Aunque “posverdad” no es una nueva palabra, esta ha cobrado relevancia gracias, o desafortunadamente, a las “benditas” redes sociales.
Para algunos autores, no es más que una mentira disfrazada de verdad o mejor dicho, verosimilitud. Dicho en otras palabras, la posverdad es información que puede ser creíble sin requerir comprobación.
¿Es lo mismo la posverdad que las fake news?
El propósito puede ser la misma razón, sin embargo, hay ciertas características que distinguen una de otra. Las fake news carecen de credibilidad en su forma y fondo, por otro lado, la posverdad se alimenta de la réplica que pueda darle un cierto sector poblacional.
“El objetivo no es difundir mentiras, sino crear narraciones verosímiles, es decir, que tomando referencias de la realidad podrían ser verdad. En cierta medida se deja de distinguir la diferencia entre lo empíricamente real y lo discursivamente verosímil y donde, en última instancia, lo verosímil adquiere mayor peso que lo comprobable .” Dr. Felipe López Veroni
La retórica de la incertidumbre
Ya que en la vida cotidiana, interactuamos desde el sentido común, no desde la lógica formal o científica, dependemos de nuestra experiencia de vida, lo que vemos en los medios de comunicación y opinión pública para crear una imagen del mundo que nos rodea.
Por esto mismo, pese a la falta de evidencias para sustentar argumentos y pese a que la realidad pueda contradecir el argumento, el discurso de la posverdad es efectivo porque está dirigido a un público que lo puede creer y que lo quiere creer
Lo puede creer porque por regla general se trata de un sector con una educación precaria o deficiente.
Y lo quiere creer precisamente porque se siente amenazado y no tiene la capacidad ni la voluntad para pensar o advertir que no hay una correspondencia lógica o empírica.
“Lo vi en un tiktok”
Tiktok se ha vuelto en una plataforma de comunicación, de educación, de venta, de manipulación y ya no solo entretenimiento.
Los medios tradicionales, han tenido que actualizarse y migrar su contenido a esta plataforma de gran alcance, en el que no solo se apuesta a nuevas generaciones.
Según un estudio de Digital New Report, cuatro de cada diez usuarios prefieren ver noticias online en el que el 68%, consume videos informativos. Estos videos se diversifican a través de diferentes plataformas como tiktok, Instagram, Facebook, twitter, entre otros.
A pesar de que los medios informativos ya posicionados puedan aprovechar e inn ovar nuevas formas de comunicar, estos pueden perder relevancia por la competencia que genera una sola persona.
Estas personas, llamados tiktokers, instagramers o influencers, son resultado del acercamiento que puedan generar con su público, ya que nuevamente menciono, en la vida cotidiana, interactuamos desde el sentido común, no desde la lógica formal o científica.
Así, se puede decir que el discurso de la posverdad requiere de un público dispuesto a creerla, pero también requiere de un sujeto que la enuncie. Por lo general, son sujetos carismáticamente legitimados.
Posverdad, más peligrosa que la mentira
Reitero la idea de que como forma retórica, la posverdad no es del todo nueva. Por ejemplo, Platón la explora en Gorgias, en el que trata, en esencia, de la técnica mediante la cual la combinación astuta de frases y palabras inusuales, cuya relación con la realidad es siempre difusa, permite presentar como verdadero lo que no tiene sustento y, al mismo tiempo, poner en duda lo que sí es verdadero.
Sin embargo, hoy en día lo que lo hace especialmente preocupante y peligrosa al discurso de la posverdad es la tecnología, en otras palabras, las redes sociales. Ya que pueden hacerse enunciados de todo tipo a un vasto público de usuarios y la facilidad de replicar masivamente cualquier tipo de información, sin mediar ningún tipo de responsabilidad pública por lo que se dice o replica y sin necesidad de verificar el origen de la información.
El Deforma, aprovechó en su momento este fenómeno y la poca educación lectora del usuario, para hacerse de un sitio que genera ingresos por medios digitales. ¿Por qué era tan creíble? Le decía al lector lo que quería escuchar.
Ejemplo: Si hay un rumor a voces que dice que el covid es un invento para robar el líquido de las rodillas de los hospitalizados, este medio digital con toda la estructura periodística, habría de aprovechar este momento coyuntural para reafirmar que en efecto, se roban el líquido de las rodillas. Y que en el trasfondo, es una burla a su propio público que lo cree. Aclaro que este ejemplo es reciente, y no tiene nada que ver con las acciones presentes del medio actual, puesto que este medio desde 2012 ha renovado su contenido para volverse en un referéndum en los medios de comunicación digitales, conservando la sátira y tono.
Para concluir, cabe mencionar que la restricción y la censura no es la solución a la infoxicación, (nombre que recibe a la saturación informativa de los espacios digitales) consecuencia de la posverdad.
No basta con verificar la fuente en un solo medio, puesto que algunos cumplen con intereses particulares.
Los medios digitales pueden ser un acercamiento visual, pero no debe convertirse en una cita textual y parte de la bibliografía.
La educación, a nivel básico principalmente, puede ser un parteaguas a la verificación informativa en la que se pueda generar una propia postura crítica dentro de su contexto e información.
Todos vemos, de cierta forma, la realidad desde nuestra pecera, en la que aseguramos tener la razón. Creer en un video a ciegas, una noticia sin verificar o peor aún “me dijo Pepe” pone al descubierto y en Jacke nuestra poca educación y miedo a perder lo que poco que se tiene.
“Solo descubrimos el mundo que buscamos”
-Henry David Thoreau
Una respuesta
Es una gran y terrible verdad la que describís muy bien en tu artículo. Creo que este tipo de notas aportan para empezar a abrir los ojos y tomar conciencia de lo que se divulga sin responsabilidad, muchas veces. Hay que trabajar en la educación de las nuevas generaciones para que vayan a las fuentes, certifiquen y busquen personas idóneas para filtrar las noticias que les llegan por tantos medios. ¡Muy bueno tu aporte!