“La fuerza no viene de una capacidad física. Viene de una voluntad indomable.” -Mahatma Gandhi-
A todos nos han sucedido o hemos pasado por rachas en las que las cosas se ralentizan, complican y parecen no salir bien. Peor aún cuando crees que haz avanzado una casilla, parece la vida o el destino se empeñan en hacerte retroceder dos. Y en estos momentos cuando la motivación y las ganas de seguir intentándolo pueden flaquear o debilitarse.
Si esa mala racha se extiende por un tiempo considerable, la pregunta frente al espejo hace de las suyas:
– ¿Qué caso tiene? –
Y si además, se suman otros factores; la bola de nieve puede volverse abrumadoramente grande, peor si eres de las personas que “les da pa´bajo”, entonces además la mochila comienza a pesar.
Eso me sucedió a finales de febrero, en 45 días perdí poco más del 60% de mi ingreso, este lo había logrado mantener durante ocho meses anteriores y además había generado algunos puestos de trabajo. Obvio la ansiedad se hace presente y cuando podría haber devenido lo peor, puse en práctica algunas técnicas o tips que ha ido adquiriendo desde hace tiempo a partir de esos pequeños cambios que ya he comentado en este y otros espacios.
No son recetas, son sólo tips.
Quiero aclarar que no estoy buscando convencerte de nada, sólo compartirte lo que en esta segunda parte de mi vida, en donde he tenido la oportunidad de comenzar de cero, me está funcionando.
Son algunas técnicas o herramientas (yo les llamo pataditas) que sirven para esos momentos en los que la cabeza comienza a jugarte una mala pasada y olvidamos quizás, el “para qué” nos esforzamos en eso que “decimos” que queremos lograr.
Si tu tienes mejores tips, no seas envidioso y compártelo con la comunidad.
Comencemos entonces:
1. Organízate.
Este primer punto es fundamental porque es donde la mayoría nos equivocamos al momento de priorizar, urgente e importante, nos enfocamos en el deber ser y no en el quiero hacer. Y por eso llega la frustración, porque no tuvimos tiempo para lo que realmente queremos y nos gusta.
Dicho lo anterior, te voy a sugerir una nueva forma para organizar tu día:
1.1 Calendariza tu semana de domingo a lunes (importante que sea así)
1.2 Considera las 24 hrs
1.3 Resta siete horas de sueño (o las que requieras)
1.4 Resta las horas que destinas a responsabilidades personales y familiares
(cocinar, arreglarte, preparar lunch, llevar niños a escuela, etc) super importante que consideres los trayectos de traslado y acomodes lo más estandarizado que puedas los horarios.
1.5 Aquí viene lo importante, destina el tiempo necesario a tu pasión, la que sea, pero es importante que tengas un horario específico e inamovible para ello, en mi caso son mis 2.5 hrs para hacer mi rutina de ejercicio.
1.6 Acomoda ahora sí el resto tus actividades.
¿Cómo, no te alcanzó el tiempo?
Ahora ya sabes porque es importante hacer todo con un horario en función de lo que es importante en tu vida.
2. Desconéctate.
Es “archirrecontraimportante” que aprendamos a desconectarnos antes de dormir, para dar tiempo a nuestro cerebro y sistema nervioso de relajarse, pero en cambio nos recetamos un baño de luz azul justo antes de cuandos e supone vamos a descansar y eso, a la larga, trae muchos problemas en los patrones de sueño, generando que amanezcamos cansados, pesadumbrados y hasta de mal humor, justamente por no descansar apropiadamente.
¿Qué me funciona a mi?
75 antes de irme a dormir, dejo mis redes sociales y celular en paz.
Bajo por un té, la galleta para miis perros.
Pongo algo de música, si me prende bailo en la soledad de mi recámara, me emociono, me doy un regaderazo con agua caliente, enciendo una vela, un incienso, bajo el mood y pongo algo de sonido ambiental para concentrarme, puedo tomar un libro libro o simplemente me dejo ir un rato.
“ay no que aburrido” por eso no descansas.
3. Medita
“Ay ya salió el hippie que quiere arreglar el mundo respirando”.
Cuando pierdas el miedo al ridículo (a mí me costó como 20 años) y sepas que hay maneras muy sencillas de reducir el stress o ansiedad en menos de 10 minutos, con ejercicios simples de respiración, hasta tu motivación va a mejorar.
Respirar (meditar) profundo, tan sólo 10 minutos al despertar antes de cualquier otra cosa, a mí me ha ayudado a la claridad en la toma de decisiones, a entender mejor mi entorno y las cosas que me suceden, producto de mis anhelos, pensamientos y emociones. Y sí, mi mundo es mucho mejor ahora. Más tranquilo.
4. Indentifica y usa tus horas pico
Cuando se es propenso a procrastinar o estás en un trabajo que no te satisface del todo, pero que al menos paga la cuentas, requiere de una mayor eficiencia al momento de utilizar un recurso tan valioso como el tiempo, para que de entrada, el día no sea un martirio.
Todos tenemos un horario en que funcionamos mentalmente mejor, y las nuevas modalidades, producto de la pandemia, al menos a mí me ha facilitado las cosas, ya no cumplo con un horario godín, sino que a partir del punto 1 (Organízate) utilizo mejor mi tiempo.
¿Dónde eres más productivo o divagas y te distraes menos?
No importa si es de noche, de día o en la madrugada; se trata de ser productivo, punto.
5. Visualiza tu tablero
Si todos los días al levantarte no ves un tablero, entonces eres pieza.
Garabatea tu ventana o cuelga un pintarrón en alguna pared frente a tu cama o escritorio. Divídelo tres meses y reserva un pequeño espacio para metas de largo plazo.
Se trata de que a diario (al levantarte y antes de acostarte) veas lo que debes hacer, fechas, deadlines, recursos y lo que sea que vayas a anotar en esa ruta crítica, para ayudarte a mantenerte enfocado y por ello motivado.
En el apartado de las metas a largo plazo, es lo que deseas conseguir, “el para qué” la ruta mensual, solo es el checklist que deber ir llenando para lograrlo.
¿Me expliqué?
6. Lee o escucha un audiolibro, pero haz una de las dos
Este punto no requiere mayor explicación, al menos 20 min al día.
¿Si no aprendemos cosas nuevas, como esperamos generar el cambio que deseas?
7. No cedas en tu meta
cuando las cosas se complican, es muy fácil sentirnos tentados a bajar el nivel, tanto del esfuerzo que dedicamos, como de los precios que cobramos o calidad que ofrecemos.
No lo hagas, si estás convencido de que lo que aportas, vendes u ofreces es de verdadero valor; sólo es cuestión de encontrar los cómo sí.
Tomará tiempo, pero si te malbaratas una vez, será muy dificil que los demás perciban tu verdadero valor.
Parte de esa motivación, radica en creérnosla nosotros mismos, sin egos exagerados, pero sin el síndrome del impostor haciendo de las suyas.
Tomará tiempo, pero sí se puede.
Yo tengo apenas 17 meses en un plan que me tomará al menos 120. Pero estoy mucho mejor que hace 30.
Gracias por leerme, hasta dentro de 15 días.