Me irritan expresiones del tipo: “se comporta como un niño” o “es tan infantil” y lo peor es que todos, con mayor o menor frecuencia las empleamos. Seguramente lo han notado, estamos ante una generación de niños con un chip diferente. Mientras nuestra generación sigue luchando por acoplarse a la tecnología, la próxima generación vive en un mundo donde convergen a la perfección el mundo real y el virtual. Los niños de hoy conciben la tecnología como una segunda naturaleza. Y son cada vez más hábiles que nosotros para el uso de la misma. “pensar como niños”
¿Por qué nos referimos al comportamiento de un niño cómo si fuera algo malo? La niña prodigio Adora Svitak no pudo haberlo dicho mejor durante su intervención en TED Talks “Los adultos deben aprender de los niños, en la misma proporción que les enseñan”. Si tienen unos minutos, los invito a que la escuchen en el siguiente link: http://bit.ly/1BaWA3g
En 1968, George Land llevó a cabo un estudio de investigación para poner a prueba la creatividad de 1.600 niños entre los tres y los cinco años de edad; prueba originalmente ideada para que la NASA ayudara a seleccionar ingenieros y científicos innovadores. La evaluación funcionó tan bien que decidió probar en los niños. Realizó el estudio con los mismos niños a los 10 años de edad, y de nuevo a los 15 años. Los resultados fueron asombrosos:
- 5 años de edad: 98%
- 10 años de edad: 30%
- 15 años de edad: 12%
- adultos: 2%
“Lo que hemos concluido”, escribió Land, “es que el comportamiento NO creativo se aprende”.
Pensar como niños
Qué triste ¿no? Con un sistema educacional creado durante la Revolución Industrial, crecimos entrenados para ser “buenos trabajadores”, obedecer reglas y seguir instrucciones. Afortunadamente hay muchos esfuerzos para cambiar ese paradigma y quiero creer que si bien nosotros probablemente no logremos recuperar ese 98% (aunque sí podemos ejercitar nuestra creatividad y ese será tema de otra columna) estamos a tiempo para que las generaciones de nuestros hijos mantengan esa habilidad hasta la adultez.
Con mayor conciencia de marca y fácil acceso a la información, los niños ahora tienen más libertad y autonomía para decidir y las marcas dirigidas a este sector, están cada vez más enfocadas a fomentar el reconocimiento y la lealtad desde una edad muy temprana pero no es tarea fácil para un grupo de adultos con mermada capacidad creativa llegar a un público que nos supera en ideas, información y expectativas.
Estamos ante un enorme reto como mercadólogos y como sociedad. Por mi parte, los invito a fomentar y ejercitar nuestras mentes pero más allá de ello, a jamás, jamás coartar la de las generaciones venideras porque… un mejor mundo requiere de mejores ideas que tal vez por nuestra formación, simplemente no se nos han ocurrido.