Nuestro acercamiento anual con la muerte
Siempre me ha gustado esta época del año.
Aunque a menudo pienso en mis seres queridos que ya se despidieron, en estos días exploro mis archivo de fotos y siempre tengo excelentes recuerdos de todos los momentos que viví con ellos. Papás, abuelos, tíos, primos, amigos, compañeros. Gente importante en mi vida, que de alguna forma impactaron, ya sea con ejemplo, cariño, enseñanzas de todo tipo, compañía. Obvio que hay algunos que simplemente paso la foto y listo.
Y este acercamiento que tenemos los mexicanos con la muerte, supongo que nos prepara para cuando llegue ese momento, que nunca sabemos cuándo será.
Lo trágico, es que normalmente preferimos quedarnos en la “celebración”, sin llegar a la reflexión. Porque es muy fuerte pensar en el momento de la propia muerte. Una cosa es recordar a quienes nos acompañan desde otro plano de la existencia (para aquellos que creen en “algo más”); imaginar que están con nosotros uno o dos días en que vienen a visitarnos y a probar los alimentos que fueron sus favoritos en vida, y que nos permiten recordar todo lo que vivimos junto a ellos, y otra muy diferente reflexionar sobre lo que viene para nosotros… que puede comprender muchos años o quizá solo un minuto.
¿Alguna vez has pensado que quizá solo tienes un minuto de vida?
Yo no muy a menudo. La realidad es que siempre estamos haciendo planes para muchos años a futuro, supongo que porque además de optimistas, es más fácil pensar en un futuro brillante, que pensar en que quizá el siguiente año, seamos parte de un “Altar de muertos” en casa de algún amigo o familiar…si tenemos suerte.
Es que todas las campañas publicitarias del mundo, nos alientan a pensar en un gran y largo futuro..
“Invierte en una nueva propiedad, compra un nuevo auto, vete de vacaciones, compra tus boletos hoy, para viajar dentro de un año”.
Todas son invitaciones a no pensar en la posibilidad de no estar aquí en el futuro, aunque dicha posibilidad, es una realidad.
Y está bien pensar que tenemos un gran y largo futuro por delante. Ese pensamiento es el que nos impulsa a creer, desarrollarnos, crecer, construir una vida que todos queremos que sea maravillosa, a tener sueños, construir relaciones, una familia, una empresa. Si nos enfocáramos solo en la posible proximidad de la muerte, estarían muchos encerrados disfrutando sus posibles últimos momentos, mientras otros estaría haciendo actos heroicos todo el tiempo, con consecuencias probablemente no tan positivas.
Un justo balance
Hace ya algún tiempo, escuché una muy breve conferencia de alguien que estuvo cerca de la muerte, muy cerca, y tuvo la suerte de sobrevivir al momento. Lo vivido en estos breves minutos, le empujó a pensar lo que para él, en ese momento, se convirtió en lo más importante y su inspiración para la vida. Tuvo la oportunidad única de estar cerca de la muerte, y volver, para cambiar totalmente su forma de vida.
Su nombre es Ric Elias, exitoso empresario de origen Puertorriqueño que tenía un asiento en primera fila en el vuelo 1549. El número del vuelo no te dice nada, pero vas a recordar que fue el avión que en enero de 2009, perdió primero un motor en pleno vuelo y después el piloto tuvo que apagar el segundo para hacer un aterrizaje forzoso en el río Hudson en Nueva York.
En este vídeo, lo puedes ver:
Ric cuenta qué es lo que pasó por su mente en esos momentos, cuando el piloto les dice que asuman la posición fetal, para enfrentar un aterrizaje de emergencia… palabras que para muchos significan que el avión se va a estrellar. Seguro que, si has estado en algún vuelo que haya tenido que abortar el despegue, podrás imaginarte lo que significa que te digan que te prepares, porque se van a estrellar.
Cuenta que después de esos minutos, que pensó serían los últimos, y una vez en tierra, aprendió tres cosas importantes para retomar su vida:
- Todo cambia en un segundo. Todos los planes que tenemos, la gente con la que nunca nos comunicamos, esperando el mañana, la botella super carísima de vino que nos vamos a tomar en alguna fecha especial, podrían nunca materializarse. Todo cambia en un segundo. Y eso lo llevó a pensar ¿Como cambiaría?, ¿qué cosas hubiera hecho de inmediato sabiendo que no iba a vivir como pensaba que iba a vivir toda su vida, en ese momento?
- Decidió ser feliz, en vez de tener la razón. Se dio cuenta del tiempo perdido a pesar de haber tratado siempre de vivir bien. Pensó en ese tiempo invertido en cosas que no importan, en vez de invertirlo en personas que si son importantes en la vida. No vale la pena una pelea con alguien querido, simplemente porque piensa diferente. ¿Cómo cambiarían tus relaciones y tu vida si logras eliminar la energía negativa de ella?
- Y por último, aprendió, recordando cuando el avión se acercaba a tocar el agua, y el pedía que el avión explotara para que todo fuera rápido, que morir no da miedo, parecería que toda la vida nos hemos estado preparando para ella. Pero saber que vas a morir, sí genera mucha tristeza. En ese momento, definió que lo más importante en su vida, son sus hijos y su GRAN prioridad es ser el mejor padre que puede ser.
Te invito a pensar en esto.
Desde la primer vez que vi este vídeo, que me impactó mucho, me puse a pensar en esos tres puntos tan valiosos para cualquiera.
Todo puede cambiar en un segundo. Seguramente ya lo has vivido en carne propia. Ese plan extraordinario que hiciste con tanto esfuerzo y con tanto detalle, puede verse arruinado en un momento por las circunstancias. Amigos, parientes que viste hoy, y media hora más tarde te informan que ya no están contigo. El valor de hacer lo que es importante, en este momento. No dejarlo para después. Decir “te quiero” a un ser querido hoy. Disfrutar todo lo que tienes guardado para una “ocasión especial” que no sabes si va a llegar. Abrazar a quien quieres abrazar, sin importar el momento. No esperemos un futuro… que no sabemos si llegará.
Como dice la canción de mi querido grupo “Up with People/ Viva la Gente”: Las cosas son importantes, pero la gente lo es más. No vale la pena discutir, cuando está en riesgo la relación con un ser querido. Claro que es valioso “tener” para llevar una vida digna, siempre que esto no implique descuidar lo importante, que son las relaciones: tu familia, tus amistades.
Es importante tener tu Gran Razón de Ser. Llámalo como gustes, pero asegúrate de que todo lo que haces, está enfocado a lograr y llenar esa razón que tienes para estar en este mundo. Para Ric, lo más importante en su vida, eran sus hijos, por lo que su gran razón de ser la definió como ser el mejor padre del mundo, pues solo así va a lograr lo mejor para sus hijos.
Cada uno tenemos nuestra Gran Razón de Ser. ¿Para qué estás en este mundo? ¿Qué le da razón a tu existencia? ¿Ser el mejor padre, o el mejor esposo, el mejor socio que cualquier persona pueda tener, el mejor artista, escultor? Te toca a ti definirlo. Pero hazlo. Solo definiéndolo, podrás enfocar tus acciones y pensamientos hacia ese motivo que te tiene aquí en la tierra.
Te deseo que, además de la maravillosa celebración de nuestras tradiciones este “Día de Muertos”, o del divertido Halloween, tengamos un minuto para pensar en que éstas, son un acercamiento a lo que todos, vamos a enfrentar en su momento. ¡Hagamos todo lo posible para que, en el futuro, hayamos ganado un lugar en algún altar!
Gracias por leerme. Deja por favor algún comentario aquí abajo y si gustas, compártelo con algunos de tus contactos!
JL
4 Responses
Cómo siempre profundizando en las cosas importantes de la vida. Me encanta tu estilo sencillo de decir grandes cosas.
Está semana nos invitas a reflexionar en las finalidades de nuestra vida y en la forma de ser mejores personas y trascender. Gracias
Querida Margarita, muchas gracias por siempre leerme y por tus valiosos comentarios. Que bueno que llegan a buenas mentes, como la tuya! 😉
Como siempre, tan atinado en tus ideas y analogías que me has arrancado varios suspiros, recordando a tantos seres queridos sintientes aún, también reflexionando lo efímera y delicada qué es el preciado regalo de la vida.
Hola Carmen, que bueno que mis pensamientos te parezcan relevantes. Gracias por leerme y por comentar.