En los últimos años, el comercio electrónico demostró su fuerza al crecer casi de manera exponencial el número de compradores, así como el de los anunciantes. Tan sólo en 2020 el número de operaciones creció en un 60% en México, producto de la emergencia sanitaria que nos ha tocado vivir.
Ante el cierre de espacios y puntos de venta físicos, muchos negocios se vieron en la necesidad de subirse, por primera vez a redes sociales para promover sus negocios, con todo lo que ello conlleva.
Afortunada o lamentablemente, depende el cristal desde donde desees asomarte a ver, para muchos dueños de pequeños negocios no ha sido el éxito pensaban, toda vez que las creencias falsas con que contaban las han trasladado al medio, me explico.
Antes de la aparición de redes sociales, medios como la radio o la prensa escrita eran de acceso a medianas empresas con un presupuesto destinado a la publicidad, la televisión eran grandes ligas, de modo que los pequeños negocios podían aspirar solo al volanteo, la sección amarilla (muy cara en su momento también) o el tan famoso BTL, que en un inicio representó una buena opción para este tipo de negocios.
A la llegada de las redes sociales, la industria de la publicidad cambió y mucha gente, dueños de negocios, han dado cuenta de ello en los últimos cinco años.
Al día de hoy, en el caso concreto de Facebook, ya no se trata de una red social, sino de un medio de comunicación, con reglas y métodos que ha ido ajustando conforme van creciendo; por un lado la comunidad digital (experiencia de usuario) y la oferta (contenido orgánico y pagado)
Los tiempos donde con $300.00 pesos a la semana podíamos tener un alcance de cerca de las 7,000 personas con un 20% de interacciones y un rango de conversión de hasta el 25% de los mensajes recibidos para una oferta específica, han quedado atrás.
Hoy los clics cuestan más caros, los objetivos se han especializado de acuerdo a sus funciones, el mismo formato de anuncio ya no sirve para todas las ubicaciones; las pautas ya no funcionan durante 30 días, ahora hay que ser muy específico en la forma de programar las interacciones, el alcance esperado y por ende las conversiones en ventas. Lo anterior incluye los cambios que ha realizado Facebook a su algoritmo en el último año, producto de las elecciones, las “Fake News” y el Covid.
Si recientemente has visto afectado el funcionamiento de tus campañas, has visto reducido el alcance e interacciones o si de plano, estás comenzando a optimizar una cuenta publicitaria, estas son algunas recomendaciones que podrán ayudarte a mejorar el rendimiento de tu pauta publicitaria. Normalmente toma 90 días optimizar un perfil en las diferentes plataformas.
- Define por mes que deseas conseguir (no todo es venta, concéntrate en el valor)
- Define bien y segmenta aún mejor, a quien le vas a comunicar y cómo se lo vas a comunicar; creer que puedes comunicarte de la misma manera con alguien de 25 y de 45 años es tu primer error; los estilos de vida son diferentes, aún tratándose del mismo producto. Más aún después de un año de encierro.
- Genera al menos 6 públicos diferentes para probar los mensajes y la respuesta de audiencias.
- Qué contenido vas a compartir para enganchar a tus audiencias.
- Con que periodicidad vas a publicar ¿dos veces al día, tres veces a la semana, diario?
- Del contenido de valor, ¿a cuántas publicaciones les vas a asignar pauta para generar interacción entre tu comunidad digital?
- Cada cuando y con que frecuencia debes crear públicos personalizados para volver a ofertar, información o productos.
- ¿Qué presupuesto piensas asignar? Para ello la recomendación que puedo hacer es que destines entre el 7% y el 12% de lo esperas vender, en labores de mercadeo (incluyendo las redes sociales) con base en mi experiencia, te recomiendo destinar el 15% de lo que esperas vender.
Aunque muchos lo promuevan, no existe una fórmula mágica; existe una metodología, una planeación y ejecución.
Avísame como te va con las recomendaciones