Recientemente se llevó a cabo el debate y votación por la Reforma Eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, respaldada por el partido en curso vs la coalición opositora. Pero más allá de las votaciones ¿Quién gana y quién pierde?
Política de contraste
La estrategia de contraste o polarización, es una técnica de marketing donde se busca dividir a la audiencia en dos segmentos definidos por valores y preferencias. Se busca englobar y encasillar a toda una audiencia con cosas que tienen en común.
De esta forma, cuando se habla de política, se crean otros factores que ayudan a una campaña electoral:
Afiliación
Competitividad
Comunidad
Empatía
El actual gobierno, como lo mencioné anteriormente en mi artículo El cuarto poder, ha optado por mantener una política de contraste. En el pasado mencioné su estrategia polarizadora hacia los medios de comunicación, en el cual no ha cambiado mucho ya que desacredita a aquellos periodistas o medios desacreditados, por sí solos.
El Presidente, pareciera que no entiende las diferencias entre gobierno, gobernanza y gobernabilidad y sigue promocionando su imagen como en campaña. Menciono “pareciera” por una sencilla razón. Todo está planeado para mantener aprobación y control.
La marca del político
En campaña, es común ver a partidos de todos los colores dejar los argumentos de lado para tirar basura y sacar los trapitos al sol, sean ciertos o no, pueden ser creíbles. Esto recibe el nombre de postverdad, pero lo abordaremos en otra ocasión.
Pero ¿Qué se gana con esto? Como menciona Gricel Gamarra “Las marcas deben despertar emociones para crear vínculos con el consumidor”. Estas emociones, no tienen que ser buenas exclusivamente, el odio, repudio o ira también son válidos y son precisamente estos discursos que logran empatizar con el electorado para lograr una reacción deseada.
En la política, un partido político o individuo son considerados marcas ¿No me crees? El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) le entregó al presidente Andrés Manuel López Obrador y a su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, los títulos de propiedad por 10 años para utilizar como marca sus nombres y siglas.
Cada marca debe ser congruente con su imagen que detona, y AMLO construyó la suya durante más de 10 años logrando así la presidencia.
AMLO gana perdiendo
¿Cuál es el principal discurso de Andrés Manuel por más de 10 años? La polarización, el debate y atacar a aquellos con privilegios empatizando así, con el pueblo mexicano (mayoría).
En un tweet compartido por el Dr. Luis Ángel Hurtado Razo, académico e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, menciona que “La oposición no se ha dado cuenta que justamente la votación de hoy, le permite construir a la #4t la narrativa #Patriotas vs #Antipatriotas, reducir el debate a su máxima expresión, fórmula básica, amigos vs enemigos, lo dije hace unas horas, #AMLO gana perdiendo”.
Que si la Reforma Eléctrica es buena o es mala… cada quién tendrá su punto de vista. Pero más allá de tener una repercusión económica en el país para bien o para mal, le abre la puerta al gobierno actual resucitar un discurso agotado; “mafia del poder”.
Me parece increíble que una Reforma, la de Enrique Peña Nieto, que fue cuestionada por muchos y rechazada por otros, sea defendida hoy por unos cuantos, ya que estos partidos que el domingo pasado votaron en contra a la Reforma Eléctrica propuesta por el presidente, se disculparon y ratificaron su postura hace unos 4 y 3 años por votar a favor de la Reforma Peña. Pierde congruencia.
Pero ¿De verdad el propósito de Andrés Manuel era aprobar una Reforma perdida? AMLO extendió la carne envenenada y la oposición se la comió toda. Puesto que esto además de alimentar el discurso del gobierno, significa más credibilidad y aprobación popular. ¿Por qué?
El 63.8% de los mexicanos está a favor de la reforma eléctrica
Según un sondeo publicado en octubre del 2021, de la empresa de análisis y consultoría, Gabinete de Comunicación Estratégica, GCE, el 63.8% de los mexicanos está a favor de la reforma eléctrica, en el que el 28.1% de los mexicanos está “muy de acuerdo” con la Reforma Eléctrica propuesta por el Presidente.
Por su parte, el 35.7% está “algo de acuerdo” un 13.6% está “algo en desacuerdo” y un 17.3% está muy en desacuerdo, mientras que un 1.3% no está “ni de acuerdo, ni en desacuerdo.
En términos de números, AMLO gana perdiendo ¿Por qué?
1.- Más de la mitad de la población aprobaba la Reforma Eléctrica por lo que se puede ver reflejado directamente al voto popular hacia los partidos opositores, en próximas elecciones, si no realizan un cambio en su estrategia política.
2.- Reavivar un discurso desgastado consolida la aprobación sin lograr un cambio.
AMLO ganó perdiendo la votación de la Reforma Eléctrica, sí; sin embargo, el pueblo mexicano sigue en la incertidumbre sin saber si ganó o perdió por caprichos y decisiones de la cúpula de poder, sin importar el bando ¿a cambio de qué?
“La política es el arte de obtener el dinero de los ricos y el voto de los pobres con el pretexto de proteger a los unos de los otros”
-Anónimo