Existe una estrecha relación entre la caída de las ventas de las tiendas departamentales con el semáforo de movilidad.
Con sus tiendas departamentales cerradas, las cadenas han tenido que reinventarse y adaptarse a los cambios de hábitos de compra de la gente.
Al inicio de la pandemia, las categorías de alimentos, artículos de limpieza y artículos de ocio crecieron mientras vestido y calzado tuvieron una caída superior al 83% durante abril. Con las tiendas reabiertas en agosto, la caída en las ventas no fue tan grande como meses antes, pero alcanzó el 23.1%
Ahora, a casi un año del inicio del confinamiento, las ventas en estas dos últimas categorías se han estabilizado, pero los hábitos ya no son los mismos.
La gente está regresando a comprar, pero el tipo de artículos son diferentes. Por ejemplo, pants y ropa cómoda están teniendo un incremento en las ventas, ya que mucha gente continúa en su casa y buscan comodidad antes que glamour.
Ante tiendas sin clientes, los aparadores y maniquíes permanecen inmóviles, frente a una industria paralela que vive de proveer materiales para la exhibición de las prendas y que hoy también se encuentra detenida.
¿Qué pueden hacer las tiendas departamentales para reinventarse?
Crear o modificar su estrategia digital:
No se trata únicamente de colocar productos en una página web, es necesario conocer el customer journey que realiza el posible comprador dentro de la tienda para entender en qué parte del embudo se queda atorado.
Re-enfocar los recursos existentes:
Las tiendes tienen capital humano parado mientras la apertura de las tiendas no esté permitida. Las tiendas departamentales pueden aprovechar ese recurso para ampliar su servicio de atención a clientes del que tanto han padecido en estos meses.
Control en los procesos de envío:
La gente no quiere esperar para recibir sus productos. En un mundo que trabaja a la velocidad de la luz, el comprador no está dispuesto a esperar mucho para que el producto llegue a su hogar. Aquellas tiendas que ofrecen y cumplen los tiempos de entrega se ven beneficiadas con una mayor probabilidad de recompra.
Contar con un riguroso control de stock:
De igual manera, de nada sirve decir que cuentan con el producto de alta demanda si, al finalizar el proceso en el carrito de compra y debido a la falta de previsión, la adquisición es cancelada generando frustración y molestia entre los clientes.
Ofrecer omni-canalidad:
Esta opción deberá estar disponible más allá de la pandemia. La gente quiere tener alternativas de compra, en este momento es necesario tener la capacidad de ofrecer servicios de envío y de pick up en tienda.
Pero, aunque la tendencia del e-commerce continuará más allá de la pandemia, lo cierto es que no toda la gente compra en línea y los cierres han generado pérdidas superiores a los 21,105 millones de pesos.
Las empresas requieren estrategia, creatividad, impulso y apoyo para poder sortear los meses de pandemia que aún tenemos por delante.