No entiendo, de verdad no entiendo por qué a las instituciones gubernamentales y a los políticos que las rondan les cuesta tanto trabajo comunicarse con la gente de a pie. ¿Será que tienen tanto que esconder? ¿o es que tienen terror a alejarse de los esquemas protocolarios y rimbombantes para proteger su estatus?

Es muy fácil. Es como el principio básico de la educación: si quieres que el alumno aprenda, bájale el conocimiento a su nivel. Nunca se me va a olvidar una chiquita que decía “yo sé que no entiendo las matemáticas porque no me la explican con las palabras que yo sé”. Así los políticos.

Todo esto viene a colación porque con la gente normalita (no con analistas o académicos) con la que he conversado no entiende ni máiz lo que implica el tan anunciado cambio que se ha hecho en la gloriosa República Mexicana, cuyo nombre oficial es Estados Unidos Mexicanos (para empezarnos a confundir) con el ex Distrito Federal y la ahora oficialmente llamada Ciudad de México, que de por sí ya llamábamos así.

Nos dicen que se convierte en una entidad más, igual que las otras 31 del resto del país. Que las delegaciones ahora serán alcaldías cuyos delegados se convierten en alcaldes. Esto se entiende como un beneficio para ellos y no terminamos de entender qué implica para nosotros ciudadanos.

Más allá del estado sin capital, que es el aspecto político, en comunicación sólo vemos falla tras falla.

Todavía no queda claro si vamos a tener que cambiar las placas de nuestros autos. Como que habían dicho que sí, pero luego como que se arrepintieron (como con el nuevo reglamento de tránsito). Que entonces no es obligatorio pero será paulatino… o sea no, pero sí… clarísimo.

Luego, que si no sabemos cómo nos llamamos, porque si de por sí no era del todo oficial llamarnos defeños, ahora ya ni ese gentilicio tenemos.

Lo que más me tiene en ascuas es el rollo capital y estado. Antes éramos México (ciudad) DF (estado), pero ahora que Ciudad de México es una entidad más, supondría que debe tener capital como las demás… sí, pero no. Se me ocurre que en lugar de ser de la Ciudad de México, ahora eres de “inserte aquí su alcaldía”, Ciudad de México, como en una especie de degradación fortuita y desafortunada, casi sin querer.

Pues no. En los discursos ininteligibles y con palabras que no sabemos nos explican que Ciudad de México, la nueva entidad, no tiene capital. Y entonces, ¿cómo vamos a llenar los formatos en donde hay un espacio para la ciudad y otro para el estado?

No es chiste. Es hasta cierto punto grave: trata de darte de alta en un sitio web y si no llenas ambos campos, el sistema simple y sencillamente no te deja completar el trámite. Eso podrán ajustarlo en los sitios de México, pero ¿qué hacer con sitios extranjeros que a fuerza necesitas datos en todos los espacios? #QueAlguienMeExplique