La industria de la moda y los servicios de streaming tienen algo en común, y es que cada mes está disponible un nuevo servicio de streaming, a un precio considerable para un consumidor con un nivel socio-económico medio. Atrás quedaron los días cuando Netflix era el rey del streaming, y ofrecía las series y películas favoritas de los usuarios en una sola plataforma. Inclusive creando contenido original como las series House of Cards, Stranger Things y Orange Is The New Black, que desde antes de que el consumidor se diera cuenta, estaba creando fidelidad a la marca, así como una biblioteca de contenido propio, para que cuando la competencia llegara, estos tuvieran un valor agregado que ofrecer.
Desde el comienzo de la contingencia sanitaria, uno de los mercados que más se vieron beneficiados fue el de los servicios de streaming, tan solo para diciembre de 2020 el mercado en México había crecido un 26% respecto al 2019; con una estimación de 2,200 millones de dólares. Con un total de 11 millones de suscriptores.
Así mismo Statista arrojó datos que estiman que a nivel mundial para este 2021, los ingresos de este mercado sean de 177 mil millones de dólares, con un crecimiento de 11.26% entre 2021 y 2025.
El streaming no es miel sobre hojuelas
Sin duda es un mercado muy atractivo que cada día va más al alza para los inversionistas. Sin embargo, para nosotros como consumidores la historia es una completamente diferente, y no se trata de que nos cansemos de maratonear una serie, o de ver la película que queramos en cualquier momento. Si no que sin darnos cuenta ya nos llenamos de plataformas de streaming, que hacen que un gasto, que quizás antes se considera hormiga se haga cada día más grande.
Cuando recién se lanzó Netflix, sin duda la mayor ventaja para los consumidores, era que podrían cancelar su contrato de televisión por cable y únicamente pagar por el servicio de streaming; lo cual era un ahorro considerado en los gastos del mes. Luego llegó Amazón Prime, Disney +, HBO Max, etcétera, por mencionar algunos. Y sin darse cuenta ahora pagan más que cuando tenían contratado un servicio de televisión.
¿Cómo acabamos con tantas plataformas?
Cada que un contenido es sacado del catálogo de un servicio, el consumidor se pregunta ¿a dónde podré verla ahora?, como fue el caso de una de las series más exitosas de la historia “Friends”, la cual después de muchos años en la biblioteca de Netflix, emigró a HBO Max, o más recientemente Malcom el de en medio, que de estar disponible en Amazon Prime, se va a Star +, la nueva plataforma perteneciente a Disney, pero con unos contenidos un poco más subidos de tono: que ofrece desde Deadpool, The Simpsons, hasta series de terror como American Horror Story.
Las marcas conocen de la necesidad de los usuarios de saber, ahora dónde se encuentra su serie y/o película favorita. Es por eso, que por el canal digital bombardean con contenidos pautados a estos consumidores, y sin duda la estrategia de regalar ciertos días la prueba del contenido, hace que los usuarios digan ¿por qué no? Sin embargo, caer en esta táctica con la cantidad impresionante de streaming disponible, puede poner al usuario en un problema con sus finanzas.
Otro factor por el cual podría ser difícil para el consumidor cancelar la subscripción de algún servicio, es que los estrenos de películas continúan abandonando las salas de cine debido a la pandemia, recurriendo al streaming como una plataforma para ofrecer su producto; ya sea con un costo extra o ya incluido con la mensualidad, como el caso de Cruella o La liga de la justicia de Zack Snyder.
Y tú ¿pagarías otro servicio de streaming?