Revista de Marketing y Negocios

Dr. Strange y el multiverso del marketing

¡Por fin llegó esta semana a los cines Dr. Strange in the Multiverse of Madness!, la película que nos adentra en el multiverso y que muchos de nosotros que somos fans de los superhéroes, estábamos esperando dentro de esta nueva etapa del Universo Cinematográfico Marvel.

Antes de que sigan avanzando les daré la tranquilidad de saber que en esta columna no hay spoilers, así que si no han visto la película, no se preocupen.

Del puro gusto, podría platicarles algunos aspectos de la película o los detalles de los cómics en las que están basados estos personajes, incluso un perfil de Wanda Maximoff que ha sido uno de mis personajes favoritos durante décadas y tiene un gran peso en esta película.

Pero como esta columna es sobre marketing y relaciones públicas, hoy les platicaré sobre cómo el famoso multiverso se convirtió en la herramienta perfecta para rescatar a la industria del cómic del laberinto narrativo en el que había caído (el storytelling del multiverso que tanto nos encanta) y de cómo ha funcionado como herramienta de mercadotecnia para las producciones cinematográficas.

La creación del multiverso en los cómics

Aquí vale la pena hacernos la famosa pregunta ¿qué fue primero, el huevo o la gallina?, en otras palabras, ¿el multiverso fue planeado o se tuvo que inventar?

Hay quienes argumentan que las mentes maestras de los escritores de cómics de la época de oro idearon esta serie de universos para poder tener posibilidades narrativas más amplias.

Y sí, eso es cierto, algunas historias así lo demuestran, por ejemplo las relacionadas con Flash, el famoso velocista de DC Comics, que al vibrar a cierta frecuencia podía brincar entre estos universos y conocer a sus contrapartes.  

Pero también es cierto que la realidad alcanzó a la ficción. En el mundo de la historieta los personajes nacen, los crea un escritor y un dibujante quienes cuentan sus historias en papel (ahora también digital), y después van pasando por distintas manos e involucrándose en aventuras que en ocasiones no llevaban la misma línea argumental.

A pesar de que se trataba de respetar el canon, apariciones especiales o participaciones en cómics de grupos de superhéroes, hacían que poco a poco la continuidad se fuera complicando al grado que los lectores encontraran incoherencias narrativas en ciertas historias.

El multiverso al rescate de la continuidad

Si bien el multiverso ya había sido utilizado en varias ocasiones, el momento que yo consideraría más importante de este concepto como recurso narrativo surgió a mediados de los años 80 con la llegada de una historia llamada “Crisis en las tierras infinitas”, que curiosamente no es una historia de Marvel, sino de DC Comics.

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Esta historia que fue muy aclamada por los fans en esa época, fue la respuesta a los laberintos y nudos narrativos que comenzaban a formarse en la continuidad del universo DC. Se trató de un “borrón y cuenta nueva” para muchos personajes, incluso algunos de ellos que sufrieron cambios en sus orígenes, como la famosa Wonder Woman.

Además de ser un hitazo en términos de posicionamiento de la marca y una manera de atraer nuevos lectores, el mundo de los cómics a partir de ese momento tendría claro que las historias podían suceder en universos que no fueran donde regularmente vivían nuestros superhéroes favoritos. Digamos que “se normalizó” la existencia de otros universos.

Incluso hace pocos años, el universo televisivo de DC realizó un crossover entre varios de sus programas como Arrow, Supergirl y Flash justamente con esta historia.

El multiverso como herramienta de mercadotecnia

El concepto del multiverso no solo permite que hoy en día las grandes casas productoras tengan recursos narrativos casi ilimitados, sino que además se puedan juntar varias piezas que mercadológicamente sean atractivas para la creación de productos. 

Por un lado, expande las posibilidades de ampliar el mercado de este tipo de producciones. Desde Spider-Man: No Way Home que introdujo el multiverso, la explotación de la nostalgia con la aparición de los actores que interpretaron al personaje en las décadas pasadas (sí, ¡décadas!, los fans estamos envejeciendo), se buscó captar nuevamente a los fans de la nostalgia. Podría ahondar sobre este punto en Dr. Strange pero prometí no spoilear, solo les diré que se me salió una lagrimita de la emoción.

En este mismo tema, la presencia de nuevas generaciones de héroes con los que mercados más jóvenes puedan identificarse es fundamental. La presencia de Kate Bishop (que conocimos en Hawkeye), América Chávez (Dr. Strange) y la llegada de la próxima Ms. Marvel a Disney+ son ejemplos no solo de la sangre nueva, sino de la diversidad y la inclusión permeada en la industria.

Finalmente el hecho de tener un multiverso sirve hoy nuevamente como un recurso narrativo para resolver lo que hace años fue una trama de negocios: la distribución de las licencias de Marvel en distintas casas productoras. El multiverso hoy soluciona la aparición de personajes de Marvel que el público adora, que no habían tenido presencia en el MCU y que lo vuelven mucho más atractivo como negocio. Tener un multiverso de personajes vende más.

Muchas gracias por haber llegado al final de esta columna geek, como siempre saben que me encanta continuar la conversación, nos seguimos leyendo en redes donde me encuentran como @RobertoBaez.

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Roberto Báez

Especialista en Marketing & Comunicación

Internacionalista y relacionista público con trayectoria de más de 25 años de trabajo en la industria del entretenimiento y más de 17 años en las áreas de Marketing y Comunicación. Especialista en comunicación corporativa, planeación estratégica de comunicación, reputación corporativa y manejo de crisis.

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