En el ámbito “mercadológico” se habla mucho de “Diferenciación”. Eso significa resaltar entre los demás a través de una característica con la que no cuenta el resto. Sin embargo no se habla mucho de lo que implica serlo y crear valor de marca.
Seamos honestos a casi nadie le gusta ser “absolutamente diferente” porque valoramos el sentido de pertenencia, entonces en un mercado ó contexto específico, ser diferente es un concepto “limitado”. Hablar de diferenciación por lo general, significa ser diferente en algo y no necesariamente en todo. Se espera que se cumplan una lista de características y que exista alguna que sea percibida como más valiosa o “diferente”, nada más –me refiero a categorías habituales-. Ahora bien cuando realmente somos diferentes será más complicado entrar al mercado porque debemos enfocarnos en un segmento específico y bien localizado, que tal vez no cuenta con tal servicio o producto ó que tal vez, aún no sabe que lo quiere o necesita.
Todo esto significa que resaltar no siempre es suficiente para ser elegido. Y además ser diferente implica inversión en ambos sentidos (para quien lo es y para quien se identifica con eso). Por supuesto que cuando “algo” empieza a ser valorado o reconocido por ser diferente ó innovador, aumenta su aceptación y participación de mercado. Y es en tal caso donde ser diferente ya no lo es tanto. En realidad en ese momento lo que se reconoce es ese valor agregado, las características específicas, la experiencia que brinda esa marca, producto e incluso persona al mercado, de manera que todo el mundo lo reconoce y/o aprecia en cierto nivel.
Por eso podemos considerar lo siguiente:
-Cuando una marca, producto, persona muestra que las “diferencias” son valiosas, los demás quieren imitarlo(a), y lo harán si pueden.
-A nivel profesional la experiencia es un factor valorado porque es generador de conocimiento y agrega valor.
– Agregar valor, al final de cuentas, es otra forma de ser diferente sin serlo de manera absoluta.
-Las categorías muy diferentes están enfocadas a nichos específicos de mercado y pueden ser muy rentables o no. Eso depende de crear valor de la marca.
-Ser totalmente diferente tiene sus riesgos; de alguna forma a las personas nos da miedo lo que no conocemos o lo que es demasiado diferente.
-Agregar valor no siempre significa crear valor
-Crear valor significa que tu marca/producto/persona tiene una propuesta clara que es valorada en el mercado. Que la separará momentánea o permanentemente del resto y “Vale lo que cuesta”.
– Tanto ser diferente o como crear valor implican entrar en un círculo competitivo, de otra manera es fácil estancarse y dejar de serlo.
Algo que me parece interesante y muy importante es nuestra decisión al administrar una marca, -incluyéndonos a nosotros mismos-. ¿Qué tan diferentes queremos ser? Es bueno “pertenecer” y para hacerlo debemos enfocarnos en lo que nos distingue y resalta en un contexto específico, o podemos crear un nuevo contexto (crear valor). Este tema puede ser complicado, sin embargo espero que mis reflexiones puedan ser motivo de profundizar en los conceptos y debatirlos. ¡Hasta luego!