Hoy en día vemos a Checo Pérez hasta en la sopa, y no precisamente es por sus importantes logros dentro de la Fórmula 1, si no porque decenas de marcas lo ocupan como su embajador. En marketing entendemos bien que un influencer de este tamaño puede atraer muchos consumidores nuevos así como hacer más afines a los frecuentes, sin embargo ¿qué pasa cuando decenas de marcas usan la misma figura?
El mal de la publicidad: utilizar a la misma celebridad
El piloto es usado para promocionar marcas cómo: Xades, Kavak, OXXO, McDonald’s, KitKat, Inter MX, Telcel, Telmex, Cinépolis, Heineken, Patron, etc.
No es una sorpresa que Sergio es uno de los mexicanos más famosos en la actualidad, sin embargo cuándo lo vemos ¿en qué marca pensamos? Hay una diferencia abismal entre lo que McDonald’s y Patron quieren decirle a sus audiencias, para empezar una diferencia de targets entre todas las marcas que usan a Pérez.
Causando como consumidores que cuando veamos algún anuncio que lo utiliza como celebrity, ya no nos fijemos en la marca, si no en el personaje como tal. Dirigiendo nuestra afinidad al personaje de F1 más allá del producto.
Todas estas marcas han creado que veamos a Checo como un héroe nacional, que corre con los mejores representándonos en todo el mundo. Dejando a las marcas en segundo plano.
Elijamos correctamente a nuestro embajador de marca
Un embajador de marca es una inversión muy fuerte para cualquier compañía, así que elijamos bien quién representará nuestros valores y concepto ante los consumidores.
Es importante encontrar a alguien afín a nuestro target, que represente en sus logros y estilo de vida lo que queremos reflejarle a nuestros clientes. Dándonos él ese punch en la publicidad, y no al contrario.