Seguro que en lo que va del año has escuchado mucho acerca de las criptomonedas, del aumento exponencial de su valor, de la inversión rentable que representan o de cómo también son sujetas de la especulación y pueden experimentar caídas abruptas.
Hace unos días se informó que el valor de una de esas criptomonedas, Bitcoin, había caído 17 por ciento, pero luego de un par de días la moneda digital ha vuelto a su tendencia alcista, y ya se cambia por 51 mil 393 dólares.
Pero, ¿qué es una criptomoneda? Para ser tan popular en la era de la digitalización, se trata, en efecto, de una moneda digital, no física, que utiliza criptografías para gestionar de forma segura las transacciones entre usuarios.
Esta moneda virtual es un archivo digital que se almacena, de igual manera, en una billetera digital, pero en realidad no es la representación de un valor tangible, como sí lo es el dinero físico, algo que se le ha cuestionado.
El valor de las criptomonedas radica en la disposición de las personas a cambiarlas por bienes y servicios reales, e incluso, por dinero real.
Otra cualidad singular, que pone a temblar a las autoridades y bancos centrales, es que su emisión no depende de ninguna institución; la base de su existencia es la tecnología misma, la encriptación y la filosofía que se aleja de las políticas bancarias tradicionales.
Para generar una moneda virtual, existen los llamados “mineros digitales”, quienes se encargan de resolver problemas matemáticos, el primero que lo resuelve se lleva una moneda virtual.
Para resolver ese tipo de problemas se usan computadoras de alta potencia con cálculos complejos. Antes de otorgar una Bitcoin, la transacción debe ser reconocida como válida por los otros mineros y quedar registrada.
La mayoría de las criptomonedas, o criptodivisas, operan con tecnología blockchain o cadena de bloques, que hace posible un intercambio sin intermediarios (bancos, por ejemplo), lo que hace las transacciones mucho más fáciles, ágiles y, debido al uso de criptografías, seguras.
Con las criptomonedas se pueden comprar otras monedas virtuales u objetos físicos, siempre y cuando quien los venda acepte el dinero digital. Muchos recurren al dinero virtual por no requerir de intermediarios y porque las transacciones ocurren en el anonimato.
Lo anterior, también se les ha criticado, pues esa ‘libertad’, las hace un recurso preferido para lavar dinero, o realizar transacciones ilícitas.
La fiebre por el Bitcoin
Una de las criptomonedas más populares es Bitcoin, que se lanzó en 2009 y, con una existencia de poco más de una década, se cotiza arriba de los 50 mil dólares.
Otras criptomonedas exitosas y que no son tan costosas como Bitcoin, son Ethereum, Ripple, Litecoin, Neo, Monero, Dash, Iota, Nem y Cardano.
A pesar de que las criptomonedas han hecho millonarias a varias personas y son aceptadas en mercados de enorme valor, como los bienes raíces, sus detractores son numerosos.
Algunos líderes de grandes empresas tecnológicas, como Bill Gates, dueño de Microsoft, han señalado que un punto en contra del Bitcoin es su carencia de valor intrínseco.
Mientras el inversionista Warren Buffett ha dicho que las monedas digitales están sostenidas de palillos chinos. A penas en noviembre pasado, el Banco Central de China prohibió las transacciones con monedas digitales por considerar que “perturban seriamente el equilibrio económico y financiero”.
Pero la tendencia hacia la digitalización de todos los aspectos humanos y los cambios de paradigma que conlleva, hace crecer la fe en las divisas virtuales. La tesis es que el dólar, como el oro, dejará de tener relevancia, para dar valor a las Bitcoins como moneda de reserva.
Entre las personalidades que invierten en estas monedas destacan el magnate de Tesla y SpaceX, Elon Musk; el director ejecutivo de BlackRock, Larry Fink, y los polémicos Paris Hilton y Mike Tyson.
Otro hecho es que el valor de las criptomonedas, en especial el de la Bitcoin, está sujeto todavía a muchos vaivenes, dichos y especulaciones.
En este mismo año, Bitcoin fue víctima del ‘efecto Elon Musk’, quien primero invirtió 1,500 millones de dólares en esta moneda virtual e hizo elevar su precio de 35 mil hasta 58 mil dólares, pero a los pocos días insinuó puede estar sobrevalorada, lo que sumó a su reciente caída de 17 por ciento.
El aumento acelerado en el valor de la criptomoneda en los que va de 2021 ha hecho que muchas personas alerten sobre la posibilidad de una burbuja que tarde o temprano estallará.
Por lo pronto, esta moneda lejos de estar en el aire sigue enriqueciendo a varios, y aunque Bill Gates recomienda no invertir en ella, si no te sobra tanto dinero como a Musk, tú ¿qué dices?, ¿te animarías a probar esta inversión?