El marketing persuasivo nos dio una importante muestra de cómo al ser bien ejecutado, este logra ser una increíble herramienta para sembrar una semilla de consciencia en los consumidores, con el cortometraje Save Ralph realizado para Humane Society International. El cual nos muestra con crudeza la crónica de un conejo de laboratorio llamado Ralph, así como las atrocidades por las que él y sus compañeros son obligados a pasar, para que los seres humanos obtengamos productos cosméticos; vanidad para las personas, muerte para los animales. 

El video rápidamente se viralizó por las redes sociales, no solo por los usuarios considerados consumidores responsables, si no por personas que inclusive desconocían la realización de estas prácticas; y es que en pleno siglo XXI cuando la conciencia por cuidar sobre todo a los animales está más en auge, pareciera imposible que muchas de las marcas más populares del planeta continúen torturando conejos, perros, monos, ratones, cuyos, etc. Por el simple hecho de vendernos un shampoo.

La curiosidad del consumidor que desconocía del tema no se quedó ahí; muchos de ellos comenzaron a indagar sí los productos que actualmente consumen son testados en animales, mientras el consumidor responsable aprovechó las redes sociales para compartir infografias e imágenes, donde se mostraban los nombres de las marcas cosméticas más populares que realizan pruebas en animales, las cuales fueron compartidas sin dudar motivados por esta semilla de curiosidad.

¿Cómo justifica una marca cosmética matar animales?

Muchas marcas cosméticas desde internacionales como Too Faced y nacionales (refiriéndome a México) como Bailando Juntos, comunican con orgullo y entusiasmo a sus consumidores que no realizan pruebas en animales, inclusive certificándose y mostrando el sello de “cruelty free” en sus empaques. 

Sin embargo, existen muchas marcas populares mundialmente, que a pesar conocer la existencia de pruebas alternativas para acabar con esta práctica de tortura, por un simple hecho: China no te deja vender en su mercado si los productos no están testados en animales. Al enfrentarse esta ley del gigante asiático, muchas compañías prefieren continuar que las pruebas que perder al mercado más grande del mundo.

Justo aquí encontramos el punto más controversial y que causa ruido al hablar de testa en animales. Estás marcas que venden en China, comunican a sus consumidores de otros países mediante sus páginas web mensajes como “Trabajando por un mundo libre de crueldad. M** no hace pruebas en animales. No tenemos ninguna instalación para pruebas en animales y nunca solicitamos a terceros que realicen pruebas en animales por nosotros”. Y esto es una verdad a medias, quizás en esa región no lo hacen, pero si la ley dice que no puedes vender en China si no testas y es de conocimiento público que la marca vende en el país asiático ¿a quién le miente? A uno de los gobiernos más poderosos del mundo o a nosotros los simples consumidores. 

 Y la realidad es que no están trabajando por un mundo libre de crueldad como lo comunican, si lo hicieran, abandonarían el mercado asiático; pero el dinero es el dinero. 

Sin embargo cada uno de nosotros tiene en sus manos cambiar esto, si el corto de Ralph te movió algo por dentro, deja de consumir estas marcas, opciones hay muchísimas, aquí abajo te dejo el link de una página web donde encontrarás mucha información sobre compañías que no testan y puedes conseguir en cualquier país de habla hispana.

https://www.crueltyfreekitty.com/

 A pesar de lo que muchos piensen esto va más allá del consumo de carne, aunque las dos eventualmente implican la muerte animal, el consumo es por una necesidad básica, pero matar animales por un acondicionador o un protector solar, no es en ningún sentido una necesidad.