Hombre, si te dices hombre, lánzate a Ucrania… Napoleonski
Ya no hay dudas, ya no hay excepciones, todo ha sido aclarado. Sólo los verdaderos hombres son los que se enlistan en el ejército para ir a pelear por la Sagrada Madre Patria Rusa.
Los verdaderos rusos no se andan con mariconerías de ir al gimnasio, manejar taxis o andar paseando a la esposa; los verdaderos rusos se visten de camuflaje y se van a dar de balazos a Ucrania.
Este es el mensaje han podido ver los rusos, desde el mes de abril, en las televisoras y en Internet
Un spot que cuestiona fuertemente la virilidad de quienes no se alistan al ejército por motu proprio y los reclutadores tienen que ir hasta sus casas para llevarlos de las orejas a los centros de reclutamiento.
Sólo los hombres muy hombres van a la guerra
Desde el inicio de la guerra en Ucrania, y creo que aún antes, se han realizado campañas para atraer a los hombres al ejército. En estas se exalta el modelo de macho guerrero. Es tan cínica que acusa de poco-hombres a quienes no se atreven a enlistarse en una experiencia que los llevará a nuevas alturas.
Que importa que los oficiales lo extorsionen a uno para entregarle los elementos básicos de la vida militar, que importa que dependan de tecnología que ya era vieja en épocas de Breznhev, que importa que los salarios los entreguen de vez en cuando y bien recortados, que importa que los ucranianos sean imbatibles gracias a las armas y el apoyo de occidente, que importa que tu cadáver quede abandonado en una trinchera en la estepa y a tu familia le nieguen la mínima compensación porque —argumentan— no tienen la seguridad de que hayas muerto.
¿Realmente habrá quien se tome en serio este tipo de campañas?
Cambiando de tema…
Dos charlatanes, un destino
Como diría el antiguo y sabio proverbio que acabo de inventar: “Cuando charlatanes de distintos ecosistemas se juntan, las estupideces ocurren”.
Resulta que, mediante un video, dos deleznables personajes aparecen para invitar al respetable a una “Audiencia Pública para la Regulación de Fenómenos Aéreos Anómalos no Identificados (FANIs) en México”. Uno de estos es el impresentable diputado chapulín, Sergio Gutiérrez Luna y el otro, el charlatán de la más baja estofa de este país, Jaime Maussan. Ambos estarán acompañados por un piloto militar gringo que supuestamente grabó un platillo volador y que también se ha dedicado a promover su imagen, un tal Ryan Graves.
Muchos payasos para tan poco circo, si me lo preguntan.
Primero que nada: ¿regular los FANIs? ¿Qué diablos van a hacer? ¿Un reglamento para que estos no se anden apareciéndose en los lugares más remotos ante los testigos más cuestionables y que mejor aterricen en el Zócalo de la Ciudad de México?
Si no pueden hacer que el reglamento de tránsito sea respetado por los automovilistas, ¿piensan que los marcianos les van a hacer caso? El caso es copiarle a los gringos para intentar hacer ruido sobre un tema que siempre ha flotado en el subconsciente de la gente.
Un evento histórico (que nunca va a pasar)
Fuera de relajo, se me hace una gran pérdida de dinero y recursos organizar este tipo de audiencias.
Se ve a todas luces que el diputado Gutiérrez Luna anda urgido de reflector para alcanzar su siguiente hueso (ahora que acaba sexenio) y tiene una gran necesidad de que dirigentes y votantes volteen a verlo, aunque para alcanzar su objetivo se haya enfrascado en una reverenda estupidez.
De Maussan ya ni hablamos, el seguirá siendo quien es: Un charlatán carente de cualquier escrúpulo que no duda en pasar las “pruebas” más chafas y groseras como evidencia de que los hombrecitos verdes visitan todos los días el planeta.
Eventos que sólo son vistos por campesinos solitarios, beodos irredentos o personajes de dudosa calidad moral que no dudan en fabricar sus propias pruebas para así llamar la atención y gozar de 15 delirantes minutos de fama en la siguiente exposición del “investigador del misterio”. Por cierto, presentaciones en la que cobra al público por ver “nuevas y contundentes evidencias” que cambiarán la historia de nuestro atrasado mundo.
“Histórico” parece ser su palabra favorita que repite de manera irresponsable cada vez que puede, a pesar de que la historia —de forma empecinada— se niega a cambiar de rumbo según sus gestiones.
Así que, como dice la sabiduría en las redes, si tú tienes la oportunidad de ver la audiencia que se realizará en la cámara de diputados, evítala y ahórrate mirar la sonrisa de chacal del diputado Gutiérrez Luna y la eterna pero hueca palabrería de Maussan anunciando una nueva era de relaciones interplanetarias.