las acciones determinarán nuestro nivel de éxito o fracaso.
2.Ley del Accidente
“Al fallar en planear, está planeando fallar”
La mayoría de las personas no tienen un plan de vida; tienen anhelos, sueñan con una vida mejor pero no tienen un plan claro para conseguirlo, algunas de éstas ni siquiera creen que sea posible lograrlo.
Por el contrario, creen que todo es cuestión de suerte o de algún milagro. Al no tener un plan, no trabajan de manera consistente y mucho menos práctico.
Hace tiempo aprendí de un amigo, quien además fue mi jefe; que chambear no es lo mismo que trabajar. Chambear significa hacer alguna actividad de manera repetitiva y rutinaria con el fin de resolver lo inmediato; trabajar en cambio, significa ser productivo, hacer con un propósito mayor, existe un para qué. Mientras que chambear significa dar vueltas sobre lo mismo, sin dirección, muy activos y responsables, pero sin dirección; trabajar en cambio, significa adecuar las velas del barco para llegar a su destino.
Vivir bajo esta ley del accidente, explica porqué muchas personas viven de malas, enfermas, frustradas, enojadas con el mundo. Y todo se debe a que no sienten estar en control de su propia vida y eso es consecuencia de no tener un plan. Ni hablar de sentirse en paz o felices consigo mismo.
3.Ley de Causa y Efecto
Para cada efecto en la vida, existe una causa específica; todo cuanto pasa en nuestras vidas pasa por una razón. Si tienes sobrepeso es porque no tienes control al comer, si tienes deudas en tarjetas de crédito es porque gastas más de lo que ganas, si te lesionas al hacer ejercicio es porque hiciste un mal movimiento o te excediste en tu capacidad, si tienes una torcedura de cuello, seguro es a consecuencia del estrés y así sucesivamente.
De igual forma los éxitos y la felicidad no ocurren por accidente, son consecuencia de hacer las cosas de manera consciente y consistente en la vida.
Si deseas tener más dinero, una casa más grande, mayor reconocimiento, mejores relaciones, más salud, ser más fuerte y flexible; hay que ir a la causa, analizar de manera detallada lo que estamos haciendo y reforzar esa causa, del mismo modo, si queremos tener menos deudas, menos decepciones, menos problemas, es necesario que analicemos la causa.
Cada que sintamos que la vida nos golpea, hay que recurrir a esta ley y revisar la causa, por crudo, ruin, duro o difícil que parezca.
Si queremos tener mejores efectos en las diferentes áreas de nuestra vida, necesitamos analizar y mejorar las causas. Es así de simple.
Si reconocemos las causas de lo que nos ocurre en el plano material, entonces podemos hacer de nuestras vidas lo que queramos. El problema es que la gente no quiere reconocer, ni aprender de sus errores y por eso esperan que algo divino, mágico, externo y fuera de su control; aparezca para resolverlo.
Explicado de otra manera; los pensamientos son causas y las condiciones son efectos, de tal modo que los pensamientos se vuelven agentes causales de cada uno de los aspectos de nuestra vida y hasta que reconozcamos esta realidad, seguiremos estancados donde mismo. Como decía Einstein cuando le preguntaron acerca de su definición de locura, él dijo: Locura es esperar resultados diferentes, haciendo las mismas cosas.
Si queremos cambiar las condiciones en las diferentes áreas de nuestra vida, sobre todo aquellas que nos disgustan o molestan, necesitamos cambiar los pensamientos.
Los pensamientos son la única cosa, en todo el mundo, de la que podemos tener control absoluto. Si mantenemos alineados nuestros pensamientos con todo aquello que deseamos, será más fácil controlar nuestras emociones y nuestras acciones; de tal forma que más pronto que tarde, las condiciones o efectos, comenzarán a ser lo que queremos, empezaremos a obtener lo que deseamos de la vida, antes no.
4.Ley de la Creencia
Crea en lo que crea, con fuerza, ésta se volverá su realidad.
Toda nuestra realidad, tal y como es ahora, es la imagen externa de nuestras creencias más añoradas.
“Si cree que puede hacer algo o cree que no puede, en ambos casos tiene razón”
-Henry Ford-
Son nuestras creencias las que dan forma a nuestra realidad, en la medida que creemos y nos convencemos de que algo es verdad, éstas actuarán como un filtro de toda aquella información que sea inconsistente con lo que creemos. Racionalizamos el mundo que nos rodea para que sea consistente con lo que ya hemos decidido creer.
De alguna manera, cuando las cosas van mal en nuestra vida, nos convencemos de que el éxito es algo imposible de lograr para nosotros, no vemos las oportunidades, ponemos excusas y pretextos para no intentar cosas diferentes, sucumbimos a los miedos, porque nos autosaboteamos, creemos que sin importar cuánto intentemos, nada de lo que emprendamos, personal o profesional, no tendremos éxito. ¿Les suena familiar?
Pero la verdad es que, si comenzamos a cambiar nuestros pensamientos y con ellos nuestras creencias, comenzamos en ese momento a cambiar nuestra realidad.
Por alguna extraña razón, los seres humanos desarrollamos en algún punto de nuestras vidas, creencias limitantes; creemos que estamos limitados en cierto modo para actividades deportivas, inteligencia, creatividad, habilidades para hacer dinero, para ser eficientes en el uso de nuestro tiempo, para aprender alguna habilidad, etc. Y la realidad es que la mayoría de esas limitaciones, existen sólo en nuestra mente.
“Fake it, till you make it”
(finge hasta que te salga)
Casi como el andar en bicicleta, al principio todos nos caímos incontables veces, hasta que llegó el momento en que aprendimos a mantener el equilibrio y a pedalear a mayores velocidades. Lo mismo hay que hacer con nuestras creencias limitantes, hacer como que no existen y volvernos a subir a la bicicleta para intentarlo, hsta que podamos hacerlo.
5.Ley de la Expectativa
Lo que se espera, se consigue.
No se consigue lo que se quiere, sino lo que se espera. Es decir, las expectativas sobre los resultados, cómo creemos que las cosas van a ocurrir, se convierten, por decirlo de algún modo, en la profecía de los resultados que deseamos.
Si esperamos cosas buenas con la expectativa de que nos pasen cosas buenas, el resultado será bueno. De igual modo si creemos que nos pasaran cosas malas con confianza, entonces obtendremos las adversidades que anhelamos.
El General Colin Powell, lo explicó de otra manera:
“Me preparo para lo peor, pero siempre espero lo mejor”
Las personas con más éxito han desarrollado una actitud de esperar con confianza, que les pasen cosas buenas, es decir, debemos desarrollar la actitud de una espera positiva. El ganador espera que le pasen cosas buenas, una persona que tiene éxito en la vida, espera ganar de antemano.
No importa si la información en que basamos nuestras expectativas no es del todo cierta o comprobable; como ejemplo, veamos el caso del libro de Rhonda Byrne “el secreto”, el cual ha sido traducido a más de 50 idiomas y ha vendido más de 35 millones de copias. Si la autora hubiera creído que sería un fracaso, ni siquiera lo habría escrito.
Si haces un poco de memoria y recurres a tus propias experiencias, verás que muy pegado a eso que algunos llaman intuición, tienes múltiples ejemplos de cosas buenas y malas que te han pasado; todas ellas a partir de lo con antelación esperabas que sucediera, así que lejos de vanagloriarte de las malas que vaticinaste casi con exactitud, enfócate en aquellas experiencias dónde todo ha salido bien.
Una de las cosas que cargamos como adultos, es la de vivir nuestras vidas, acorde a las expectativas que nuestros padres nos impusieron cuando niños. Si nuestros padres estuvieron presentes, nos apoyaron, instruyeron, alentaron y además nos brindaron todas las herramientas emocionales para sobrellevar los errores y aprender de ellos, es casi seguro que la vida de adultos será como una aventura donde cada cosa que sucede, tiene siempre algo de positivo. Pero si por el contrario fuimos menospreciados, abusados, criticados, insultados, ignorados y reprendidos de forma injusta, la vida de adulto no será otra cosa que un calvario.
Responde esto: ¿Cuáles eran las expectativas de mis padres, respecto del dinero, el trabajo, el mundo en general, la música, los amigos?
Dependiendo de la respuesta, tu vida de adulto será consistente con esas creencias. La buena noticia es que no importa lo mala que haya sido tu experiencia de vida hasta este momento, esta sí se puede cambiar.
En este momento: ¿Que expectativas tienes de ti mismo?
Si tienes expectativas positivas de ti mismo, te sorprenderás de todo lo que podrás lograr, éstas te harán aprender nuevas cosas, interesarte y atreverte a explorar nuevas áreas de crecimiento.
Esta columna que ahora lees, es producto del trabajo que Yo mismo comencé a hacer hace unos meses conmigo mismo.
Siempre espera lo mejor.
Una de las cosas que más me ha funcionado y que con gusto te comparto, es repetirme varias veces, justo al despertar por la mañana la siguiente frase:
“creo que algo maravilloso va a ocurrirme hoy” verás cómo tu autoconfianza y expectativas comenzarán a mejorar, si además decides hacerlo también antes de dormirte el efecto será mayor.
No importa si suena cursi, sólo hazlo.
6.Ley de la Atracción
Somos un imán viviente y que inevitablemente atraemos a personas y circunstancias que están en armonía con nuestros pensamientos dominantes, es decir con nuestros valores fundamentales.
Hoy sabemos, gracias a científicos como Nikola Tesla o a películas como Star Wars que toda la energía que fluye en el universo se encuentra en un estado de vibración. No importa qué tan rígido sea un objeto, ya sea tu piel, la silla donde estés sentado, la estructura molecular y sus átomos están en vibración. Y de acuerdo con la ley de la radiación, un cuerpo es capaz de emitir radiación en una longitud de onda determinada sólo si es capaz de absorber radiación en la misma longitud de onda.
Es decir; lo que emitas, atraerás.
Y créeme, para alguien que ha pasado la mayor parte de su vida en la negatividad, la frustración o escudándose bajo “el realismo de la vida”, esta es una las cosas que más trabajo me ha costado, aprender, probar y comprobar.
Nuestros pensamientos también están sujetos a este fenómeno, es decir, también irradian una vibración.
¿Cuántas veces en las que has sentido la necesidad de llamar por teléfono a un amigo o familiar, apenas contesta te dice: “no te vas a morir pronto” o “justo estábamos hablando de ti”?
De acuerdo con la ley de atracción, siempre se atraerán personas o circunstancias, positivas o negativas, que armonicen con nuestros pensamientos dominantes. De modo tal, que si quieres dejar de tener problemas o dificultades, se vuelve imperativo enfocar nuestros pensamientos en aquello que deseamos, en las personas o circunstancias que nos brindan tranquilidad, paz, éxito, abundancia. Al principio cuesta trabajo, pero en unas cuantas semanas comenzarás a vivir esos cambios.
Y entre más cosas buenas te sucedan, por así atraerlas, esta ley comenzará a trabajar más rápido.
7.Ley de la Correspondencia
Como dentro, así fuera
Significa que tu mundo exterior es un espejo de tu mundo interno, el reflejo de lo que piensas y sientes.
Hace algunos años, en un programa de televisión un maestro de Yoga compartió una frase que desde entonces llevo grabada en mi psique y de cuando en cuando, como en este momento que escribo la columna que ahora lees, sale a relucir por sí sola, la frase es esta: “Que mensaje estoy transmitiendo al mundo, que parece que la vida me está castigando.”
Es decir, nuestro mundo exterior es un reflejo fiel de nuestro mundo interior, dicho de otra forma, el mundo exterior es resultado de lo que sucede en nuestro mundo interior, si internamente vivimos un caos y no podemos, queremos o sabemos estar a solas con nosotros mismos, porque ni siquiera nos aguantamos, no nos extrañemos del mundo exterior en que vivimos.
Si queremos que nuestro mundo exterior cambie, necesitamos hacernos cargo de nuestros pensamientos, si te aqueja un problema de salud, es muy probable que la causa sean tus pensamientos y tus sentimientos.
Se ha comprobado científicamente que alrededor del 85% de las enfermedades que sufren los seres humanos son a consecuencia de los patrones de pensamiento, así como de la mala gestión de las emociones.
En otro orden de ideas, la calidad de nuestras relaciones, con el dinero, con la comida, con las personas, con el jefe, con los amigos o con los animales, son el espejo de nuestra propia personalidad.
¿Quieres saber que tan saludable es tu personalidad?
Revisa la calidad de tus relaciones a tu alrededor
La riqueza material, financiera, el nivel de comodidad que tengas en tu vida, guarda una estrecha relación con los pensamientos de tu mente, es decir, tu nivel de preparación para lograr esa riqueza.
Lo diré de una forma diferente; para tener más éxito afuera, primero necesitas tener más éxito adentro y entre más trabajes para tu interior, que además es la única parte que sí puedes controlar en un ciento por ciento, más rápido cambiará tu mundo externo.
El principal error que muchos cometemos es; que nos ocupamos de cambiar el mundo externo (que no controlamos) abandonando el interno por considerarlo secundario o menos importante. Pero cuando nos damos cuenta y tomamos conciencia de que si cambiamos nuestra mente, nuestro mundo exterior cambiará como consecuencia; entonces comenzamos a comprobar que, si cambiamos lo que pensamos de nosotros mismos, nuestra realidad también cambiará.
Si el universo es vibración y vivimos en un universo mental, luego entonces, todas las causas son mentales.
Nos convertimos en lo que pensamos”
-Earl Nightingale-
Gracias por leerme, nos vemos en 15 días.
Juan Pablo Altamirano
Con información de Bryan Tracy en su “Seminario Fénix”