Gestoría jurídica del negocio para dormir tranquiloGestoría jurídica del negocio para dormir tranquilo
Esta columna va a ser corta por conciso pero muy apegada a la realidad de lo que implica tener un negocio, un establecimiento mercantil que, ya sea que lo entendamos jurídicamente o no, tiene una serie de reglas que se tienen que cumplir a pesar de las circunstancias que se desarrolle porque, en un sistema económico como el que vivimos, el desarrollo económico debe estar regulado.
Cuando ustedes tengan la idea del negocio deben de tener claro lo que pomposamente llaman Compliance y que no es otra cosa que tener un equipo, fundamentalmente jurídico, que les avisé que hacer, que no hacer, qué documentos tener y como atender las visitas de las autoridades cuando haya inspecciones aleatorias.
No es el petate del muerto
No es por espantarlos pero, en este escenario de los múltiples requisitos es donde se desarrolla un servicio fundamental que se encuentra entre lo jurídico y el llamado entre los abogados “coyotaje”: la gestoría. Es decir, la persona o grupos de personas encargadas de llevar a cabo trámites por uno por dos razones, porque conoce la forma de resolverlo más rápido, porque tiene las herramientas de los documentos fundamentalmente necesarios y, dada su relación con las oficinas de gobierno o privadas, logra resultados más rápidos.
Y esta presentación de lo que es la gestoría frente a las necesidades del cumplimiento a los ordenamientos en materia de establecimientos mercantiles se enmarca en lo que ha sucedido en la Ciudad de México a un años de la llegada de la nueva administración tanto del Gobierno de la Ciudad como de los gobiernos de las Alcaldías: se han clausurado miles de negocios, la mayoría, en sus razones últimas, por razones de peso ante el incumplimiento de las reglas, pero, como pasa en los actos de autoridad, con deficiencias que pueden combatirse en materia administrativa y seguramente ganarse.
Pérdidas sí o sí
Pero la realidad es que, mientras se impugna una resolución y hasta se logra conseguir que la multa ya pagada se regrese para el ciudadano, tener de 5 a 20 días cerrado nuestro negocio implican pérdidas que, si llevamos poco tiempo con él, puede generar que irremediablemente se tenga que cerrar, es decir, a veces la afectación no es tanto la multa sino los muchos días que se dejan de percibir los ingresos.
No sólo se trata de la materia especializada como tal en establecimientos mercantiles, sino que tener un negocio implica cumplir variadas normas: en materia de desarrollo urbano y vivienda; en materia de protección civil; en materia ambiental; en materia de salud; en materia fiscal; en materia laboral; en materia fiscal e, incluso, en regulación de uso de derechos en obras artísticas, particularmente de las reproducciones de cancones.
Dada la experiencia que he adquirido en la materia, me atrevo a señalar que cerca del 85 por ciento de los establecimientos mercantiles, al menos en esta enorme y caótica Ciudad, no cumplen a cabalidad con lo que mandata la norma y, en algunos, casos, con aspectos que son tan evidentes que pueden llegar a clausurarles en un instante.

La pandemia dejó lecciones…y clausuras
Por ejemplo, cuando la pandemia por COVID movió todo, se permitió que los negocios se extendieran a la vía pública, generando un acuerdo temporal para instalar mesas, sillas, sombrillas y hasta pérgolas que abarcaban la banqueta y, en los casos que la angostura de ésta no lo permitiera, entonces tomar el arroyo vehicular.
Ese es el ejemplo emblemático para demostrar que los negocios no han atendido las reglas del juego y eso ha llevado que la ciudad tenga más sellos de clausura que semáforos en las esquinas. Y es que la regulación de esas mesas, sillas, sombrillas, entre otras cosas que se denominaron “enseres” cambio, de tal manera que para tenerlos se deben registrar, pagar derechos y cumplir con las medidas establecidas en la ley y su reglamento, aclarando además, que las construcciones fijas como las pérgolas están determinantemente prohibidas de ahí que los empoderados alcaldes, para salir en la foto como justicieros, derriban esas estructuras y sancionan a los negocios.
Si vuelvo a tocar el tema es porque me parece más grave de lo que se cree. Perder inversiones en una economía donde todo apunta a la recesión será un gran golpe para las familias y los emprendedores. Es por ello que en Soy Marketing, a través del que les escribe en este espacio, estamos preocupados y nos ponemos a sus órdenes para ayudas en su regularización y resolución de dudas.








