En el deporte, hay triunfos que se celebran en la cancha y otros que cambian las reglas del juego fuera de ella.
Coco Gauff ha hecho ambas cosas. Con solo 19 años, ganó el US Open 2023 y más recientemente (este fin de semana) Roland Garros 2025, dos títulos que confirman su talento, pero también el avance de una lucha que lleva décadas: la igualdad salarial en el tenis.
Cuando ganó en Nueva York, Gauff recibió el mismo premio que Carlos Alcaraz: 3 millones de dólares. Y hace unos días, en París, volvió a suceder lo mismo: 2.5 millones de euros, igual que Alcaraz.
Hoy, en los cuatro torneos más importantes del mundo —el US Open, Roland Garros, Wimbledon y el Abierto de Australia— hombres y mujeres reciben el mismo premio. Suena justo. Pero no siempre fue así.
Todo empezó hace 50 años, cuando Billie Jean King se cansó de las diferencias y presionó para que el US Open fuera el primero en pagar igual. A ella se sumaron otras leyendas como Venus y Serena Williams, Martina Navratilova y Maria Sharapova. Coco es parte de esa historia: una nueva voz con el mismo mensaje.
Y ¿Por qué esto importa para las marcas?
Porque hoy no basta con tener talento. Los atletas que marcan diferencia son los que representan valores claros. Gauff firmó con New Balance a los 14 años y hoy tiene una línea de tenis con su nombre. Además, trabaja con marcas como Barilla, Head, Bose, Ray-Ban y Baker Tilly. Todas apuestan por ella no solo por su ranking, sino por lo que representa.
El deporte femenino está creciendo rápido, y las marcas que entienden este momento no lo ven como una moda, sino como una evolución. Coco no solo gana partidos. Mueve conversaciones, inspira a nuevas generaciones y representa un cambio que ya no tiene marcha atrás.
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🎾 Food for Thought
La igualdad en los premios ya llegó. Pero, ¿y la igualdad en la inversión publicitaria, en los tiempos de transmisión, en los patrocinios? Coco ganó el torneo… ¿están las marcas listas para ganar con ella?