¡Hola comunidad! ¿Cómo están? Hoy quiero hablarles de dos cosas que, si bien pueden sonar técnico, son fundamentales para cualquier negocio: el manual de marca y el brandboard. ¿Alguna vez te ha pasado que ves una publicidad o un post en redes sociales y sin leer mucho ya sabes de qué marca se trata? Eso no es casualidad; es el resultado de una estrategia clara y bien pensada que se basa en la consistencia. Y aquí es donde entra en juego alguno de estos documentos para crear la identidad de la marca. ¡Vamos a adentrarnos en ellos!
¿Qué es el manual de marca?
Piensen en él como el mapa que te guía en cada paso para comunicar tu negocio. Desde los colores que usas en tu logo hasta el tono de voz con el que hablas a tus clientes, todo debería estar alineado y remarcar la personalidad de tu marca. En mi caso, por ejemplo, me gusta que mis comunicaciones sean cercanas y amigables, así que, siempre que escribo algo, trato de empezar con un “Hola, ¿cómo estás?” para que se sienta como una charla entre amigos. Eso es parte de mi tono de voz, y está perfectamente definido en mi manual.
Te recomiendo esta charla corta, donde se explica de manera clara y sencilla la importancia de tener una identidad sólida y coherente en tu marca. ¡No te la pierdas!
¿Y si no tengo tiempo o recursos para un manual de marca?
Si te parece que un manual de marca es mucho trabajo o aún no estás listo para crear uno, ¡no te preocupes! Una excelente opción más rápida y sencilla es crear un brandboard. Un brandboard es básicamente un tablero visual donde se resumen los elementos clave de tu marca: logo, colores, tipografías y algunas imágenes que representen la estética que querés transmitir. Es más simple que un manual completo, ya que no incluye pautas sobre tono de voz o cómo aplicar los elementos en distintas situaciones, pero te da una base sólida para empezar a ser consistente en tus comunicaciones. Aunque no tiene el nivel de detalle de un manual de marca, el brandboard puede ser un buen primer paso si aún estás definiendo tu identidad.
¿Por qué es importante tener uno?
Les cuento un ejemplo: imagina que tienes una tienda de ropa y decides lanzar una campaña en Instagram. Un día hablas de manera formal: “Estimados clientes, les informamos que hemos lanzado una nueva colección”. Y al día siguiente cambias el tono completamente: “¡Ey, chicas! Miren esta ropa, está de locos 😍”. ¿Qué mensaje estás transmitiendo? Confusión. El público no sabe quién eres realmente ni cómo debería sentirse respecto a tu marca.
Un buen manual de marca evita esto, porque define con claridad cómo debemos hablar, qué palabras usamos y cómo queremos que nos perciban. Es como una receta que asegura que, aunque el equipo crezca o trabajes con distintas agencias, todo lo que se publique tenga la misma esencia.
¿Cómo me ayuda a destacar?
En un mercado donde hay tantas opciones, un manual de marca es tu manera de destacar. Piensa en grandes marcas como Coca-Cola o Nike, que son tan reconocibles que con solo ver sus colores o escuchar una frase ya sabes quiénes son. Por ejemplo, en mi caso, siempre que hablo de mi negocio trato de transmitir cercanía, innovación y confianza. Uso colores que inspiran frescura y modernidad, porque así quiero que se sientan quienes interactúan conmigo.
Ahorra tiempo y dolores de cabeza
Otro punto clave es que te ahorra muchísimos dolores de cabeza. Si alguna vez has trabajado con diseñadores o redactores externos, sabes lo difícil que es explicarles qué esperas de ellos. Tener un manual de marca simplifica todo, porque ahí ya está todo escrito: desde cómo debe verse el logo, hasta qué tipo de fotos o ilustraciones se pueden usar. Y si mañana sumás a alguien nuevo a tu equipo, en vez de pasar horas explicando cada detalle, simplemente le pasás el manual y ¡listo!
Protección y evolución
Por último, el manual de marca también es una manera de proteger tu imagen. No es solo una herramienta de control, sino que te ayuda a mantener tu esencia a medida que creces y te adaptás al mercado. Y sí, se puede actualizar con el tiempo, porque las marcas también evolucionan. Pero siempre desde una base sólida.
En resumen, tener un manual de marca no solo te da coherencia, también te permite despegar, ahorrar tiempo y asegurar que tu imagen se mantenga fuerte y clara en cada paso que das. ¡Así que si aún no lo tenés, es hora de poner manos a la obra!
¿Qué les parece? ¡Los leo en los comentarios! ¿Ya tienen un manual de marca o están pensando en crear el suyo?
