El 6 de junio se realizarán las votaciones para renovar la Cámara de Diputados, casi la mitad de las gubernaturas y diversos cargos en las 32 entidades del país, pero las restricciones de eventos públicos continuarán con todo y vacunación en marcha. Así, la tecnología vuelve al rescate. Ahora, de las campañas políticas.
Ante los riesgos que impone la pandemia, acercarse a la población, engancharla y generar empatía entre sus necesidades y las propuestas de los candidatos es una tarea que deberá hallar lenguajes distintos a los empleados tradicionalmente en mítines, manifestaciones o eventos públicos.
Vale recordar que la Organización de Estados Americanos (OEA) presentó el año pasado una Guía para organizar elecciones en tiempos de pandemia que reúne medidas para la realización de elecciones reduciendo los riesgos de contagio. El enfoque es justo la restricción de reuniones masivas.
Las plataformas digitales son vistas como la opción ideal en este contexto, pero las campañas tendrán que desplegar estrategias digitales más eficaces para competir con la oferta de contenido en internet.
Los lenguajes en apariencia inofensivos y coloquiales en redes sociales, por ejemplo, deben manejarse con maestría frente a una gama de herramientas digitales que permiten hacer de todo ante todo tipo de público, pero que justo en esa amplitud de posibilidades encierra el mayor riesgo, más aún en una contienda electoral.
Si las formas de hacer campaña están cambiando, también la recepción por parte de los destinatarios, quienes esperan mensajes atractivos, claros pero auténticos, honestos y en sintonía con sus intereses.
En México hay 80.6 millones de usuarios de internet, de acuerdo con el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). El 95 por ciento de ellos se conecta a través de su teléfono inteligente, 33 por ciento por medio de computadora portátil y 28 por ciento a través de computadora de escritorio.
Además, hay más de 4 mil millones de usuarios de redes sociales en el mundo cada mes y cerca de 2 millones se unen cada día a estas plataformas, según Hootsuite y We are Social.
Se calcula que cada usuario de internet pasa 15% de su vida diaria en redes sociales. Muchos buscan la manera de solucionar sus problemas apremiantes y espera encontrar respuestas, intercambio de ideas y una comunidad empática en las herramientas que tiene a la mano.
Esa búsqueda es justo la oportunidad de sacar provecho para acercar las propuestas políticas, pero hay que contar con el conocimiento para hacerlo de manera exitosa.
¿Por qué contratar a un experto?
Aunque no es nueva la estrategia de integrar expertos en marketing digital dentro de los equipos de campaña, conviene tener presente que los recursos que ahora demanda la estrategia digital se han multiplicado.
Las tareas de los expertos se han enfocado en el manejo de software de nano-segmentación, de monitoreo, inteligencia periodística y de ultra-segmentación de los mensajes.
Dentro de esas actividades, uno de los temas básicos para el éxito de la comunicación en plataformas sociales tiene que ver justo con la segmentación del público.
No basta con ubicar las redes más populares. La clave es saber qué tipo de usuarios hay detrás de cada una de éstas y si cuentan con el perfil al que me quiero dirigir.
Facebook sigue siendo la red con el mayor número de seguidores, pero tal vez la audiencia de una campaña política no se halle justo en esa plataforma. Ahí es donde puede entrar la mente del conocedor del marketing.
Otro tema que debe manejarse con conocimiento de causa es el uso de los bots. Sí, esas cuentas automatizadas encargadas de postear información verdadera o no, interactuar y generar reacciones entre el público real. Saber cuál es la forma ética de recurrir a este tipo de herramienta o la conveniencia de desecharla, también puede ser estratégico.
Si faltan razones para robustecer el equipo de campaña con expertos en marketing digital, aquí algunas otras:
—El alcance de la propuesta política aumenta.
—Es posible crear una interacción con los seguidores mucho más solida que en las campañas tradicionales.
—La investigación suele ser más puntual y amplia.
—Es posible contar con una medición de resultados.