Recientemente se estrenó a nivel mundial la última película del universo de Toy Story: “Lightyear”. Una historia basada en el personaje de Buzz Lightyear, la cual vive dentro la franquicia original, como el film que Andy vio en los años noventas al ser niño, lo cual hizo que se fascinara con el personaje del astronauta.
La película se ha mantenido en tendencia desde su estreno, pero no lo hace por la increíble animación a la que nos tiene acostumbrado el estudio, o por el mismo Buzz; es porqué en unos segundos se muestra un beso lésbico.
Otra batalla de generaciones
Aunque la escena en la película no dura más de 5 segundos ni es algo sumamente relevante en la trama, para la generación de concreto fue suficiente para poner el grito en el aire. Las mismas personas que se burlan de que a la generación de cristal nos ofende todo, están ofendidos por segundos en un film de una película que ni va dirigida a ellos.
Toy Story es un reflejo de los que crecimos con sus películas
La primera entrega de la historia fue en el año 1995, en la cual nos presentó la historia de Woody y Buzz, y la relación que Andy mantenía con ellos, la cual continuó desarrollándose en el año 1999 con Toy Story 2. Sin embargo el climax de la franquicia llegó con Toy Story 3 (2010), en la cual Andy ya había crecido como nosotros, y se iba a la universidad también como nosotros; convirtiéndose en un reflejo de los Millennials y Z’s.
Este reflejo continuó en 2019, cuando la historia de Toy Story 4, se basó en la emancipación de Woody, curiosamente una situación por la que aquellos niños de 1995 también afrontaban. Y llegamos a 2022, con una historia del astronauta más famoso de la animación, y un beso entre mujeres.
Al menos para mí, no es nada fuera de lugar la escena entre las amigas de Buzz. Porqué los nacidos en los 90’s y los del nuevo milenio, hemos crecido con una desconstrucción, de lo que antes era el amor; así como rompimos la idea de que el verdadero amor no es ser una princesa que espera al príncipe, también sabemos que love is love.
Al final los storytelling de las películas, también son un reflejo de lo que somos como sociedad. De cómo las nuevas generaciones, estamos rompiendo lo que sabemos que estaba mal, para que los más pequeños no se enfrenten al mismo mundo.
Lightyear es una película para nosotros, los que crecimos con Toy Story, pero también para esos niños y niñas que están creciendo en un mundo que poco a poco estamos arreglando.