En 2015, Jay Edelson, un abogado de Illinois, demandó a Facebook por violar la ley de privacidad de ese estado. Tras seis años de alegatos judiciales, el gigante de las redes sociales recibió la orden de pagar 650 millones de dólares para poner fin a este conflicto.
Esta resolución es de trascendencia, pues lleva implícito el derecho de toda persona a su privacidad sobre los intereses comerciales de los gigantes tecnológicos y de cualquier otra empresa, sobre todo, en estos días, cuando la fiebre de la digitalización hace que nuestros datos aparezcan como peccata minuta.
En el día a día, es común que se ingrese a alguna aplicación, a redes sociales, servicios de mensajería o a alguna página web, y que al hacerlo nos soliciten algún dato, que puede ir desde nuestro nombre completo, hasta el teléfono, domicilio o permisos de accesos a nuestras ubicaciones, incluso, piense en el divertido y aparentemente inofensivo acto de tomarse una foto para probarse en un espejo digital un maquillaje, una ropa o unos lentes.
Todo ello, son datos personales y privados, sobre los que los usuarios tenemos derechos que se pueden defender.
Si bien las leyes de privacidad son distintas para cada región, este hecho también es un llamado de atención para que las autoridades se centren en cómo regular el control que estas plataformas ejercen al solicitar los datos de usuarios ávidos de sus servicios.
La queja presentada por el abogado Jay Edelson se debió a que Facebook se dedicaba, de manera ilegal, a recopilar los datos biométricos -escaneos digitales de los rostros de las personas—, violando la ley de privacidad de Illinois.
Obviamente, la red social intentó que la demanda fuera desestimada, pero lejos de lograrlo, ésta se convirtió en un acto colectivo en 2018.
Todavía más, el juicio sirvió para demostrar que, en efecto, Facebook estaba violando la ley de Illinois, pues almacenaba datos biométricos sin el consentimiento de los usuarios, por medio de su función de etiquetado facial.
Luego de esto, la empresa de Mark Zuckerberg, activo la función de etiquetado facil como una función opcional y, en enero del año pasado, ofreció un pago de 550 millones de dólares (mdd), que se consideraron insuficientes por la justicia estadounidense.
El monto de compensación establecido recientemente, de 650 mdd, permitirá que cada uno de los demandantes reciba alrededor de 345 dólares.
Más allá de la retribución económica que puedan recibir los demandantes, la importancia del hecho radica en la toma de consciencia que, los usuarios de redes sociales, plataformas y aplicaciones, deben tomar sobre el valor de sus datos personales, pese a las condicionantes que estas herramientas les impongan para permitirles el uso de sus servicios.
De modo que, antes de oprimir cualquier botón de “aceptar” para ingresar a algún sitio o función, o bajar alguna aplicación, piénsalo un par de veces, no te vendría mal, tienes todo el derecho de no hacerlo.