Lo que llamamos “nueva normalidad”, es en realidad un terreno desconocido que estadísticamente hablando, pocos han aceptado como tal. La mayoría de los emprendedores simplemente considera que los negocios serán como antes, pero atendiendo a nuevas regulaciones. La verdad es que la nueva normalidad va mucho más allá, especialmente en términos de negocios, y quiénes la comprendan en su totalidad y actúen en consecuencia, tendrán mayores oportunidades de llevar la delantera en la nueva carrera por el mercado.
El golpe económico que han sufrido los negocios grandes, pymes, emprendedores y profesionistas independientes se suma a los cambios sociales que hemos tenido que implementar y que cada vez son más arraigados en nuestra cultura. Esos cambios, implican por mencionar algunos ejemplos pero no limitados a ellos, trabajar desde casa, oficinas vacías, incremento de juntas virtuales, tiendas y ventas online, marca personal, etc. Todo lo anterior son las nuevas reglas del juego, pero hay algo que mucha gente está pasando por alto y es ahí en dónde radica no sólo el mejor entendimiento de la situación sino el business hacking que puede marcar la diferencia para mejorar las estrategias o para iniciar un nuevo negocio.
Normalmente, en el terreno de la tecnología, cuando alguna aplicación, nuevo sistema operativo o nueva función dentro de algún sistema o interfase está a prueba, se dice que está en fase Beta. Esa fase permite evaluar su funcionamiento, valorar la relación que tiene con el usuario, y en general, determinar si es que realmente sirve, qué puede servir y qué se puede o debe mejorar.
De la misma manera, hoy estamos ante un terreno nunca antes explorado, y aunque visiblemente parezca el mismo de siempre, si observamos bien, este nuevo terreno está lleno de cambios que deben ser atendidos. Con esto quiero decir que aparentemente nos enfrentamos a mercados que tienen las mismas necesidades de siempre pero ha habido cierta metamorfosis en la forma en la que los integrantes del mercado satisfacen sus necesidades y eso a su vez ha ocasionado el surgimiento de nuevas necesidades y por lo tanto también de nuevos mercados que merecen ser atendidos.
Cuando un emprendedor, PYME, empresa o profesionista independiente quiere seguir haciendo las cosas como siempre han funcionado, lo primero que ocurrirá es que va a enfrentar nuevos obstáculos o a fracasar. Por eso es que debemos explorar ese nuevo terreno y analizar qué posibilidades nuevas de mercado tenemos, que necesidades recientes en nuestro ramo han surgido y cómo podemos atenderlas. Estamos viviendo la época Beta de los negocios y es el momento de tener también una metamorfosis interna, desde nuestra marca personal hasta nuestros procesos.
Esto no significa (necesaria o únicamente) que debemos llevar nuestras acciones a un terreno virtual o digital, sino una mirada exploratoria a todo lo que está afectando el terreno: cuestiones de salud, cuestiones psicológicas, cuestiones de negocios (fuentes y frecuencias de ingresos), económicas y sociales. Posteriormente evaluar qué nuevos problemas enfrenta el mercado y evaluar si dentro de nuestros recursos materiales, financieros y de expertise podemos satisfacer o solucionar la problemática de los nuevos clientes. Y posteriormente, probar. De eso se trata la fase Beta, de prueba y error. De intentar caminar hacia nuevos clientes, de modificar la forma, frecuencia y formato en la que entregamos nuestros productos o servicios y así salir adelante en la nueva realidad, en el terreno desconocido que hoy sólo estamos probando hasta definir nuevas acciones y mercados.