Algo malo nos está pasando. Quizá se trata de un mareo repentino, una caída abrupta al suelo; la vista nublada, náuseas, ganas de llorar, o un deseo increíble de huir; tal vez son escalofríos en la piel, o bien, un dolor intenso que de a poco se siente por todas partes.
Así es como una crisis se manifiesta sin tocar la puerta de las empresas. Casi siempre súbita, fría y pegajosa.
Crisis en las empresas
Mucho se ha escrito sobre ella… cómo dominarla e incluso prevenirla como si fuera una enfermedad para las compañías. Y vaya que puede serlo. Una crisis mal cuidada tiene el potencial de convertirse en un cáncer metastásico sin remedio, que puede costar años de recuperación o incluso, la muerte de firmas que han sido desplazadas y olvidadas por el mercado.
¿Qué se hace en caso de crisis?, ¿cómo saber si se trata de una o es sólo un issue más que es necesario controlar?, ¿hay que hablar o quedarse callados?, ¿quién es el responsable, el culpable, el inocente y el implicado? Tantas preguntas por contestar y tan poco tiempo para tomar decisiones, antes de que la espuma de la incertidumbre inunde cada rincón de la organización.
Por eso es fundamental conocer los vehículos de prevención, disección, rescate y finalmente reparación de una crisis.
Para conocer cómo gestionar una crisis, es necesario distinguir cuándo estamos frente a una y cuándo es un issue que no llega a serlo, qué recursos dentro de la compañía se necesitan capacitar, de manera que se pueda echar mano de ellos en el momento correcto, así como cuáles son las reglas de oro en el manejo de cualquier tipo de crisis, tener un manual que considere el paso a paso de qué hacer según la filosofía y cultura corporativas, además de cómo leer acertadamente el avance de la crisis, qué implicaciones tiene tomar cualquier decisión y… luego, de qué forma recuperarse para salir con la cara lavada y conquistar lo necesario para retomar el ritmo.
Si bien es cierto que cada crisis es única, también lo es el hecho de que estar vacunados contra ella, favorece nuestras posibilidades de sanar después de padecerla. Incluso ese “algo malo nos está pasando”, gestionado de la forma correcta, puede ser una posibilidad de ganar terreno en el sector, tener nuevos clientes o conquistar otros nichos de mercado.